sᴜ ᴍɪʀᴀᴅᴀ | ʜɪᴛᴀᴄʜɪɪɴ ʜɪᴋᴀʀᴜ¡!

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Me encontraba solo.

En esa sala tan extravagante mirando las rocas.

Solo en la oscuridad, solo tomando el té.

Sólo un par de meses estuve acompañado por él, ahora él está muerto.

Ezra chocó, se derrumbó la vida de quién evitaba que los demás cayeran.

Ezra está muerto.

Mis ganas de seguir en terapia murieron con él.

Se metieron a la fuerza en ese ataúd oscuro y algo desgastado.

Ezra no está, Kaoru se desvanece también.

El club se disolvió, Morinozuka y Haninozuka se debían preparar para su graduación y el grupo sin ellos estaba incompleto.

Fueron unos meses divertidos aún así.

"-Cariño."

Ella entró y se colocó tras de mí, sentí sus manos posarse en mis hombros... estaban frías.

"-Dimelo ya, por favor."

Mi madre me trajo a esta sala para hablar conmigo, pues mis pesadillas habían aumentado desde hace unos meses.

Pues encontré una foto de dos bebés juntos entre sus cosas.

Pues vi a Kaoru en sus brazos.

Porque le pedí que me dijera la verdad.

"-Si, tuviste un gemelo, cariño.."

Escuché su voz temblar, sentí su respiración tratando de calmarse.

Logré ver por el reflejo como ella contenía unas lágrimas.

"-Kaoru nació enfermo... No había cura."

Mis ojos se cerraron con fuerza y sentí mis músculos ponerse tensos conforme mi madre hablaba.

"-Era una verdad muy dura para ti... Desde que comenzaste a verlo yo supe que no podía decirte la verdad."

Había pausas muy dolorosas en sus oraciones.

"-Porque nunca creí que eso empeoraría hasta..."

Su voz se quebró completamente mientras su mano pasó a acariciar mis cicatrices.

Sus lágrimas caían a mi hombro y yo solamente aguantaba la respiración.

Abrí los ojos viendo el sol desaparecer completamente en el mar.

Me vi en la realidad, una realidad donde estoy solo con mi perro y un espejo roto.

Porque Kaoru ya no está, Ezra tampoco, mis amistades no tienen tiempo, y dentro de poco mi madre tampoco estará.

Porque ella se irá.

El mundo le da las peores cosas a las mejores personas, ella a pesar de todo era un ángel.

Un ángel que tenía tan solo 3 meses más de vida.

En el cristal pude ver sus alas crecer, ahora ella estaba bien, ahora ella ya me lo había dicho todo.

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