Capítulo 4

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Ya con el pijama puesto, Marinette sentada en su cama miraba fijamente el uniforme que colgaba de la percha en el armario.

Consta de una camisa blanca lisa a la cual se añade una corbata de cuadros roja, los mismo cuadros que están en la falda de tablas, y una chaqueta negra con lo que supone que es el emblema de su nuevo instituto. Annaisha también les dio unos zapatos negros muy simples que les dijo que deben de llevar siempre para andar dentro del instituto y varias media negras de distintos tamaños.

Además, está el chándal para los días de educación física. Desafortunadamente, para Marinette, el penúltimo año de instituto sigue teniendo educación física en Japón. Y aunque Marinette hace esgrima desde hace cuatro años, no soporta esas clases inútiles de gimnaria. 

La parte de abajo de chándal es un pantalón básico negro con dos líneas, una roja y una blanca, a ambos lados del pantalón. La chaqueta es predominantemente roja con las mangas negras y las dos líneas con el miso diseño del pantalón. Para llevar debajo tienen varias camisetas blancas básicas. Al ser el uniforme de chica también contienen una versión extramadamente reducida del pantalón de chándal que Marinette ha tomado por machista y denigrante para la mujer y ha decidido no ponérselo jamás ni aunque se ase como un pollo.

Marinette opta por las medias que llegan hasta la rodilla, una que trajo desde parís con unas orejas de gato en la parte superior y en blanco los detalles de la cara del animal.

¡Qué kawaii!

-Oye, ¿te vas a quedar mirando con cara de tonta el uniforme toda la noche o me vas a ayudar a hacer la cena?-Dice Alya entrando en la habitación con las mangas de su camiseta de pijama remangadas y con una espátula en la mano.

-Ya voy, pensaba que seguías teniendo sexo telefónico con tu novio.-Dice Marinette para chincharla.

-Bueno al menos yo tengo.

Marinette pone cara de ofendida y ambas se ríen. Se levanta de la cama y se dirigen a la cocina.

-¿Qué tenemos hoy en el menú?

-Bueno tu eres la panadera.

-Y tú madre es cocinera.

-Touché

Se ponen manos a la obra y preparan un par de omelettes, aunque todo el trabajo lo hace Marinette y Alya se decia a seguir sus ordenes y Marinette a supervisar que no queme la cocina. Se ponen a comer mientras miran en el ordenador de Marinette un canal de noticias francesas. Cuando terminan deciden ver un corto capítulo de Haikyuu y se van pronto a la cama, ya que mañana tienen que madrugar.

Acuerdan en que Marinette pondrá el despertador a las 6:30 para ser puntuales el primer día y por si se pierden.


Y a la hora pactada Marinette desactiva la estruendosa alarma y se levanta para desperta a su amiga. Cede el primer turno de baño a Alya para que se despierte con un buen lavado de cara con agua fría y mientras la pecosa se sirve un bol de leche y cereales. Cinco minutos después se cambian las tornas, Marinette entra al baño para arreglarse y Alya desayuna unos croissants que desgraciadamente no ha hecho su amiga.

Cuando terminan cada una va a su habitación y se pone los uniformes. Al salir se miran la una a la otra.

Marinette puede ver lo bien que le queda el uniforme a Alya que ha decidido dejar más de un botón de su camisa desabrochado mostrando su gran busto.

Mientras que Alya ve en Marinette una estudiante tímida y con unas inocentes medias de gatito.

Es un caramelito para cualquier otaku. Piensa Alya mirando a su amiga recoger la mochila

Se gira y le sonrié a Alya.

-Que, ¿nos vamos?.



Al contrario que otro paseo juntas hacia el instituto, Alya Y Marinette no hablan como si de un día normal se tratase, ambas están concentradas en mirar el móvil y las señales en las calles para llegar al instituto sin problemas.  Cuando ya pensaban que estaban perdidas miran a un grupo de chicas con su mismo uniforme y disimuladamente las siguen.

También hay algunos chicos, todos con el mismo corte de pelo y el mismo uniforme: un pantalón negro, una chaqueta gris con el emblema del instituto y la misma camisa blanca y corbata de cuadros rojos que la suya.

Marinette puede percibir que mientras que ella y Alya acarrean a la espalda sus mochilas tradicionales, el resto de estudiantes llevan una mochila con forma de maletín o directamente esto último.

Al doblar una esquina, multitud de estudiantes vestidos uniformemente se congregan delante de unas enormes puertas hechas de rejas de hierro negras, acorazadas por dos bloques de hormigón gris a ambos lados.

Algunos estudiantes dejan sus bicicletas en lugares preparados para ello, en la entrada y dentro del patio frontal.

Tras pasar las puertas, un enorme pasillo de piedra rodeado de almendros da paso a los estudiantes al enorme edificio de tres plantas. 

-Es...

-...impresionante.-Completa Alya agarrada a su amiga avanzando por el pasillo.

En medio de este, hay una pequeña fuente donde hay gente sentada y a ambos lados el camino se ensancha para tener unos banquitos de madera donde reunirte por las mañanas con tus amigos.

El resto del patio frontal es un verde césped perfectamente cuidado.

Marinette y Alya llegan a las escaleras para entrar al edificio y unos cuantos pares de puertas abiertas las reciben. En su interior hay un tumulto de gente cambiando sus zapatos de calle por los del instituto. Alya y Marinette como ovejas que siguen al rebaño se cambian sus propios zapatos. 

Algunas personas las miran con sorpresa y cuchichean, otros simplementes las ignoran o están demasiado dormidos como para darse cuenta de que son extranjeras, ya sea por sus rasgos o por el idioma que están utilizando para hablar entre ellas: francés.

Miran los papeles donde pone la asignación de aulas y para fortuna de ambas, a pesar de seguir un itinerario diferente en Francia, ambas acaban en la misma clase: 1-B

Ex-ChangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora