Rafael Valtersen, no está preparado para poner en riesgo su vida por un partido de fútbol americano. Sabe que es más hueso que carne y su mundo gira en su vía de escape: la música, donde puede viajar a otro espacio y tiempo.
Lara Foster, no es la pe...
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—El día lunes será la evaluación del segundo parcial, así que estudien y sorpréndanme, nos vemos el jueves, ya pueden retirarse —dejo escapar un suspiro de cansancio cuando el profesor se retira.
Comienzo a recoger mis cosas para salir, pero Patrick se interpone en mi camino. ¿Y si lo empujo por la ventana?
El chico de facciones marcadas, me analiza con la expresión seria, por mi parte, prefiero no hacerle mucho caso a su presencia para evitar que mi buen humor se esfume por su culpa. ¿Quién se cree?
—Recuerda, tenemos que ensayar, en-sa-yar. Tal vez hoy, ya no nos volvemos a ver hasta el jueves.
¿Hoy?, hoy le he pedido permiso a mamá para que mis amigos vayan a la casa, en tanto no hagan un desastre, claro. Con ese par suele ser impredecible sus bromas. Y no sé si la idea de que Patrick se nos una sea divertida y ni de chiste iré a su casa. Así que analizo la situación llevándome una mano a la barbilla.
—Bien, hoy saliendo de aquí en mi casa. Solo te aviso que tendremos público.
—De acuerdo —blanquea los ojos —te veo en tu casa.
Salgo pisándole los talones y trato de caminar más lento para perderlo de vista. Saco mi celular para avisarle a Mais que ya he salido de mi clase, ella no me responde al cabo de un rato e intento con Daryl. Supongo que mi amiga aún no la retiran de su clase de voleibol.
Me doy por vencida cuando ninguno de los dos contesta y prefiero esperarlos entre las bancas que están justo en la entrada de la escuela. Algunos clubes terminan temprano y los alumnos comienzan a retirarse.
Unas risas ocasionan que abandone mi mundo y alzo la vista hacia la dirección donde provienen. Una masa de chicos y chicas salen de la escuela cargando algunos sus instrumentos guardados en fundas, entre ellos está Rafael, quien solo lleva en la mano una carpeta. Cuando voltea a ver en mi dirección enseguida bajo la vista y miro la pantalla de mi celular como si nada.
No tarda ni un segundo y lo escucho carraspear frente a mí. Trato de actuar sorprendida.
Sí, bendita sean las clases de teatro por hacer de mis días más sencillos para interactuar con el mundo.
—Hola —me dice sonriendo.
¿Qué acaso nunca deja de hacerlo?
—Hola.
—¿Esperas a alguien?
—Sí —arrugo la nariz. Siento las manos sudarme ante su presencia —estoy esperando a mis amigos, pero han tardado bastante.
—Entonces estamos en la misma situación. Yo espero a mi hermana a que salga de la clase de artes visuales y a mi mejor amigo, Fred.
Asiento en modo de respuesta y sin querer veo las palmas de sus manos. Enarco una ceja y señalo en su dirección con una mano.
