¡¿We are clones?!

Una segunda oportunidad

—Sinclair, ¿cómo van los preparativos? —Jaha entró al lugar en el que mantenían comunicación con las personas de la Tierra.

—Estamos siguiendo las instrucciones que nos han mandado, canciller —Sinclair respondió. Empezó a revisar la información en la pantalla y hacía sus anotaciones.

—Thelonious, tenemos problemas —Marcus Kane irrumpió en la estación con expresión preocupada. Jaha le prestó atención y él empezó a hablar —. Se ha filtrado la información de que el planeta es habitable, hemos tratado de aclarar que todos bajaremos, pero hay gente que se mantiene escéptica.

— ¿Quiénes, Kane?

—Diana Sydney; armó una rebelión junto con la clase trabajadora y algunos guardias del arca, el comandante Shumway se encuentra entre ellos. Todos están encerrados en el área de lanzamiento de la nave Exodus.

— ¿Cuáles son sus exigencias?

—Creen que aterrizar toda el Arca es una misión suicida, pero tampoco quieren arriesgarse a permanecer en el lugar y morir a causa de la privación de oxígeno. Planean tomar la nave y ser solamente ellos quienes aterricen.

— ¡Es una locura! ¡Van a dejarnos sin energía y se perderán varias herramientas importantes del arca!

—Dejen que lo hagan.

Una voz proveniente de la radio captó su atención y se miraron desconcertados entre ellos.

Planeta Tierra: Campamento

— ¿Qué estás haciendo? —Alex llamó la atención de Jane al escuchar sus palabras hacia el arca.

—Hay cosas que deben mantenerse igual, una de ellas es la destrucción de la nave Exodus —respondió ella, evitando la mirada verde.

—Pensé que tu intención era hacer las cosas diferentes, Clarke —Alex la llamó por su nombre, ya que se encontraban solo ellas dos en la tienda de Lexa.

—Lex, tú viste lo que pasó con Diana Sydney y los demás en los vídeos que te mostraron en el laboratorio —Clarke habló, esta vez conectando su mirada con la de la morena.

—Lo sé, pero tal vez esta es una segunda oportunidad para que eso cambie.

—Prefiero que sea una segunda oportunidad para que nuestra historia sea diferente, no para todo lo demás.

— ¡Clarke, es tu gente!

— ¡No, Lexa! ¡Tú eres mi gente! Al igual que Eliza, Alycia, Rachel, Lindsay y Marie —lo dijo de manera firme —. Incluso las Clarke y Lexa de esta línea de tiempo; a las personas que se encuentran en esa nave no las conozco, al menos no a estas versiones. No pienso tomar riesgos. Si el arca aterriza y viven una guerra entre ellos, alguien que me importa puede salir herido, incluso podría llegar a perderte. No lo voy a permitir.

Con esas declaraciones, Clarke desactivó la radio y salió del lugar. Lexa la siguió al exterior de la tienda y se reunieron con las demás. Cuando pasaron aproximadamente treinta minutos, todas las miradas se dirigieron hacia el cielo.

— ¡¿Qué demonios...?! —las palabras de Lindsey se cortaron al ver a una nave caer a gran velocidad mientras se quemaba en el proceso; la nave provocó una gran explosión al chocar contra el suelo.

Jane bajó la mirada y apretó sus puños con fuerza, Alex la miraba atentamente, sabía lo que eso significaba.

—Pueden agregar estas muertes a mi lista; al final siempre seré Wanheda —con esas palabras, emprendió camino con la intención de alejarse del campamento y estar sola.