Orgullo benevolente -------- Luna Sangrienta.

VIII.- La esfera del invocador.

Fue una noche muy cálida, pude sentir sus sueños fluyendo a través de nuestro hilo de conexión, eran sueños pacíficos, retrataba lo que había vivido tiempo atrás, momentos felices en el mundo de los invocadores, sin embargo había un vació muy grande en su corazón, toda su vida había sido una chica solitaria, sin amigos, encerrada en su propio mundo al cual pocos tenían acceso, me adentre a recuerdos muy personales de ella, no los mencionaré solo diré que tienen parecido a mi pasado, empecé a sentir empatía por esos sucesos, sin embargo tenía miedo de perder a quienes la rodean, era capaz de dar su vida por un ser amado, por eso había adoptado ser un invocador de defensa. Camine en sus pensamientos buscando algún indicio a la respuesta que deseaba escuchar, me encontré un ser de alma muy oscura, se asimilaba a un Darkin, ese ser habitaba en lo más profundo de sus pensamientos, al tener contacto visual con él sentí terror, destilaba un odio profundo, me preguntaba si habíamos sido atacados por alguien mientras dormíamos, pero el hilo de conexión se mantenía en azul, solamente era un sueño y ese ser parecía resguardar con recelo sus sentimientos, por eso no podía sentirla mientras dormía, el es su guardián y ahí lo dejara mientras esté aquí, desvíe mi camino hacia los recuerdos de ambos pero no había nada, me desanime por un momento pero después encontré una flor de loto, la tomE y segundos después desapareció, no quiere decirme que siente ahora, quiero saber, ya no quiero vivir a sombras de los invocadores, especialmente del tercer invocador, de pronto el guardián me atacó sin dudarlo, al parecer me había metido donde no tenía permiso, saque a murmullo y dispare pero este se volvió humo oscuro y una voz salía de él;

-"Nunca toques sentimientos que unen"-

¿Sentimientos que unen?, ¿A qué se refiere?, el humo me envolvió rápidamente sofocándome con su densidad, ya no podía respirar, de pronto desperté en la habitación, agitado, todo había sido un mal sueño. Suspire hondo y voltee a ver a Di, no estaba a mi lado, me asuste por un momento pero se encontraba sentada sobre la ventana viendo hacia afuera.

-¿Acaso no puedes dormir?- le pregunte sentandome en la cama.

-Jhin...¿Cual es el propósito de los invocadores?, tengo entendido que ustedes tienen prohibido hablarnos directamente, solamente nos retan con sus habilidades incluso Sona es el único campeón que se comunica con nosotros a través de pensamientos, tu me escuchaste, me retaste directamente, ¿Por que nadie se ha atrevido hacer eso?, todos los invocadores tienen alguien a quien detestar de Runaterra, pero tu....¿Por que yo?-

Su pregunta me había tomado por sorpresa, realmente no sabia que decir.

-No soy el ser mas indicado para esa respuesta Dian, todos los campeones identificamos quienes son aquellos invocadores que nos detestan pero todos los ignoran, mi orgullo fue el que hizo que te trajera hasta aquí, nos gusta retarlos para explotar sus habilidades, tú misma lo dijistes, ustedes son quienes nos dan su esencia, ustedes nos hacen a nosotros-

-Nosotros...- susurro- es muy muy cruel no dejar ver quienes son ustedes en realidad pero también aveces se vuelven muy detestables.

-¿Soy detestable?-

-Desde mi punto de vista si pero, con el tercer invocador no...-

-¿Y sin invocador?-

-Eres dominante, persuasivo, un artista a sangre fría pero con sentimientos-

Dian se volvía sincera por unos momentos, ¿Acaso ya empezaba a agradarle?¿Que tenía que ver el tercer invocador conmigo?.

-Yo pienso que estas delirando y la luna ya te esta volviendo loca-

-Loca...no, aun no caiga en la locura total estando contigo, será mejor que duerma o empezare a decir cosas que no deben ser- bajo de la ventana y se acostó a mi lado dándome la espalda- por cierto, eres muy frío, no me abraces o amaneceré convertida en hielo-