I.-Lo vi.

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Desde mi primera aparición dentro de esta falsa actuación solo un invocador me a despreciado tanto como él, no tolera que esté en sus manos ni muchos menos tener que estarme cuidando de ser asesinado por otros, cada día es la misma farsa ante todos, elogiado por algunos odiado por otros pero su desprecio es lo que me da vida en estos momentos, nadie se a dado cuenta de la ventana que nos une con nuestro invocadores, salvo yo, aunque... recuerdo el primer día que lo vi, a él...ese día estuve en sus manos y seguir su voluntad era una verdadera obra de arte.

Una batalla dentro del abismo de los lamentos, un lugar con vientos helados donde puedo pintar el hielo de rojo a mi gusto, una muerte tras otra, detrás de todos esperando a mi próxima víctima, sin embargo me encontraba muy por detrás de todos a cómo debía ser, en ese momento escuche su voz por primera vez...

-No me gusta...-

-Es muy lento..-

-¿Cada cuatro golpes?...me hubiera quedado con Zac-

Muy fastidioso estar escuchando esa voz, pero..¿De donde venia?, solo Sona puede escuchar a los invocadores en su mente, ¿Porque puedo escucharlo?, ¿Tanto lo desespero? Si es así ¿Porque sigue pintando de manera tan elegante el hielo color carmesí con mis habilidades?. Preguntas sin respuesta era tedioso concentrarme en mi mismo y luego en esa voz tan distorsionada, por estar pensando en mí no obedecí una indicación, me quede parado y la muerte me tomó en sus brazos...

-Ya era hora, si no nunca hará nada esta cosa-

¿Cosa? ¡¿Me llamo cosa?!, la sangre me hervía de coraje, en ese momento de enojo voltee a buscarlo con la mirada retando a que me diera la cara, pero solo vi un destello de luz entre sombras y ahí estaba mi invocador desviando la mirada mientras renacía, no le importaba como estuviera ni que sintiera, le daba por igual, su desprecio hacia mi era eminente, quería saber por que me trataba de esa manera sin siquiera haberle hecho algo.

Renací y nuevamente matarme era complicado, el hielo bajo mis pies se tornaba cada vez más rojo e interesante, al asesinar a cinco de mis enemigos elegantemente, pero a él... no pareció importarle. Bajo la mirada buscando algo eso me puso aún más furioso de lo que estaba, deseaba meterle una bala en la cabeza ante su desprecio por mi pero eso era lo que me hacía sentir curiosidad por él, quería saber por qué tanto odio hacia mí deseaba verle frente a frente, pero los campeones tenemos prohibido hablar con los invocadores jamás podría hablarle o tan solo meterle esa bala en la cabeza.

Al terminar la batalla salió rápidamente de su conexión de invocador conmigo, me quedé sin palabras por no escuchar algún elogio sobre mi de su parte, se quedó callado sin previo a decir aunque sea "adios", los meses pasaron y de vez en cuando lo observaba en otras batallas en contra, deseaba saber quién era, siendo yo codicioso cuando le tocaba defenderme, su propia vida daba por salvarme, solamente cuando éramos enemigos era el primero que asesinaba sin importar a quien llevara en sus manos, era desesperante y mi limite llego cuando lo vi llevar en sus manos a mi enemigo principal....Zed

-Almenos eres más útil-

-¿Cómo se posiciona?

-Qué más da, no es de mis favoritos pero vere que pasa-

Sus elogios, su forma de hablarle, su forma de analizarlo y verlo con compasión me hicieron enfurecer más, prefería conocerlo a él que darme una oportunidad a mi, sin pensarlo y debes en cuanto intente asesinar a Zed de forma directa y efectivamente no sabía acomodar sus sombras le costaba trabajo pero...se reía...con él, ¿Por Qué?, ¿Qué sucede para que su desprecio sea tentador y a la vez me sea molesto?, mis pensamientos me inundaban cada vez más, perdía el control de mi mismo, mi propio invocador no sabía que sucedía, hasta ese momento en que no vimos venir a Zed hacia nosotros, colocó correctamente las sombras, explote sobre la nieve y el hielo del abismo de los lamentos se pintó con mi sangre junto a ello mi corazón y mente se quedaron perdidos en el limbo por sus palabras...

-¡Lo logre!- riendo - finalmente pude matarlo, no sería mala idea aprender a jugar a Zed en su totalidad, lo practicare mas seguido.-

Esas palabras se quedaron para siempre en mi mente, así que busque su conexión de invocador con Zed y me grabe su nombre pero no su rostro, estaba decidido a confrontarlo rompiendo las reglas principales de Runaterra:

Yo lo invocaria dentro de nuestro mundo.

Orgullo benevolente -------- Luna Sangrienta.Where stories live. Discover now