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1.9

        Decisión

No me sorprende que ahora no tenga ganas de hacer nada. Hace 3 días que no sé nada de Vanessa, literalmente nada. Ella me dijo que a lo mejor cerraba todas sus redes sociales ya que muchos la atacaban y no quería más problemas. Me sentía molesto por no poder tomar una decisión, por una parte tenía mi carrera y mis fans, por la otra parte a Vanessa… ¿Qué podía hacer?

— ¿Aun pensando en esa chica? — Michael se sentó a mi lado.

—No — Dije pero después suspire, no tenía caso mentir. — Sí.  

—Ashton me dijo que paso — Maldije a Ashton mentalmente, me tomo en un mal momento y necesitaba hablaba con alguien y le conté sin darme cuenta — Creo que sabes la respuesta, sabes lo que debes de hacer pero la pregunta es ¿Por qué no lo haces?

—No lo sé — Dije en un suspiro. — Es complicado.

—No, no lo es — Sonrió. — Lo que harás es más fácil que lo hiciste.

Lo mire con duda.

—Joder, pararte en medio de quien sabe cuánta gente a declararte a una chica sin saber si te rechazaría o te aceptaría, eso es de valientes — Rio Michael. — Sabes que hacer Luke, por nosotros no te preocupes, los chicos y yo te entendemos, si haces lo que debes de hacer estaremos atrás de ti apoyándote.

Me golpeo ligeramente la pierna y me sonrió antes de irse. Me quede un rato mirando a la nada, ellos tenían razón… necesitaba actuar. Tome mi celular y fue a mi habitación, tenía unas cuantas llamadas y un viaje que hacer.

Vanessa POV

Tenía ya casi una semana sin saber nada de Luke, no me mandaba mensajes y yo no lo haría tampoco. Me lastimaba el hecho que todo terminara así, al parecer lo nuestro no era tan fuerte puesto que nadie lucho por el otro. ¿A quién engañaba? Él era la súper estrella y yo era… yo. Una chica de 17 años que vivía a miles de kilómetros lejos de él. Lo nuestro era ridículamente imposible. Estaba por tomar una siesta cuando el timbre de mi casa comenzó a sonar con desesperación.

— ¡Van! ¿Quién mierda toca así en una casa ajena?— Grito mi padre molesto. Algo que era representativo de mi padre era la calma y el respeto a lo ajeno. — ¿Wilma?

Me levante de mi cama al escuchar el nombre de mi mejor amiga. Mi casa era de un solo piso, era un departamento algo modesto pero acogedor, limpio y aceptable. Tres recamaras, una cocina, una sala, 2 baños completos y un pasillo central, no éramos ricos para comprar una linda casa en los suburbios, pero vivíamos cómodamente y con dignidad. Otra cosa que añadirle a la lista de porque no salir con la superestrella; No era rica.