✴ Dreaming ✴ p.j.

✨ 03 ✨

La música de los violines había dejado de escucharse, solamente podía escuchar el murmullo de las personas, sentía pinchazos en su cuello debido a que llevaba tiempo mirando el suelo.

— ¿Su Majestad se encuentra bien? — cuestionó la misma voz masculina perteneciente al señor de lentes pequeños.

No podía levantarse debido a que sus piernas estaban dormidas, escucho unos cuantos voces y estaba sudando frío no podía creer que estuviera viendo a el chico del marco que había visto.

Un jalón en su cintura la hizo ponerse de pie, hizo una mueca del dolor que tenía en la espalda baja, ella sufría de que sus músculos se tensaban cuando estaba nerviosa.

— ¡Sujetenla! Debe morir por su crímen — volvió a decir el señor canoso.

— ¡NO! — gritó una voz femenina detrás de ella — ella solamente se tropezó, yo la he visto caer.

— Ya basta, no le defienda su alteza — gruñó el señor de canas que por cierto su nombre era "Soren" y era la mano derecha del rey, quién había muerto hace dos años, así que aconsejaba al príncipe heredero.

— Jimin... ¿Es esto lo que quieres para tu gente? — cuestionó la menor de los Park y su nombre era "Youngmi" como su nombre lo decía ella buscaba la prosperidad para su reinado, solamente quería que su hermano fuera un buen rey, pues todo el tiempo que Soren lo había aconsejado terminaba en muerte.

Seungi no podía decir nada, estaba en shook no le cabía en la cabeza, ¿como había entrado en la pintura?, Seguramente si se pellizcaba despertaría. La acción hizo que ella hiciera una mueca.

— ¡Youngmi debes guardar silencio, estás delante de tu futuro rey! — Reprendió Soren a la menor quién fue alada por Jungkook su novio, era mejor que guardar silencio, en estos momentos ella no era hermana de Jimin, no si quería vivir.

— ¡Guarda silencio, Soren! — dijo una voz rasposa y seungi pudo captar un deje de furia, escucho unas pisadas acercarse hacia ella, su barbilla fue levantada por una mano helada — ¿Cual es tú nombre y de dónde provienes? — cuando seungi se encontró con la mirada color gris gélido, el contrario abrió los ojos de sorpresa.

— Y-yo ... Soy Se-seun — fue interrumpida por el hombre mayor quién la jalo fuera del alcance de Jimin, mientras decía "Su invitación, por favor" — ¿In-invitacion? — cuestionó ella con nerviosismo.

— ¿No tiene una? — sonrió Soren con un deje de altanería — entonces es una campesina, lamento decirle que su presencia aquí no es requerida — hizo una pausa y miró al joven príncipe quien no dejaba de mirarla con curiosidad, normalmente el nunca miraba a las jóvenes y menos con ese brillo en los ojos — llevenla al calabozo, tal vez alguien venga por ella — ordenó.

La chica fue rodeada por hombres con armaduras de color plata, la tomaron de los brazos jalandola fuera del Palacio, lo último que vió fue la figura del chico de cabellera plateada.

(.....)

Así fue como hoy se cumplían cinco días desde que estaba ahí en el calabozo, su cara estaba hinchada de tanto llorar, su vestido era un desastre ahora estaba manchado de lodo al igual que sus piernas, al menos no estaba sola. Abigail una señora cincuentona estaba con ella.

— Es triste que estés aquí, tan joven y hermosa — suspiro la mayor mientras chasqueaba la lengua tratando de hidratarse con su saliva, seungi también tenía hambre y sed — Lo único que me preocupa son mis hijos — susurró mientras pegaba su cabeza a la pared, por lo que sabía Abigail era una campesina que trabajaba en plantar las cosechas del reino, uno de sus hijos había enfermado y no había podido pagar los impuestos de renta que abarcaban la vigésima parte de sus ingresos.