Capítulo 4

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Exactamente han transcurrido 28 días desde que Lee Felix llegó a Corea.

28 días en los que ha intentado de todo por mantenerse con vida.

28 días en los que ha tenido que despertar a las 4 a.m para poder llegar a la universidad antes de su primera clase.

28 días en los que ha tenido que ayunar para así ahorrarse el dinero o la comida.

28 días en los que Felix estaba despierto hasta la 1 a.m estudiando Coreano.

28 días durmiendo en un lugar poco higiénico, a pesar de que el australiano siempre procurara tener todo limpio y ordenado.

28 días en los que Lee ha caminado por uno de los barrios más peligrosos de Seúl.

28 días en los que Lee Felix ha vivido en unas circunstancias que jamás imaginó vivir.

El castaño, agotado, introdujo la llave de su departamento para después abrir la puerta de este.

El departamento que Felix ha estado rentando durante estos 28 días es increíblemente reducido y feo. Tanto que desde la puerta se puede ver todo. El comedor-escritorio, la cama, el refrigerador y la pequeña estufa, además de poder apreciar como la pintura se estaba cayendo y en el techo las manchas de humedad. También a un costado del refrigerador la puerta para el diminuto baño.

Felix arrojó su pesada mochila a la única silla del lugar y se dejó caer en la cama, que al sentir el peso de Felix (que no era demasiado) rechinó con fuerza.

«Si duermo ahora, mañana tendré más energía»

Pensaba el pecoso mientras cerraba sus ojos, pero al instante, recordó que no podía, tenía que cumplir con el ensayo y aún no llevaba ni la mitad.

En ese instante, le entraron unas ganas increíbles de tomar una ducha, sin embargo esta tocaba hasta el Jueves que el vecino hace algo raro con su sistema de agua y Felix puede usar la de el sin pagar. Y podría aguantar, pero recién era lunes y ya se sentía sucio.

Con pesadez se levantó y abrió rápidamente el refrigerador para sacar un pedazo de queso.

-Yunmin... Ven aquí. -El australiano hablo en voz baja por que no quería molestar a los vecinos.

La pequeña rata al oír el nombre que le habían designado y oler el exquisito aroma del pequeño pedazo de queso que el nuevo inquilino del departamento había dejado en el suelo, salió de su "hogar" que literalmente se encontraba debajo del pequeño refrigerador.

Para Felix, Yunmin era su único amigo.

Cada noche que Felix estaba estudiando y a punto de caer dormido sobre sus apuntes, su pequeño amigo mordisqueaba su pantalón despertando a Lee.

El australiano a pesar de no tener mucho dinero, procuraba siempre tener algo para que comiera Yunmin por que era un buen raton.

Desde el día que Felix colocó un pedazo de pan en el suelo para que "la rata amistosa" comiera, está se ha dejado acariciar por el pecoso unas cuantas veces.

No importa lo raro que suene pero Felix le había tomado cariño a esa rata amistosa y se sentía bien por qué ahora estaba seguro de que no se encontraba solo.

Mientras el pecoso miraba y acariciaba a su peludo amigo, su mente viajaba a distintos lugares a la vez pero eso no quitaba la sonrisa que tenía en el rostro mientras veía a Yunmin comer.

Si el jamás hubiese entrado al intercambio, todo fuese distinto.

Si en algún momento hubiera hubiera revelado su homosexualidad ante sus padres y estos lo hechasen de la casa, tenía amigos y familiares que le podían haber dado techo mientras conseguía un lugar donde vivir, hubiese podido trabajar en la tienda de su tío o en la bodega de su abuelo, pudiese dormir más de 3 horas diarias y no tendría problemas con el idioma. O simplemente, seguiría viviendo en su casa y transportandose a la universidad en el Nissan de su mamá.

Beautiful Destiny [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora