Orgullo benevolente -------- Luna Sangrienta.

II.- ¿Invocado?

Prefería mil veces a Zed antes que tenerme a mi en sus manos, eso era imperdonable, no puedo soportarlo,decidí traerlo a Runaterra a costa de mi libertad, pero para poder hacerlo tuve que saquear al único ser que podía abrir una dimensión entre dos mundos;

Bardo, robe una bolsa que contenía algunos Meeps, con ellos podría abrir un portal entre nuestros mundo mientras estuviéramos en la misma conexión fuera enemigo o aliado podría traerlo, el problema era adivinar cuándo lo volvería a ver...

Paso mucho tiempo desde esa última vez que llevó a Zed en sus manos, no lo veía en ningún lado, olvide su nombre al cabo de un tiempo, creí que incluso había muerto o había dejado de ser un invocador de Runaterra, al no recordar su nombre pensé que ya no podría sentirlo mucho menos ya no podría verlo, eso era imposible me hacía de ideas tontas y sin sentido, podría identificar su apreciable desprecio hacia mí inmediatamente, era un ser muy fácil de identificar entre todos los demás.

Los días pasaron y ya no me importaba si no aparecía incluso llegué a sentirme contento de no volver a verlo por estos lugares pero a la vez sentía nostalgia de no poder saber de su paradero, hasta ese único día donde todo mi plan se pondría en marcha.

Esta vez dentro de la grieta del invocador al aparecer en ese nefasto lugar lo sentí a mi lado, mi compañero era Braum, su invocador era él, alce mi mirada y ahí estaba sonriendo con Braum, al parecer era uno de los seres que más admiraba de Runaterra, estaba feliz de verlo pero...él cuidaría de mi y esperaba que no me dejara morir a manos del enemigo, sin embargo no podía llevar a cabo mi plan debido a que la bolsa de Meeps la había dejado escondida dentro del abismo de los lamentos, frecuentaba mucho ese sitio hasta pensé que era su lugar de batalla preferido, solo por esta ocasión dejaría pasar su presencia y no le prestaría atención a lo que dijera de mí o de los demás, dejaría que las cosas fluyeran estando en paz conmigo mismo por un momento, mientras me hundía en mis pensamientos la batalla se vio interrumpida antes de iniciar y su conexión la volvi a perder, ¡No!, no debo dejarlo ir, inmediatamente tomé el hilo que lo unía con Braum antes de que se apagara y lo jale hacia mi conectandolo a mi alma esperando que él sintiera que lo estaba esperando, el hilo paso de color azul a gris en el momento que lo conecte a mi, eso me indicaba que seguía presente espere unos momentos, lo obligue por mis pensamientos a ingresar dentro del abismo de los lamentos para poder ir por la bolsa de Meeps, la adrenalina recorría mi cuerpo esperando que accedería a ello, cuando el hilo se puso azul apareci en sus manos había dado resultado la fase uno de mi plan, intento cambiarme con otro invocador pero no se lo permití aferrandome al hilo con desesperación, no insistió en intercambiar, desistio de inmediato:

-Auff, supongo que tendré que soportarte un momento- su ánimo era nefasto conmigo pero no iba a permitir que se me escapará esta vez.

Desvió la mirada nuevamente ignorándome, como repudio cuando hace eso pero debía guardar calma para poder ejecutar mi plan a la perfección aunque tenía un problema muy grande, dentro de nuestro equipo se encontraba Bardo y Aurelion Sol, ellos dos serían una molestia para poder abrir el portal así que todo debería llevarlo a cabo dentro de los primeros minutos de la batalla.

Al entrar al Abismo de los lamentos tome la bolsa de Meeps y espere a que mis compañeros se fueran de la base, aquel invocador alzó la mirada siendo el momento perfecto, estábamos solos..

-¡Invocador ya no te burlaras mas de mi ahora yo seré quien te rete!- abrí la bolsa de Meeps y arroje uno hacia la ventana abriendo un portal entre ambas dimensiones, Bardo se dio cuenta al igual que Aurelion Sol pero ya era muy tarde tome otro Meep y lo fusione a nuestro hilo de conexión, el abismo se llenó de luz azul colocando la batalla en un momento de pausa hasta que yo pudiera escapar de ahí con el invocador.

-¿Jhin, me habló?- fueron sus únicas palabras de asombro antes de que el portal nos tragara llevándonos lejos de todos por el tiempo que sería yo el único que estaría en sus manos..