1

3.5K 204 8
                                    

-llegas tarde...-

Fue el suave reclamo con el que le recibió el moreno al verle aparecer en el callejón, Steve había tenido una misión y quizá se había retrasado un poco en su encuentro con Tony... quizá solo un par de minutos, bueno quizá una hora...

-tienes suerte de que sea tu cumpleaños y no te pueda castigar-

Steve solo sonrió para acercarse a él por la espalda y rodear su cintura para atraerle.

-Bueno... para mi ese sería un buen motivo para que me "castigaras"...-

El susurró en su oído hizo que el moreno negase con diversión girándose entre los brazos de Steve para quedar frente a frente y robarle un beso.

-¿Fue eso un intento de propuesta sexual Rogers?...-

Una ceja morena se arqueó al ver a Steve sonrojarse y sonreír con esos labios carnosos y rosados que le eran completamente irresistibles.

-¿No fue bueno? -

Una risa burbujeante escapó de los labios de Tony, encantado ante la réplica avergonzada de Steve se levantó un poco en la punta de sus pies para besar la nariz del cachorro gigante que tenía por esposo.

-No... pero el hecho que te sea tan difícil expresar ese tipo de cosas te hace aún más irresistible...-

El rubio se sonrojó y riendo entre besos activó el pequeño botón en su cinturón que le cambiaria el traje, ahora lucia un serio y muy formal traje de vestir color azul marino que hizo que Tony suspirara entre sus brazos.

-El azul definitivamente es tu color Rogers... te ves tan guapo... creo que podríamos olvidar la cena y pasar directamente al castigo... tú, yo... festejando en nuestra cama... ¿que te parece? -

Steve solo parpadeo antes de sonreír de oreja a oreja y atraer a Tony en un beso nada inocente... sabía que estaba solamente provocando a su esposo pero no podía importarle menos, después de todo era su cumpleaños, ¿no?

-creo que este año no me importaría perderme los fuegos artificiales...-

Susurró una vez le dejó ir, aún tenían ambos que ir a hacer una última y pequeña misión antes de ser libres pero era solo algo rutinario y no les tomaría más de una hora, Steve pensó que después de eso se aseguraría de festejar muy bien su cumpleaños entre esos muslos de canela que le hacían perder la razón.

-Bueno... hablando de fuegos artificiales...-

Tony se removió entre sus brazos hasta poder sacar de su saco una pequeña cajita roja con un lazo azul.

-Feliz cumpleaños fortachón-

Le felicito dejando caer la cajita de terciopelo entre las manos de un sorprendido Steve.

-¿que es esto? -

-una muy colorida y adornada cajita con una sorpresa dentro...-

Hizo una pausa viendo los ojos azules de su esposo inspeccionar la pequeña cajita con curiosidad y fue inevitable que una sonrisa se dibujara en sus labios porque sabía que antes de que estuviesen juntos los regalos de cumpleaños en la vida del rubio eran algo inexistente y por lo mismo aún se le podía ver avergonzado al recibir uno... aunque fuese el más mínimo detalle... aunque claro el flamante novio y posterior esposo de Tony Stark jamás recibiría nada mínimo como regalo de cumpleaños.

-es un botón... que tendrás que apretar justo antes de media noche, cuando ya estemos en casa y me hayas hecho el amor al menos dos veces...-

Steve se sonrojó pero sonrió aceptando la cajita y guardándola en su bolsillo, Tony había dicho que era una sorpresa así que el rubio sería paciente y esperaría hasta la hora indicada.

-anda, vamos quiero terminar con esto de una vez por todas... esos idiotas pudieron enviar a cualquiera... -

Resoplo Tony enredando su brazo en el de Steve para guiarlo a la entrada del metro, hacia años Shield había adaptado una de las líneas del subterráneo como base secreta y esa mañana algo en la base de datos se había visto alterado. Así que les habían enviado a ellos dos a checar que era lo que estaba pasando. Tony había pasado toda la mañana enfurruñado y quejándose pues no era justo que justo el día del cumpleaños de su esposo le tuviesen que saturan con misiones.

-escucha Steve, saliendo de aquí iremos a cenar a ese bonito restaurante francés y comeremos fondue... solos tú y yo... después iremos a casa a hacer fondue y nada se interpondrá en eso!! No todos los días el
Capitán America cumple 99 años! -

Ambos bajaron las escaleras y mientras Tony hablaba sobre los planes que tenia para el el próximo año Steve les condujo a ambos hacia donde estaría la entrada al la base, un pasillo completamente solitario y polvoriento les recibió al pasar bajo el cartel que indicaba que esa era un ares restringida únicamente a empleados.

-y contrataré una banda para que toque en solo para ti y no podrás impedírmelo, este año te salvaste pero el próximo me aseguraré que ese pastel tenga 100 velitas y tendrás que soplar fuerte... -

Continuó su discurso haciendo que este sonriera imaginando lo grande que la montaría Tony el próximo año, pero al menos este tendría una celebración pequeña y privada solo con el moreno. Unos pasos más y Steve apretó el brazo de Tony pues ya estaban prácticamente frente al guardia que custodiaba la entrada.

-James Dean cantaba en navidad-

-un coro de ángeles y campanas-

Ambos intercambiaron contraseñas y una vez que estuvo conforme el hombre les cedió El Paso abriendo el pasaje que les daría acceso a la estación. Allí tendrían que tomar un tren que les llevase a la base y aunque a Tony poco le importaba el sitio donde estuviesen esta vez se quedó callado viendo con extrañeza el lugar que les rodeaba.

Cinco minutos después el tren llegó pero el guardia que les había dado acceso les anunció que solo quedaba espacio para uno. Los demás empleados que esperaban también antes que ellos se arremolinaron cerca del vagón para poder abordar. Steve miro a Tony y luego al vagón.

-Ire yo, daré un vistazo y si todo esta bien regresare en el siguiente vagón-

Poco convencido Tony asintió, realmente lo único que quería era salir de ahí y el siguiente tren saldría dentro de media hora... steve traía su comunicador así que podría decirle que era lo que veía, con suerte no sería nada y podrían ir a festejar en 20 minutos cuando el tren viniese de regreso con Steve dentro.

-bien, solo asegúrate de mantener encendida la comunicación...-

El rubio asintió y se metió al vagón agarrandose de uno de los tubos para darse estabilidad. Presionó el pequeño comunicador en su oreja para encenderlo sonriéndole a Tony cuando las puertas se cerraron.

-si vuelves pronto prometo hacer eso que tanto te gusta con la crema batida....-

Escucho a Tony a través del aparato haciendo que Steve sonriese y asintiera hacia él entusiasmado con la idea. Sin embargo su gesto pronto cambió y Tony pudo ver con horror como el rubio era amordazado y sus eran esposadas contra el tubo por una suerte de esposas electricas y aunque corrió en dirección al tren al tiempo que activaba su traje fue imposible detenerlo cuando una corriente eléctrica pareció rodear los vagones y la velocidad del tren aumentó considerablemente hasta solo ser un rayo de luz.

Lo único que se escuchó en la estación como un eco agonizante fue el grito desesperado de Tony llamando a Steve.

Ian RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora