🌙🌗Día 02: Fuera de personaje

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Inspirado en el video de arriba.

Inspirado en el video de arriba

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—¡Ya pueden empezar, Atsushi!

Dazai sostiene la cámara con una sonrisa de oreja a oreja, a su lado, Chūya observa divertido al dúo.

Akutagawa y Atsushi perdieron una apuesta con Dazai. Ellos estaban tan seguros que a Yosano-sensei, la enfermera del colegio, le gustaba el profesor de matemáticas, Kunikida. O sea, no lo entendían porque nadie creyó que alguien podría gustar de un sujeto obsesionado con los cincuenta ideales de su mujer perfecta, pero se notaba a kilómetros.

Fue una amarga sorpresa para los tres cuando, entre risas, les confesó que ella y Kunikida solo mantenían una estrecha amistad donde ninguno poseía sentimientos románticos por el otro.

—Realmente, me gusta Chūya-kun.

No es necesario aclarar que después de esa revelación, cada vez que Chūya iba a la enfermería por una lesión o un encargo, Dazai lo acompañaba. Ni loco dejaba a solas a esa mujer con su hombre.

Por eso ahora se encontraban en esa situación.

—Dazai-san, ¿de verdad no le gustaría que hiciéramos otra cosa? Cualquiera, menos esto.

—Vamos, Atsushi. No es nada del otro mundo —le restó importancia con un ademán— no pierdan más el tiempo y comiencen.

Encendió su cámara apresurándoles con la mano, Atsushi suspiró y miró a su acompañante que luchaba contra el enojo y la vergüenza.

No todos los días se ve a Akutagawa Ryūnosuke usando un vestido guinda con muchos vuelos y detalles de encaje, aunque debe admitir que ese color realmente le queda y la forma de la prenda hace resaltar su figura delgada.

Mientras tanto, él viste un traje de príncipe con guantes blancos, botas e incluso una capa. Es un tipo de broma irónica por parte de su senpai pues, según sus palabras, Atsushi es siempre la damisela en aprietos que es acosada por un montón de pandillas de estudiantes —ni siquiera sabe con qué fines— y Akutagawa es el príncipe encantador que va a su rescate y ahuyenta a los malvados.

Así que invirtió los roles.

Atsushi toca el botón de reproducir  y al instante el espacio se ve inundado por la melodía de Cantarella.

Ambos, al ritmo del violín, empezaron a dar giros casi en puntas en un círculo por el salón. Atsushi abrió la boca para empezar con la letra.

"Nuestros ojos se empiezan a encontrar dentro de este mundo de inquietud, deja de fingir, sé que sabes bien el secreto de mi obsesión"

Juntaron sus manos y continuaron con la coreografía, se supone que esa parte debían interpretarla juntos pero Akutagawa aún era renuente a cantar, apenas toleraba dar giros como una insulsa bailarina de ballet y tomar una actitud tímida de adolescente infantil.

"Mis palabras son tal como el cristal, poco a poco empiezas a caer, pero siento que sabías la razón y entregaste todo por tu amor"

Atsushi se sentía estúpido haciendo esas poses tan ridículas muy mal actuadas, sin mencionar que Akutagawa aún lo dejaba cantando solo. Llegó a la parte de su interpretación y baile mientras Akutagawa se sentaba y disimuladamente intentaba bajar la falda del vestido que se le subía. Atsushi hizo sus piruetas y saltos ignorando el hecho de que en una pisó mal y casi se va de bruces al suelo pero continuó con el show a pesar de las punzadas en su tobillo.

"Un amor común detrás de la ilusión, y hoy, mi trampa voy a tender"

Atsushi extendió su mano hacia Akutagawa que, sin dejar su expresión de molestia, la tomó y esta vez sí lo acompañó en el canto para su sorpresa.

"No podré esperar al fin poder lograr, ¡capturarte!"

Chūya se aguantó la risa por el gallo que emergió de la garganta de ambos chicos en esa última nota aguda que no alcanzaron. No conocía la canción pero le parecía bastante linda y romántica, no lucía del gusto de Dazai.

"En la oscuridad de este calabozo, así, atada te quedarás. Y el aroma del sudor que emana en ti por fin se adueña de ti~"

Retiró lo dicho.

Ambos jóvenes volvieron a girar mirándose mientras se acercaban para terminar con Akutagawa arrodillado en el suelo y sosteniendo la mano de Atsushi que aún estaba de pie. El último mordía su labio para no gritar de dolor por su muy probable esguince mientras el primero estaba considerando cambiarse de nombre y mudarse a otro país para olvidar que esto pasó.

—Yyyy ¡corte! ¡Me gusta, se queda! —Dazai apagó la cámara y la guardó en el bolsillo dentro de su chaleco, por nada del mundo podía permitirse un robo de tan valioso contenido.

Chūya por fin se permitió soltar la gran carcajada que guardaba desde hacía rato. Entre tanto, los más jóvenes se dejaron caer al suelo lamentando el momento de su concepción.

—Miren el lado positivo chicos, ya tienen un baile y vestuario para la graduación.

—¡Eso no ayuda, Dazai-san! —replicaron simultáneamente.

—¿Qué tal un pase directo al club de teatro? Después de ver su interpretación seguro los aceptan.

Atsushi y Akutagawa tuvieron reacciones muy diferentes que dejaron impactados al par mayor.

—Algún día lo mataré, Dazai-san.

—¡Por favor, ya no me avergüence más, Dazai-san!

El primero pertenece al albino y el segundo, al azabache. En definitiva, ya estaban fuera de sus personajes.

 En definitiva, ya estaban fuera de sus personajes

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Shin Soukoku Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora