Capitulo 4.

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Se sentía horriblemente estresado.

Le habían encargado corregir una pista en la que había estado trabajado durante meses y había sentido una profunda decepción cuando se la devolvieron, aclamando que había sido uno de sus peores trabajos hasta la fecha.

Es por eso que justo ahora estaba frente a la computadora, pensando seriamente en como arreglar la pista a como lo habían solicitado por mucho que le desagradara la idea, pero no podía arriesgarse a contradecir a su jefe, no al menos si quería conservar su trabajo.

Necesitaba el trabajo, no tenía otra opción que tragar su enojo y cumplir con lo que esa empresa quería.

Su ceño fruncido resaltaba por la luz de la computadora que daba de lleno en su rostro y golpeó sus dedos contra el escritorio, molesto por su falta de ideas. Incluso cuando la puerta principal sonó a la distancia no prestó atención y siguió concentrado en su trabajo, olvidándose de ello rápidamente. De verdad sentía que en cualquier momento tiraría la computadora por la ventana si no lograba corregir la pista. Tenía más de 1 hora mirando como estúpido la pantalla sin saber que hacer, siempre que cambiaba algo no le gustaba y volvía al punto de inicio y eso lo tenía cansado.

Él creía que su trabajo estaba bien, pero personas que probablemente no sabían nada de música hablaban por hablar en los altos mandos y no tenía nada más que hacer. Llevó ambas manos a su cabello y comenzó a pasarlas de forma brusca, jalando algunos mechones y apretó sus labios con fuerza, tratando de respirar y no dejarse llevar por la ira.

No le gustaba que el enojo lo controlara, le recordaba demasiado a como era su padre y por nada del mundo quería ser igual a él.

Primero muerto.

-¿Yoongi?.-

Dejó su cabello en paz cuando escucho la voz de Jimin venir desde la puerta y por un segundo su mente se vació de toda esa basura, fue como si de una medicina milagrosa se tratara. Quitó los audífonos de sus orejas y miró al menor, quien estaba especialmente bien vestido, pero no pensó demasiado en ello.

-Jimin, llegaste.-

Claro que había llegado. ¿En que estaba pensado?

-Hace unos minutos regresé. Te he estado llamado, pero parecías estar metido en tu propio mundo, ¿Ocurrió algo en el trabajo?-

Inmediatamente el estrés volvió a atacar su mente y movió su pierna de arriba hacia abajo, ansioso.

Cerró los ojos y soltó un gran suspiro, cansado de todo lo que estaba pasando.

-No me fue bien, todo esto es una mierda.-

Respondió con total sinceridad, su cabeza dolía demasiado y la frustración ya estaba empezando a jugar en su contra. Ni las 4 pastillas que se había tomado funcionaron en algo para ayudarlo a relajar su cuerpo y empezaba a rendirse.

-Si no te importa tengo que terminar esto ¿De acuerdo? Hablaremos después.-

Fue consciente de que la forma en que soltó esa frase no fue precisamente amable, sabía que su tono incluso fue algo brusco, pero de verdad no tenía ganas de hablar en ese momento, ni siquiera con Jimin.

-Oh...de acuerdo. Estaré abajo para no incomodarte, si necesitas algo solo llámame. Suerte cariño.-

No respondió, su animo no se lo permitió y volvió a colocar los audífonos de nueva cuenta en sus oídos, centrándose una vez más en lo que se reproducía en estos.

-¿Bajaras a cenar?-

Una vez más no dijo nada y solo asintió con la cabeza, asegurando al menor que iría con él una vez fuera la hora de la cena y regresó su mirada a la computadora, moviendo algunos archivos de lugar.

My Angel / YM [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora