Heda

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—Eliza, espera —Alycia tomó la mano de la rubia para detenerla.

— ¿Qué? ¡Nos lo vamos a perder!

—Cariño lo entiendo, pero no podemos aparecer así. Estamos en el pasado, podemos alterar las cosas. Además, ¡eres igual a Clarke! Vas a causar revuelo. Si la nave de los 100 aterrizó en esta zona eso significa que estamos en área Trikru. Anya puede estar cerca y va a reconocerme ya que soy igual a Lexa. Hay demasiadas variables. Nuestra ropa no es la común que se usaba en esta época, y por si fuera poco, estamos expuestas a demasiadas cosas... Pauna... La montaña... La primera Guerra... ¡Maldición! —Alycia empezó a desesperarse y a decir demasiadas cosas a la vez mientras empezaba a caminar de un lado a otro.

—Aly... —llamó la rubia, pero la morena no respondía —. Alycia... Aly... ¡Cariño, para! —Se puso en su camino y la tomó de sus hombros —. Tienes razón, son demasiadas cosas, vamos por partes. Primero, necesitamos otra ropa para pasar desapercibidas. ¿Recuerdas el episodio en el que Lexa y Clarke escaparon del misil que cayó en esta zona? —Alycia asintió —. Debemos encontrar un pueblo cercano, tomar prestada ropa que nos cubra, yo podría pintar mi cabello de rojo y tú podrías cubrirlo, debes verte inocente y no intimidante —dio una mirada a su chica —. Aunque eso para ti no va a ser muy difícil —Le sonrió y unió suavemente sus labios, lo que acabó por tranquilizar a Alycia.

—Está bien, vamos. Por cierto, recuerda que Bellamy está armado en este punto. También debemos robar algo que nos cubra de la niebla ácida o encontrar un refugio. ¡Joder, debemos regresar a nuestra época cuanto antes!

—O podemos arreglar muchas cosas por aquí —la rubia le guiñó un ojo y tomó su mano para encaminarse en busca de un pueblo.

Caminaron alrededor de cinco kilómetros atentas a todos lados. Sabían que los grounders tenían espías por todas partes y no querían ser descubiertas. A lo lejos, observaron humo salir de un lugar que se encontraba detrás de grandes árboles, empezaron a acercarse sigilosamente. A las afueras del lugar la ropa se encontraba colgada, Eliza lanzó una mirada burlona a Alycia en referencia a la suerte que empezaban a tener. La morena empezó a fijarse en todos los arbustos que las rodeaban y se acercó a uno que llamó su atención, el cual estaba lleno de bayas, cogió una buena cantidad de ellas y se acercó a su novia.

 La morena empezó a fijarse en todos los arbustos que las rodeaban y se acercó a uno que llamó su atención, el cual estaba lleno de bayas, cogió una buena cantidad de ellas y se acercó a su novia

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—Rubia, es momento de que seas una pelirroja sexy —le mostró con una sonrisa lo que encontró. Eliza se fijó en las manos de Alycia y una gran sonrisa apareció en su rostro.

Cuando estuvieron cambiadas con sus nuevos atuendos, se sentaron en el suelo del lugar. Eliza se colocó delante de la morena mientras Alycia tenía las bayas listas para colocarlas en su cabello, con sumo cuidado fue poniendo el tinte mechón por mechón, observando cómo el color iba cambiando.

—Está quedando genial.

—Si lo haces tú seguro que está increíble, cariño.

Cuando acabó de colorear el cabello de su chica, la observó de arriba a abajo.

¡¿We are clones?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora