Demmon (Nuevas Especies #6) - Jason McCann (ADAPTADA)

Capitulo 17

Ella le había mentido, ¿cómo se había atrevido? El chiste era salir de ahí todos con vida, era una total tonta. Los pies desnudos golpeando contra la tierra húmeda creaban un sonido que le hacía temer a lo peor, había vuelto porque había escuchado un disparo y eso definitivamente no había estado en los planes.

Al salir de la maleza se quedó quieto, ese cabrón que por tanto tiempo había herido a su ____ ahora amenazaba a la chica que le había ayudado, la ira se acumuló en él y no lo pensó, sólo actuó y fue por ello que hasta muy tarde se dio cuenta que su ____ estaba ahí.

Ella le miraba de una forma que lo hizo sentir fuerte, seguro y quería ir a con ella, besarla y abrazarla, protegerla de todo y de todos, pero tenía que salvar a aquella chica. Él no era alguien que dejara atrás a los amigos.

Hizo una promesa más a ese bello ____, antes de saltar.

Diviso a la chica peleando contra el sujeto, recibiendo puñetazos y patadas, pero ella no se queda atrás. Está luchando y parece que esta vez no esté dispuesta a perder. Él pega sus brazos a los costados, acelerando más su caída y frunce el ceño al verla rodear el cuello del sujeto con el collar, para después aventarlo lejos de ella.

Grita feliz, pero entonces lo ve.

— ¡¿Qué crees que haces?! – grita la humana, viéndolo enojada. – ¡¿Eres estúpido?!

— ¡Un poco! – gruño, logrando sujetar la muñeca de ella al extender el brazo; al tenerla bien agarrada jaló con fuerza y la atrajo a él. - ¡Soy un Voraz! ¡Tengo más posibilidades de sobrevivir que tú!

Pero una explosión bajo de lo hizo pensar dos veces lo que había dicho, el humano había explotado y la fuerza de esta lo mando contra las filosas piedras del risco, sacándole aire en un solo golpe. El dolor le hizo soltar a la humana, quien se intentó aferrar a él, pero fue demasiado tarde; el agua ya estaba cerca.

Al caer el ruido ceso, el agua rodeándolo en su totalidad y batallo un poco en encontrar a la chica, quien lo abrazo, pero él realmente no iba a poder salir de esa. Estaba herido, podía sentir la sangre abandonando su cuerpo por una herida de la espalda y otra en la pierna, al parecer cumplir la promesa esta vez no le sería posible.

Sintió la inconciencia tomarlo de los antebrazos, jalándolo y eso le hizo fruncir el ceño, ¿acaso así se debía sentir? Estaba seguro que no.

Cuando salió a la superficie jaló fuertes bocanadas de aire, escucho toser a la chica y al abrir los ojos se quedó sorprendido, el león albino estaba ahí ¡¡¿había saltado también?!!

— ¿Qué haces aquí? – el albino no respondió, sólo se echó a la huma en hombros y comenzó a nadas, alejándose del risco.

Él preferiría volver, podrían guiarse por las piedras hasta llegar a la playa y...

La mente se le quedo en blanco al escuchar el derrumbe que comenzaba a crearse sobre él, la explosión había dañado parte de la estructura del risco y las piedras comenzaban a caer, él, aún con dolor, nado lo más rápido que pudo lejos de ahí.

Si iba a cumplir su promesa primero debía salir vivo.1

Las inmensas rocas al caer crearon olas grandes, enormes y el agua los sepultó, pero él no tuvo miedo. Sólo rezo por salir vivo de eso y cumplir su promesa.

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Sus ojos claros ya por la edad, ven con suma atención el tejido que está llevando a cabo. Carmen viuda de Gómez es, sin duda, el ser más tierno de aquella isla ignorada por el mundo cosa que ella agradece mucho. Vive con cincuenta habitantes más, once de los cuales son sus nietos.