Capitulo 11

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Estaba congelada, no podía ni apartar los ojos de aquella profunda oscuridad que representaban los de Jason ¿acaso había escuchado bien? El macho que estaba sobre ella y con el que había estado soñando por años, por fin había aceptado el trato que ella le había ofrecido. ¡Estaba feliz!, pero...

Viajo su mirada a la herida que había en el hombro del macho, estaba sangrando y la respiración era acelerada, además de que estaba sudando como si tuviera fiebre. Volvió la mirada a la de Jason, él se encontraba sonriendo de lado de una forma tan calmada que por un momento pensó dejar de lado lo que estaba apuntó de decir.

— Debes ir al centro médico, Jason, esa herida se ve muy mal.

Él negó con la cabeza, cerró los ojos y se quedó ahí, sin hacer más, pero ella no. Llevó las manos al abdomen de Jason, cuando él se lanzó contra ella salvándola del francotirador había escuchado un hueso romperse y estaba dispuesta a encontrarlo. La punta de los dedos tocó la caliente piel y sintió como una descarga eléctrica por todo el cuerpo, incluso Jason gruño.

Presionó ligeramente en diferentes áreas, queriendo encontrar aquel hueso, pero los músculos de Jason al tensarse y expandirse le estaba haciendo la tarea muy difícil.

El macho maldijo en voz baja, se alejó de ella hasta salir de la cama y ella le vio nerviosa; estaba recorriendo la habitación como un animal enjaulado y la respiración parecía más agitada que con anterioridad. Entonces se detuvo y ella se cubrió la boca para no gritar: Jason se estaba introduciendo dos dedos a la herida de bala, provocando más sangrado.

— ¡Jason, para! – se levantó de la cama, poniendo los pies a penas en el suelo. – Te vas a desangrar, detente.

— Quieta ahí, ____. – la profunda voz de la pantera le hizo frenarse, él nunca le hablaba así, no a menos que ella iniciara la pelea. – Vuelve a la cama. – le ordenó el voraz.

— No. – alzo la barbilla. – Debes ir al centro médico, no puedes seguir así...

— ¡A la cama! – se lanzó contra ella, subiéndola a la cama y colocándose justo arriba, sus miradas encontrándose en una ardiente pelea. – Quiero calmarme antes de si quiera tocarte, creo que me han drogado o no lo sé, pero quiero hacer esto bien para ti ¿entiendes? – ella asintió, soltando un suspiro.

— ¿Y cómo es que vamos...?

— Hay un juego: verdad o reto. Yo te pregunto "verdad o reto" y tú eliges uno, si eliges verdad: yo te preguntaré algo y debes responder con la verdad, nada de mentiras o cosas incompletas; si eliges reto: te ordenaré hacer algo y deberás hacerlo sin renegar ni poner pero.

— Suena fácil, pero no entiendo por qué vamos a jugar esto.

— Quiero que me conozcas, quiero que estés segura y, más que nada, que esto no se vuelva un feo recuerdo.

— No lo hará.

— Bien. – la sonrisa que le dedico la dejo boba, vaya que Jason era alguien atractivo. – Ahora, ¿verdad o reto, ____?

Abrió la boca para responder, pero se quedó muda. ¿Qué ocurriría si respondía verdad? Jason le haría una pregunta sobre el pasado y ella no quería volver ahí, ella era feliz en ese momento no quería arruinarlo.

Respiro hondo y soltó un suspiro.

— Elijo reto. – susurro la respuesta, observo atenta como la mirada del voraz brillaba en curiosidad y se dio cuenta de su error.

— Muéstrame la cicatriz que más te duela.

Maldición... Desvió la mirada de la de Jason, no quería jugar más aquello, ¿cómo se la iba a pasar bien si iban a estar saliendo cosas del pasado? Eso no quería ella. No quería mostrar algo que aborrecía y con algo con lo que iba a tener que vivir toda la vida, pero aun así se encontró desbotonando la blusa que poseía, mostrando aquella cicatriz, localizada sobre su pecho izquierdo.

Demmon (Nuevas Especies #6) - Jason McCann (ADAPTADA)Where stories live. Discover now