Una línea delgada // The Thin Line [COMPLETA]

Capítulo 35

Kongpop POV

Mi teléfono vibro una vez más y ni siquiera tuve que leer el mensaje entrante para saber de quién era o qué habría dicho.

Este debe ser casi el decimoquinto mensaje en las últimas 2 horas de P'Arthit con casi una variación de "¿Cuánto tiempo más" o ''¿No has terminado?''  Y, por lo tanto, mi decimoquinta respuesta se mantuvo constante en "P'Preet todavía no ha vuelto de su cita". Y al mirar el reloj, indicando que estaba cerca de ser la una de la madrugada, dudo que vuelva a casa esta noche.

Y seamos honestos, eso francamente apesta. Habiendo frustrado con éxito cualquier posibilidad de que me follara esta noche, ella tenía suerte. Y aquí estaba yo, siendo golpeado y arañado por sus gatos toda la noche, lo que finalmente terminó con ellos felizmente acurrucados encima de mí para dormir. Un malvado engendro en realidad insiste en dormir en ninguna otra parte que no sea mi cabeza. Confíen en mí, me he tragado tanto pelo de gato en una noche que estaba seguro de poder competir con ellos lanzando bolas de pelo. Y no ayuda en absoluto que mi novio me siga enviando mensajes de texto con la esperanza de renovar nuestra casi beso en el armario hoy. Manteniendo tremendamente mi erección terriblemente dolorosa. Con nada más que estos gatos viciosos haciéndome compañía.

En algún momento, probablemente debería renunciar a las esperanzas de volver a casa esta noche y moverme a la habitación de repuesto, pero como soy una mula obstinada, mantuve mi trasero muy firmemente en el sofá, mirando fijamente la puerta principal, constantemente Imaginándola caminando a través de ella en cualquier instante. Sin embargo, no me di cuenta de lo aburrida que era su entrada, ya que no tardé mucho en cerrar mis ojos, que repentinamente se abrieron cuando escuché susurros fuera del apartamento. No creo que me haya movido tan rápido en mi vida, un gato en cada brazo y uno todavía firmemente apoyado en mi cabeza cuando abrí la puerta principal.

—P'Arthit? ¿Qué estás haciendo aquí?

—Vine a ver lo que estabas haciendo. No me di cuenta de que te tomabas el cuidar a los gatos tan literalmente.

Ambos miramos al gato sobre mi cabeza que aún no se había movido un centímetro a través de toda la actividad mientras él se acercaba y lo arrebataba, colocandolo a el y a sus compatriotas en la cama, abriéndose camino hacia la sala.

—P' realmente no deberías estar aquí. P'Preet nos matará cuando regrese. Espera, a mi. Ella me matará cuando regrese.

—¿Porque te estás volviendo loco al respecto? Estoy aquí solo para hacerte compañía.

—Dudo que P'Preet lo vea de la misma manera. Necesitas irte antes de que ella te encuentre aquí y encuentre formas más innovadoras de hacer de mi vida un infierno. Tiene un mes más para terminar y ya limpié sus pisos 10 veces.

—Oh, vamos, son más de las 2 de la mañana. Los dos sabemos que no volverá a casa esta noche. Me iré antes de que ella regrese. Lo prometo.

—P' me vas a meter en un montón de problemas. ¿Sabes lo malvado que es P'Preet? Ella realmente tratara de...

Pero antes de que pudiera completar mi declaración bastante importante, me había agarrado por la parte posterior de mi cuello y me había acercado a él, nuestras bocas chocando entre sí. Sin perder un instante, sus labios consumieron los míos, asegurándose de que no hubiera una oportunidad para que me separara y continuara mi protesta muy válida. Y obviamente no me tomó mucho tiempo olvidarme de mis argumentos racionales cuando comenzó a pasar sus manos por mis hombros y mis brazos para llegar a mi cintura y empujarme más cerca de él.

—¿Alguna vez te he mencionado que hablas demasiado?

