Rafael Valtersen, no está preparado para poner en riesgo su vida por un partido de fútbol americano. Sabe que es más hueso que carne y su mundo gira en su vía de escape: la música, donde puede viajar a otro espacio y tiempo.
Lara Foster, no es la pe...
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Mi definición acerca de las estrellas no se refiere a que son aquellos puntos brillantes en el cielo nocturno...
Aunque en mi defensa, la mayor parte del espacio que podemos observar está vacía, no es que el resto del espacio carezca de mi interés, bueno, solo un poquito. Sencillamente es inevitable que nos fijemos en el brillo de cada estrella. ¿A quién no le emociona demasiado como contemplar un cielo nocturno estrellado?
Pero, las estrellas no solo se encuentran a millones de kilómetros de distancias, ni tan poco están hechas de gas, también podemos encontrarlas aquí en la tierra y las hay con diferentes capacidades y habilidades en todo el mundo, oh, no estoy loca ni tampoco se me ha zafado un tornillo.
Así es como considero a las personas que están cerca de mí, cada uno brilla a su manera, a su modo.
Sin embargo, habiendo tantas estrellas, me fijé en una fugaz. Y no quiere decir que las estrellas fugaces sean mejores que el resto. Sino que tienen algo que los caracterizan, son pedazos de rocas pequeñas que se queman cuando entran a la atmósfera. Pero algunas pueden brillar mucho o poco.
Rafael Valtersen por un tiempo fue un meteoro, inmerso en la oscuridad que poco a poco se quemaba, entonces, con una gran velocidad fue trazando su trayectoria, venciendo todos los obstáculos y recaídas que tenía en su largo viaje hasta que de pronto su brillo comenzó a percibirse por todos y así se ha mantenido durante todo este tiempo siendo cada vez más brilloso. Así es Rafael. Se necesita un poco de caos en la vida de alguien para colisionar y crear miles de estrellas, que terminan siendo sus esperanzas y oportunidades.
Ahora mismo está a punto de trepar al escenario, ha hecho una actuación espectacular de manera grupal y ahora es su turno de disfrutar su solista. Yo también estoy ansiosa por pasar con mis compañeros y compartir la obra que tanto hemos ensayado con esfuerzo. Aun no puedo creer que este sea el último día asistiendo a la preparatoria. ¡Nos hemos graduado!, bueno, al día siguiente será la ceremonia, pero..., ¡ya nos graduamos!
Esta noticia trae nostalgia y nervios a flor de piel para todos. Sobre todo porque nuestro futuro es incierto.
Término de aplicarme un poco de labial y me echo un último vistazo en el espejo. Enseguida veo en el reflejo a Fred tratando de calmar a Rafael. Volteo para ir con ellos.
—¡Tienes que hacerlo, amigo!
—Ya me dieron ganas de devolver la comida y no es nada lindo —le escucho decir. Cuando caigo en la presencia de ambos el semblante del chico se relaja.
—Debes prepararte ya, tú estás hecho para esto —comienzo a decir mientras sujeto sus hombros.
—Exacto, además ya has enfrentado al público en otra ocasión.
—Solo fueron cuatro personas —murmura y se pasa ambas manos sobre el cabello.
—Realicemos un ejercicio —sugiere Fred y asiento con la cabeza —es para que te tranquilices.
