✴ Dreaming ✴ p.j.

✨ 04 ✨

¿Debería contestar o comenzar a correr?

La presencia varonil de aquel príncipe transmitía virilidad, un hombre con poder y definitivamente él sabía que poseía tales cualidades, la rubia se encogió cuando observo al príncipe avanzar hasta donde ella con media sonrisa en su rostro, en sus ojos color plata podía verse la figura de Seungi querer huir de aquel hombre peligroso.

¿Ella era tan pequeña o él era demasiado alto?



La estatura del contrario era dos veces más que la de ella aunque siempre había sido un gnomo de jardín no debía sorprenderle que fuera tan alto, ¿por qué no podía dejar de observarlo? Era como cuando probaba las uvas una vez que tomaba una no se detenía hasta complacer ese deseo en ella, la cabellera plateada perteneciente al príncipe parecía estar hecho de nubes con ese peinado de lado lo hacía verse tremendamente inalcanzable además de poseer un rostro inhumano pues no había imperfección sobre su piel parecía ser una obra de arte en vida.... Corrección ese hombre era una obra de arte y era un peligro para su salud.



– ¿el gato te comió la lengua? – su voz era ronca tanto que hizo que su piel se pusiera como de gallina abrió un poco la boca y después la cerró de golpe, no sabía que responder, en cuanto al príncipe apretaba su mano con fuerza mientras intentaba controlar su mal genio una de las cualidades que deseaba tener era la paciencia que carecía mucho de ella, quería escuchar la voz de la rubia, la curiosidad estaba matando al príncipe por conocer a aquella fémina.

Si no fuera porque él tuviera algo de curiosidad por ella seguramente estaría en el suelo, por alguna razón su rostro le era familiar, nuevamente estaba a punto de hablar cuando la fémina Salió corriendo por gran puerta de aquella habitación, sinceramente aquello había tomado desprevenido al príncipe él estaba consciente de que su presencia daba temor. Jimin se alarmo en cuanto vio desaparecer el cuerpo de la chica por las escaleras si Soren veía a aquella mujer seguramente le daría condena a muerte por salir de prisión.

Correr en vestido no era nada sencillo es mas era incómodo y difícil de alguna manera agradecía que estuviera descalza porque si hubiese traído las plataformas que Seokjin compró para ella seguramente habría caído al suelo con facilidad, la gran puerta de oro estaba a unos cuantos metros casi podía sentir la libertad cuando una frívola mano tomo su muñeca deteniendo su cuerpo con brusquedad, abrió sus ojos como platos al ver al príncipe jadeando mientras que su cabello estaba ligeramente despeinado provocando así que algunos mechones grises cayeran por su frente.

– ¡Ahí está la intrusa! – La voz furiosa de Soren resonó por el castillo, Youngmi corría detrás de ellos junto a Taehyung, sabían que era capaz de hacer aquel cincuentón de carácter explosivo y odio a los campesinos, varios oficiales del príncipe comenzaron a rodear a su alteza y aquel ser humano insignificante – ¿creíste que podías escapar de prisión sin que nos diéramos cuenta? – Cuestiono a la fémina quien seguía mirando al príncipe – ¡Atadla de manos y pies para después ser calcinada por el fuego! Por el pecado de salir de prisión e intentar asesinar al heredero al trono.

Los oficiales comenzaban a avanzar a la chica quien seguía inmóvil ante el agarre del príncipe intentaba zafarse, no quería morir y menos de aquella forma.

– ¡Niego rotundamente tales acusaciones he sido yo quien ha sacado a la damisela de aquel horrible lugar! – la voz del príncipe era neutra y firme sabía muy bien que llevarle la contraria a Soren era muy arriesgado pues él era uno de los voceros ante los demás majestades de Dinamarca si aquel hombre declaraba que Jimin no estaba listo para ceder al trono sería muy penoso para él, pues le había prometido a su padre en su lecho de muerte que el seria, el nuevo rey de Dinamarca, pero no podía dejar que se acusara falsamente a aquella fémina – También la encuentro inocente ante la acusación de asesinarme, el único error fue salir huyendo de aquí pero ahora mismo delante de los oficiales te ordeno que salgas inmediatamente del castillo y que no regreses aquí jamás – Seungi sintió que respiraba nuevamente al ser liberada de su muñeca, los oficiales del castillo le indicaban por donde salir, realmente quedo asombrada por aquel enorme castillo.