Y se inclinó para usar mi boca para un mejor uso una vez más. Estábamos casi instantáneamente perdidos en explorar los gustos del otro. El hecho de que P'Preet pudiera regresar a casa en cualquier momento ya había dejado mi mente. Obviamente, mi lujuria desconcertada no podía pensar mucho más allá del hecho de que después de un día largo y tortuoso finalmente pude pasar mis manos por sus músculos tensos o que estábamos luchando con avidez por dominar la boca del otro, mientras que sus manos habían encontrado su camino debajo de mi camisa una vez más masajeando mi piel entintada.

Dejé escapar un fuerte gemido cuando apretó su polla erecta contra la mía, su boca de nuevo en el lugar del chupetón anterior como si quisiera marcarlo de forma permanente. Estaba a punto de alcanzar el botón de sus pantalones cuando fuimos interrumpidos por tres gatos maullando.

Él los miró por un breve momento antes de tomar mi mano y marchar hacia el baño más cercano, empujándonos tan rápido como pudo y cerrando firmemente la puerta detrás de nosotros.

Estaba dudando entre plantear mi objeción a cualquier cosa que estuviéramos por hacer como una idea horrible, ya que en ese momento nos estábamos buscando con mucha pasión en el baño de P'Preet y, alternativamente, ayudándolo a quitarme la camisa. Obviamente, la opción dos fue claramente la ganadora ya que ahora estaba atacando activamente mis pezones, amasando vigorosamente mi trasero al mismo tiempo. En el momento en que encontró el camino de regreso a mis labios, ya había renunciado a la idea de discutir y lo empujé contra la puerta, arrodillándome frente a él para darnos a los dos un merecido regalo.

Su espalda se arqueó casi involuntariamente cuando mi mano lo rozó mientras bajaba lentamente la cremallera de su pantalón, y empujó ásperamente ambas manos en mi pelo para guiar mi boca hacia él tan pronto como había salido de sus boxers.

Hace un año hubiera apostado mi fortuna a cualquiera que hubiera insinuado el hecho de que algún día le daría una mamada muy entusiasta a P'Arthit, y en casa de otra persona. Pero actualmente, esa parecía ser la tarea más importante que jamás realizaría.

Cerré suavemente mis labios sobre su punta y lo oí soltar un fuerte gemido.

—¡Oh mierda! ¡Kong!

Esto solo me emocionó más y lo tomé más profundo en mi boca. Lentamente lo empujé tan atrás en mi garganta como pude, mi lengua se movió a lo largo de su miembro, sintiéndolo contraerse ligeramente con el servicio de mi boca, labios y dientes.

Su agarre en mi cabello se tensó mientras me guiaba para maximizar su placer. A veces, sosteniendo mi cabeza firmemente contra él para llenarme hasta el borde, o instándome a moverme a un ritmo que lo empujaba hasta el borde. Todo mientras él masajeaba y acariciaba mi cuero cabelludo mientras seguía jodiéndome la boca hasta que pude escuchar que su respiración comenzaba a disminuir. Sus caderas se mueven a una velocidad intensa. Tomó mi rostro con ambas manos cuando nuestros ojos se encontraron y pude sentir el apretón de sus bolas listo para llevarlo hacia su clímax.

—¡Ah! ¡Kong! Estoy... estoy...

Él disparó carga tras carga de su semen por mi garganta más rápido de lo que podía tragar, su longitud aún masivamente erecta llenaba toda mi boca. Todos mis sentidos abrumados con la sensación, su olor y su sabor. Y todavía no podía tener suficiente de el.

Una vez que sentí que su orgasmo finalmente retrocedía, comencé a lamerlo para limpiarlo, mientras pasaba sus dedos con ternura por mi cabello. Nos miramos el uno al otro una vez más, una sonrisa satisfecha había tomado su rostro.

—Kong, yo...

Y obviamente, como con todo lo que hay en este universo, mi vida solo tiene que lanzarme bolas curvas en todo momento. Así que aquí estoy arrodillado frente a P'Arthit, su polla todavía en mi boca, en el baño de P'Preet cuando escuchamos los fuertes golpes en la puerta principal.

—¡Koooooonggggg! ¡Abre la puerta, Kong!

¡Mierda! Estoy tan jodido. Y ni siquiera de buena forma.