La Historia de los Elementales "La Batalla Contra El Tiempo"

Cap. 26

Matías creo una barrera a lo lejos para poder medir la fuerza de aquellos monstruos, mientras que los demás se preparaban aumentando su nivel y empuñando sus armas nerviosos, ya que hasta ese momento nunca habían afrontado una amenaza de verdad. Los monstruos al llegar vieron que eran de seis extremidades, 2 que usaban como piernas y 4 como brazos, 6 ojos pequeños en la cara y una mandíbula monstruosa, además su color era un gris oscuro por lo que al ser de noche eran difíciles de visualizar. Los monstruos golpeaban con fuerza el escudo agrietándolo en seguida, Matías al ver esto decidió no gastar energía en vano eliminando la barrera dejándolos pasar, Malcon se adelantó al resto golpeando con todas sus fuerzas a uno dañándole, pero no matándolo por lo que se abalanzo sobre Malcon pero fue salvado por una flecha que lo atravesó en el pecho al monstruo. Los demás monstruos al ver la muerte de uno de los suyos explotaron en ira y se lanzaron contra Malcon que era el más cercano, antes de ser golpeado que fue rodeado por un escudo hecho por Matías y los monstruos fueron atacados por Dayanna y Christian. Mientras Mauricio, Solano y Claudia estaban defendiendo el otro lado para que no puedan rodearlos, Mauricio creo una de sus bolas de llama de la Tormenta desintegrando totalmente el brazo de uno de los monstruos causando que se enfureciera y se lanzara hacia él, pero se dispuso a pelear cuerpo a cuerpo para poder comprobar cuál era la fuerza, sumando que era su única alternativa. Comienza a esquivar los zarpazos que le daba el monstruo y por cada esquive le brindaba un golpe en el rostro haciendo notar la resistencia de aquellos monstruos; Mauricio fue alcanzado por un zarpazo en su brazo y el monstruo realizaría otro, pero fue atravesado en el pecho por una espada haciéndolo caer muerto

-Gracias -dijo Mauricio sosteniéndose su brazo

-Déjame curarte -pidió Dayanna mirando a los alrededores para ver si habían monstruos que lo tuvieran en la mira. Ella no perdió el tiempo y lo curo rápido para volver a pelear. Un monstruo que estaba en el fondo grito de una forma peculiar a lo que los demás monstruos se retiraron del lugar, él resto viendo esto retrocedió un poco porque creían que se estaban agrupando para atacar de otra forma, pero no, ellos se retiraban del lugar porque veían que ellos eran fuertes como para hacerles frente, en cambio Malcon y los demás estaban cansados por ese breve encuentro y preocupados porque estaban en igualdad de fuerza pero ellos los superaban en número.

Al momento de que ellos ya no visualizaban a los monstruos se relajaron haciendo desaparecer sus armas y sentándose en el suelo, al momento de relajarse a todos se les acalambro el cuerpo completamente causándoles un gran dolor, pero sobretodo afecto a Malcon, Yurna, Matías y Claudia.

-¿Por qué pasa esto? -preguntó Claudia soportando sus calambres como podía

-No... lo... sé -respondió Malcon aguantando el dolor de su cuerpo

El resto que ya estaba bien de los calambres y viendo que Malcon, Matias, Yurna y Claudia seguían adoloridos los levantaron y los llevaron a sus camas para que descansaran, ellos creían que era por abusar de su poder sin preocuparse por las consecuencias, ya que ellos fueron los que más gastaron energía durante los combates. Mientras que ellos descansaban de los calambres que los dejaron muy mal heridos el resto inspecciono el cuerpo del par de monstruos lo cuales habían matado y también veían con curiosidad sus trajes que solo invocando sus armas se encendieron de alguna forma.

-Veo que no pierden el tiempo -dijo un Malcon que se le notaba que estaba cansado pero que aun así quería estar al pendiente de toda la situación

-Deberías de estar descansando Malcon -le aconsejo Dayanna acercándose para ayudarlo a sostenerse- de seguro están así por sobre exigirse en los combates

-Por esa lógica también deberías de estar así ya que curaste a todos -le respondió Malcon- la única explicación que se me ocurre es que tu llama está hecha para usarse constantemente