Orgullo benevolente -------- Luna Sangrienta.

IV.- Rosas.

La noche anterior no pude dormir, no tenía pensamientos de ella en mi mente, parecía que había desaparecido, en algunas ocasiones me acerque a su habitación a ver si se encontraba bien pero se había quedado profundamente dormida dejando que la luz de la luna le diera en la cara, se había puesto la túnica negra de invocador encima esperaba que al menos portará las ropas del armario pero su enojo la llevo a dormir de esa manera, me acerque a ella y puse mi mano en su espalda esperaba que no me volviera a aventar contra el suelo, temblaba ligeramente, suspiraba y respiraba muy lento, ¿Era frío o de miedo? tome una cobija y la arrope, dejó de temblar, pero seguía respirando muy débil se me había ocurrido quedarme en esa habitación con ella pero sabía que al otro día me asesinaría sin piedad, me aleje de ella y salí de la habitación con mucho cuidado me fui a mi alcoba para descansar, deseaba que al menos tuviera sueños mientras descansaba pero ella apaga todas sus emociones al dormir.

A la mañana siguiente me desperté muy temprano, tomé un baño caliente comí algo de fruta, limpie mis armas y contemple el amanecer de ese día en Jonia desde los jardines de mi " casa", alcé la mirada hacia su ventana y vi que el sol le daba en la ventana "seguramente despertará en cualquier momento" pero algo andaba mal el hilo azul resplandecía débilmente algo le pasaba, camine a su habitación, estaba acostada y respiraba débil, me acerque a ella, retire uno de mis guantes y puse mi mano en su frente, estaba hirviendo en temperatura.

-Dian, ¿Estás enferma?- le pregunté preocupado

-¿Ah? si, hoy no pienso levantarme, mamá, creo que tú también tu voz se escucha ronca- respondió muy tranquila, creo que no se acordaba que estaba conmigo.

-Ejem..-aclare la garganta- Dian, no soy tu madre, soy Jhin-

-Si mamá lo que...- se giró lentamente y me miro asustada.

-¡AHHHHHHHHHH!- grito al grado de romper la ventana y saltó de la cama poniéndose contra la pared, me tape lo oídos girando mi cara hacia el piso evitando que los vidrios me lastimaran. -¿No...no...fue un sueño?...¿Qué pasó? ¿Qué quieres?- su mirada se torno de miedo y respiraba agitadamente.

- ¿Te quieres calmar? estas enferma y te pones a gritar, te pondrás peor así que ven acá que tienes fiebre y estas sudando frío - me acerqué a ella pero recibí una patada de su parte en la cara-.

-No te me acerques Jhin sabes perfectamente que no te soporto y para tu información estoy resfriada desde hace días y así te ocurrió traerme aquí- su reclamo me dolió más que la patada en la cara por tanto no me dejó opción.

-Eres muy persisten Dian ahora te dije que vinieras aquí-

Me acomode la máscara y saque a murmullo apuntando a su cara, dispare una vez y di contra la pared, se había agachado pero respondió mi ataque tomando una de las armas que estaban en el armario, disparó hacia mis pies los evadí fácilmente ya que murmullo siempre solía dispararse hacia a mi cuando se molestaba, le respondí disparando dos veces hacia donde estaba dejándola acorralada contra el armario y mi arma.

- Recuerda que mi cuarta bala hace mucho daño Dian así que portate bien y ven aquí antes de que te meta una bala en la cabeza y te quedes en este lugar para siempre dentro de las islas de las sombras junto a Tresh-

Apunte hacia su cara pero ella se abalanzo contra mi, salimos por la ventana hacia los jardines principales de la casa donde había en abundancia rosas, deje de rodar haciendo contrapeso con mi propio cuerpo y a ella la vente contra los rosales que estaban inclinados por una pendiente plantados por la misma Zyra, una muerte segura para quien se clavara sus espinas, deseaba verla morir entre las espinas de esas rosas, me había hecho enojar demasiado, su sangre pintaría los pétalos blancos de las rosas una verdadera obra de arte tan perfecta que buscaría la manera de petrificar esa escena en mi mente pero no fue así, logró detenerse a mitad de los rosales y su mirada se tornaba como la de un tigre enfurecido.