Cap. 6

79 12 6
                                    

Así todos terminaron de cenar para ir a dormir, al día siguiente todos hicieron su rutina mañanera de ejercicios, luego fueron a desayunar y desde ese momento en adelante tenían el día libre.

En ese día libre Matías, Mauricio, Yurna y Dayanna lo utilizaron para practicar en combate, Claudia se fue a dormir mientras que Christian junto a Solano fueron a ver como Malcon alcanzaba la voluntad. Él estaba en la zona donde siempre entrenaban sentado en el suelo con los ojos cerrados con una concentración increíble, Christian y Solano estaban a una distancia corta y hablaban entre ellos.

–Él ha estado muy callado, no ha hablado ni hecho nada –le señalaba a Christian susurrando.

–Está intentando entrar en ese estado, debe estar concentrado para hacerlo –le aseguro Solano en un susurro.

–¿Cómo le va? ¿lo logro? –preguntó Matías en un susurro sentándose al lado de los dos.

–No, aun no –respondió Solano.

–Que mal, quería que llegara a ese estado para poder aprenderlo también –dijo Mauricio un poco decepcionado.

–Le costara entrar en ese estado, al igual que a nosotros nos costara llegar después, es entendible que se tarde –aseguro Christian.

–¿Y lo logro? –preguntó Yurna que venía con Dayanna que habían terminado su entrenamiento por hoy, a su vez Claudia llegaba junto a ellas recién despertando.

–No, aun no –le dijo Matías.

–¿Creen que funcione? –preguntó Claudia aun con sueño.

–Se veía convencido ayer, yo creo que si –aseguro Dayanna confiando en su amigo.

Mientras ellos intentaban susurrar para no desconcentrar a su amigo, Malcon se intentaba concentrar lo más que podía y pensaba en dos cosas mientras se concentraba, la primera era por qué no se callaban sus amigos y lo segundo era la clave que creía que serviría para alcanzar la voluntad. Confiaba firmemente que un sentimiento puro de motivación, ese sentimiento hacia algo o alguien que todos tenemos que nos ayuda a seguir adelante sacando fuerzas cuando no las tenemos.

Se concentraba y se decía a sí mismo en su mente.

–Esa debe ser la clave, no puede haber otra, por eso menciono lo que uno quiere proteger, ellos son mí motivo para seguir por lo que debo protegerlos, esa es la llave, no puede ser otra cosa más que eso. Yo los quiero proteger a todos, nada más que eso, ese es mi deseo, pero no siento que allá un cambio, VAMOS SI NO LO LOGRO TODO SERA DESTRUIDO, TODO EL TIEMPO QUE INVERTIMOS AQUÍ SERIA EN VANO. EL DESTINO DE TODO ESTA EN NUESTRAS MANOS, NO PUEDO QUEDARME ASÍ Y VER COMO TODO ES DESTRUIDO, ¡TENGO QUE HACERLO! –se decía mientras los demás seguían hablando.

De golpe Malcon siente un increíble poder que inundaba todo su cuerpo desde el dentro hasta sentir que salía de su cuerpo, uno que nunca había sentido, se concentró en dejar salir ese poder y a su vez de su anillo comenzó a brotar una llama de color naranja intenso. El poder se concentró en cada parte de su cuerpo hasta emanar un aura poderosa haciendo que el resto lo percibiera, sintieron una increíble presión en el ambiente tanto así que los dejo callados a todos con una preocupación increíble, ya que creían que esa presión era peligrosa. Todos buscaban si es que lograban ver algo que venía, pero no era así, hasta que todos dirigieron su mirada hacia Malcon y se dieron cuenta que esa increíble presión provenía de él.

–Siento algo muy fuerte que viene de él, también lo sienten ¿no? –preguntó Solano poniéndose de pie asombrado por lo que pasaba.

–Si, yo igual lo siento –dijo Matías sorprendido.

La Historia de los Elementales "La Batalla Contra El Tiempo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora