Orgullo benevolente -------- Luna Sangrienta.

V.- Orgullo benevolente

A la mañana siguiente me despertó el sol en la cara, me levanté y fui a la habitación de Dian pero estaba vacía, ¿A donde pudo haber ido?, la busque por toda la casa y la encontré sentada en el sillón leyendo uno de los libros que contienen la historia de Runaterra.

-Vaya despertaste temprano-

-Buenos días Jhin- me respondió fríamente

-Veo que te interesa mucho la historia de Runaterra, ¿Alguna razón en especial?- le pregunté con mucha curiosidad-

-Nada en especial, solo me gusta este mundo, por cierto, quiero pedirte algo- dejo el libro a un lado mirándome ruborizada

-¿Qué sucede?, no creas que te podrás apoderar de esta obra de arte tan perfectamente fácilmente- intente bromear con ella pero no reaccionó.

-Payaso, no, quiero pedirte algo un poco personal, ¿Me acompañas a tu habitación? - se ruborizó bastante y yo tampoco pude evitarlo.

-¿Qué me quieres pedir Dian?- se levantó del sillón y me tomo de la mano guiándome a la habitación, mi corazón latía ¿Qué iba a querer? ¿Iba hacerme algo? ¿Me sofocaba? ¿Qué tramaba?.

-¿Jhin usas ese traje?- señalo mi traje del festival de la luna sangrienta, pensé que a lo mejor quería que lo ocupara ya que no le gustaba la máscara que portaba, tal vez esa le agradaba más esa.

- ¿Quieres que me lo ponga?-

-No, ¿puedes prestármelo?, las rosas desgarraron mi ropa y solo traigo la capa del invocador no quiero quedarme así el resto del tiempo que este soportandote- me ruborice bastante al saber que solo tenia su capa puesta encima de las ropas de Jonia, al mismo tiempo su respuesta me dio risa, esa era la actitud que siempre tenía conmigo.

-¿Y por qué no te pones uno de los vestidos de Jonia que están en el otro cuarto?-

-Tu me confundiste con un chico el primer día así que te aguantas, además no me gustan los vestidos-

Solté una pequeña risa y tome el traje de la luna sangrienta lo puse en la cama pero guarde la máscara, no creí que la fuera a usar.

-Cuando estés lista por favor ve al patio trasero ahí hablaremos- salí de la habitación, me hubiera gustado más que fuera un chico a una chica tan testaruda como ella, sin embargo todavía seguía con la idea de la luna, espero y no sea una seguidora de Diana porque entonces sí tendremos serios problemas.

Al cabo de un rato Dian me alcanzó en el patio trasero, no se veía nada mal con mi traje de luna sangrienta, parecía reflejar una parte de mi cuando deleitó al público con mis obras maestras regadas por los bosques, es una pena que sea una invocadora por que podría ser una gran aprendiz mía así como lo es Kayn con Zed, sin embargo Dian no bajaba la guardia ante mi, la casa era bastante grande pero específicamente el jardín tenía cientos de rosas plantadas por Zyra hace mucho tiempo y una mesa de té donde podremos conversar tranquilamente sin ser molestados

- Esta casa perteneció a Zyra y hace poco me la cedió a mi para no ser molestado, por cierto te ves muy bien con ese traje, si pareces un chico- al tener contacto cara a cara con ella pude apreciar que sus ojos brillaban como estrellas al ver tal cantidad de flores, no las tocaba pero si se acercaba a olerlas -Dian siéntate por favor- le indique en la mesa de té pero ella no dejaba de maravillarse con el jardín " Es hermoso" " Por eso el huele de esta manera" sus pensamientos cambiaron, pero pronto conocería por que su actitud hacia mi.

-Jhin, ya que estamos aquí por favor responde el tiempo es corto, ¿Que quieres saber? ¿Por qué me trajiste aquí y en estos momentos?- tomó asiento, yo me senté enfrente de ella tome la tetera y le sirvió una taza de té-