Una Narcotraficante.

Capitulo 5

Ven conmigo

Ahí estaba, delante de mí con una expresión de miedo y preocupación se acercó con cautela, tenía miedo de que en cualquier momento que me tocaras fuera a desaparecer. Hasta que me tocó la mejilla, uff ya extrañaba su tacto.

-hola principito, me extrañaste?.- en cuanto termine de hablar se abalanzó sobre mí y me besó, dios extrañaba el sabor de tus besos. Duramos unos minutos así, hasta que el se separó.

-Como es esto posible, yo miré cuando te dispararon y cuando te llevaron a la morgue.- dijo un poco alterado-. Fui a tu funeral, mire cómo te enterraban.

Cuando terminó de hablar baje un como mi chaqueta de cuero y le mostré mi hombro donde se encuentra la herida que aún seguía vendada. Javier no quitaba su cara de sorpresa en todo momento.

-Tenia que decirte esto tarde o temprano, pero no supe cómo, después de mi “muerte” evite en todo momento venirte a buscar, pero me di cuenta de que no puedo estar sin ti, así que tome la decisión de venirte a bucar. Y decirte lo que tuve que decir desde el principio.- tome aire y lo solté-. Yo soy La Reina.

Tome la parte delantera de la peluca y tire de ella hacía atrás, mi larga cabellera azul se extendió hasta mi cintura. El al verlo quedó en shock.
Sin saber que la narcotraficante más buscada del mundo estaba delante suya. Pero mucho menos que fuera su novia.

-No, esto no puedo estar pasando.- dijo dándome la espalda y se jalaba el cabello.

-Pues si lo es, yo soy la hija del jefe.- respondí sería.

-Pero nadie le a visto la cara, y no saben cuál es su nombre real, solo la conocen por el apodo que su padre le puso cuando falleció.- lo dijo con una rapidez que tuvo que nomás mucho aire después de terminar.

-Al parecer sabes todo sobre mí hee.- dije con una sonrisa divertida.

-Lo se todo sobre ti.- susurro sin despegar sus ojos de los míos.- pero aún no lo entiendo. Tu, una chica super tímida, eres muy pacífica, no te gustan las peleas, y las evitas a toca costa. ¿Como puedes ser ella?

-Puedo explicarte todo lo que quieras, pero antes de eso.- tome sus manos-. Quiero que vengas conmigo.

Su expresión lo digo todo, estaba asustado, feliz, pero lo que me más me sorprendió fue su mirada de confianza. Pero sabía que tenía que pensar bien esto, ya que tenía que dejar todo atrás. En especial a sus padres.

-¿Que pasará con mis padres?.- me interrumpió de mis pensamientos.

-Escuchame bien.- lo tome de las mejillas-. No puedo obligarte a que vengas conmigo...

-Claro que quiero ir contigo, no quiero separarme de ti nunca más, no otra vez.- me interrumpió.- que tenemos que hacer.

-Aremos lo mismo que yo hice.- me miro confundido-. Aremos tu supuesta muerte.

-¿Que?.- dijo asombrado-. ¿Estás segura?

No estaba segura al 100%, pero en ese momento me llegó una idea a la cabeza, será el plan perfecto en esta situación. Puede que funcione a la perfección.

-Tengo un plan.- sonreí

-Así, ¿Cual?.- dijo haciendo una sonrisa divertida.

-Tendrás que suicidarte.