¡¿We are clones?!

Cerberus Project

—Bellamy Blake... interesante, todos cayeron del espacio para ver si este lugar era habitable. Su plan era escapar del infierno que iba a ser allá arriba y ahora no pueden evitar el infierno que van a vivir aquí abajo —Bellamy miró a Cage con odio y le escupió en la cara, el líquido era una mezcla de saliva y sangre. Wallace mostró una sonrisa amenazante y limpió su rostro —. Prueba número uno, sujeto de experimentación: Bellamy Blake; origen: el espacio —Cage cortó la grabación y se dirigió a la persona que estaba a su lado —. Doctora Tsing, haga lo que sea necesario para sacarnos de este hueco, pero recuerde dejarlos vivos, los quiero para el proyecto Cerberus.

— ¡AHH! ¡IMBÉCIL! ¡MI GENTE TE VA A ENCONTRAR! ¡VAN A ACABAR CON TODOS USTEDES! ¡AHHHH! —Bellamy gritaba, oponiéndose al agarre de tres personas. En el suelo se encontraban Octavia, Finn, Wells, Monty y Jasper, todos se movían incómodos y gritaban a través de la tela que cubría su boca.

—Si el señor Blake se opone, prosigan con su hermana —de inmediato Bellamy se calmó y dejó que lo amarren a la camilla —. Haré una visita a mi padre.

—AHHHHHH —Fue el grito que dio el moreno cuando sintió la aguja perforando su hueso. Octavia empezó a llorar y a gritar mientras los demás retiraban su mirada.

Cage Wallace salió del lugar con una sonrisa en su cara, sentía que su libertad estaba cerca. Carl Emerson se unió en su camino, había sobrevivido a la filtración de radiación que Alycia le causó con el disparo, usaron sangre Skaikru para atenderlo; la recuperación fue inmediata y sorprendente.

—Presidente Wallace, ¿Qué haremos con todas las personas del espacio que se encuentran en las jaulas? —preguntó Emerson mientras abría con su tarjeta la puerta que daba acceso a un corredor largo.

—Si la médula ósea funciona, como cree la doctora Tsing que pasará, los usaremos a todos, saldremos de este lugar y los dejaremos vivos. No somos unos salvajes. La diferencia es que todos van a ser parte del proyecto Cerberus —Carl lo miró sorprendido —. Serán nuestros soldados. Cuando salgamos de aquí, señor Emerson, tenga por seguro que una guerra se vivirá allá arriba, una que no estoy dispuesto a perder —el rubio asintió, abrió la última puerta y se dispuso a esperar afuera.

En el interior de la habitación, se encontraba Dante Wallace frente a un caballete pintando, no desvío su mirada del dibujo a pesar de que el sonido de unos pasos llamaron su atención.

—Parece ser que nada perturba tu concentración... padre —Cage dijo lo último escupiendo sus palabras.

—Nada lo hace desde que mi propio hijo me encerró en este lugar, hace ya tantos años —llevó su pincel hacia el color azul para pintar el cielo del recuadro.

—Eres muy débil para hacer lo que se necesita y sacarnos a todos de aquí. Seguramente, si todavía estuvieras a cargo, tu plan sería uno en el que mostraras amabilidad con la gente que vino del espacio —Dante apretó con fuerza el pincel y se levantó para encarar a su hijo.

— ¿En qué te has convertido Cage? —se acercó más a él —. ¿Cómo es posible que hayas matado y experimentado con tanta gente a sangre fría?

— ¿No fue eso lo que tú hiciste? ¿Experimentar con tantos salvajes para mantenernos con vida?

— ¡Los dejaba vivir! ¡Solo lo hice cuando era necesario, cuando nuestra gente iba a morir y luego los dejaba libres! —su voz le tembló y miró con decepción a su hijo —. Al menos eso creía... no sabía que Tsing y tú trabajaban a mis espaldas... Mataban a quiénes no les servían y convertían en carroñeros a los que sí... Fui tan ciego que no vi lo que tenía en frente —se dio la vuelta y volvió a su pintura, Cage apretó los puños en su lugar y se volteó hacia la puerta.