Capitulo 1

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Vida Común

Como todo adolescente voy a la preparatoria. Estoy estudiando y trabajo tiempo nocturno en una fábrica. Después de que mi padre murió me fui a vivir con mi madre a una ciudad a lado de la frontera de lado mexicano.

Mi madre no sabe que soy una narcotraficante, sabe que mi padre se dedicaba a eso, pero no que yo seguiría con el negoció. Ella no sabe que tengo planeado para seguir al idiota que asesinó a mi padre. No sé qué pasará con ella una vez que ponga mi plan en marcha. Pero jure sobre la tumba de mi padre, así que haré lo que prometí.

Me encuentro en mi habitación me estoy alistando para irme al colegio. Uso una peluca de color castaño, de bajo de ella está mi cabello "natural" lo pinte de color azul, lo tengo hasta la cintura. Uso la peluca por qué mis enemigos saben que la Reina tiene el cabello azul hasta la cintura, es por eso que la uso, para que no sepan que quien soy, tampoco han visto mi rostro. Así que me facilita las cosas.

-¡¡Mamá dónde está mi mochila!!.- grite desde la plata de arriba-. ¡¡No las encuentro!!

-Esta a lado de tu cama querida.- respondió

Mi madre se puso contenta cuando supo que me iría a vivir con ella y con su prometido Rodrigo. Se puso contenta hasta el punto de llorar de felicidad. Mientras me alistaba me entró una llamada de mi mejor amiga Jessica.

Llamada

-¿Bueno?
-Nat, ¿Ya estás lista? Ya estoy llevando a tu casa.
-Si buenos días para ti también Jess. Ya estoy lista ahora bajo.
-Ok

Fin de la llamada

Termine de acomodarme la peluca, tome mi mochila y baje corriendo las escaleras.

-Mamá, lo siento pero no voy a alcanzar a desayunar, Jessica está punto de lle...- no termine de decir cuando sonó un claxon afuera. Me hacer que a mi madre y le di un beso en la frente y la abracé muy fuerte.- Te amo mamá.- tal vez esa sería la última que que la viera.

-Tambien te amo querida.

Una vez me despedí de mi madre, salí de casa y me adentre al auto de Jessica.

-Tardaste mucho niña.- Quito el seguro del copiloto.

-No seas desesperada apenas tarde dos minutos.- le di un beso en la mejilla-. Mejor vamos.

Una vez se dispuso a manejar, íbamos cantando, contando chistes, hablando de cualquier cosa hasta llegar a al colegio. Me baje y a lo lejos pude ver a mi novio Javier.

-Hola amor.- le dije dándole un beso

-Hola pequeña, ¿Acaba de llegar?.- pasó un brazo sobre mis hombros.

-Sip, te párese que saliendo del colegio vamos a comer.- dije dándole una sonrisa.

-Claro hermosa.- respondió de la misma forma.

Nos fuimos a nuestros salones. Las clases concluyeron normales. Estábamos en la última clase, que era la de ciencias. Me encontraba hasta el fondo observando por la ventana, grabando me cada detalle posible.

Pero, lo único que no podía sacarme de la cabeza era que el día de hoy sería el último día en el que todo esto valla a terminar.

Tengo que ir por el, cuente lo que cueste. Por qué no puedo esperar hasta ser mayor de edad, por qué si me atrapan me llevarán a un titular de menores y no a la cárcel en si.
Mis planes ya están hechos, cada detalle de ellos estás grabados en mi memoria, solo falta el momento adecuando para ponerlo en marcha.

Y ese día era hoy.

Al salir de la clase de ciencias, Javier pasó a buscarme a la hora de salida, subimos a su moto y nos dispusimos a ir a una cafetería que a mí me gustaba mucho.

-Mi amor ahí está la cafetería.- dije apuntando a la esquina donde se encontraba la cafetería tres estrellas.

-Ya la mire princesa.- respondió con una sonrisa.

Al llegar a la cafetería, entramos y una camarera nos guío a una mesa, nos sentamos en una que estaba pegada a la ventana. La chica tomo nuestra orden y se fue. Después de 20 minutos llego con nuestra orden.

Mientras comíamos y charlamos entraron una hombres con máscaras que empezaron a asaltar el lugar. Asustada saque mi teléfono para llamar a la policía, pero uno de los hombres me vio y me disparó en el hombro izquierdo.

Cai al suelo como un saco de papas, Javier se acercó a mí.

-Por Dios Natali, resiste la ayuda viene en camino.- dijo tomando mi mano.- Por favor resiste, no me abandones.

-Te amo.- dije en un lento y nudo susurro.

Después de eso, obscuridad. Obscuridad total.

Una Narcotraficante. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora