Ian Rogers

10

Ian 10
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-Mi nombre no es Ian!-

Tony le dio una mirada a Steve quien aún permanecía en shock.

-Quieres que...-

Pero ya no pudo terminar su ofrecimiento pues un montón de soldados y criaturas salidas de quien sabe que infierno comenzaron a atacar.

Por algunos minutos ambos se tuvieron que concentrar en intentar deshacerse de sus atacantes pero aún así, los ojos de rubio intentaron no perder a Ian quien de un momento a otro se giró para salir corriendo de ahí... y fue inevitable que Steve le siguiese.

Tony quien disparaba desde el aire le vio correr e intento detenerlo pero se vio sobrepasado por un par de segundos por varios soldados de Zola.

-Hijo!! Espera! -

Steve corrió detrás del pequeño quien se detuvo abruptamente.

-YO no soy tu hijo! Tú me secuestraste! Me robaste!-

Con el gesto desencajado en rabia Ian corrio hacía Steve armado con uno de los tubos que había salido desprendido en la pelea.

Era extraño verlo de esa forma, su Niño... su bebé... ¿Que le habían hecho?.

Cuando el tubo golpeó al rubio este no hizo intento alguno por si quiera intentar esquivar el golpe y mucho menos por devolverlo.

-Ian cariño no, yo no te secuestre!-

-Si! Tu! Tu me lo robaste todo! Me robaste de mi verdadero padre, de mi padre Zola!! De mi Dios!-

Un golpe más y el rubio lo único que quiso hacer fue tomar el tubo para detener a Ian, la fuerza del Niño era por mucho, muchísimo mayor que la de un niño de seis años e incluso a Steve le costó hacerse del tubo.

-Ian!! -

-NO me llames Ian! Ese no es mi nombre! Mi nombre es Leopold mi padre me lo mostró... mi padre me mostró la verdad... todo lo que tú eres! Todo el daño que causas en el mundo... tú y esos compañeros tuyos!-

El Niño retrocedió un par de pasos, ahora que Steve había logrado desarmarle... las imágenes que Zola había implantado en su cabeza a través de torturas se repetían una y otra vez como una cinta... ese hombre era malo! Ese hombre le había robado de su hogar.

Ese hombre era su enemigo...

-eso no es verdad... En el fondo yo se que sabes la verdad, no importan las mentiras que haya contado Zola, la única verdad es que yo te amo Ian-

Steve dio un par de pasos hacia él pero El Niño desenfundó de nuevo su arma apuntándole una vez más sin siquiera titubear.

-¿Por que me sigues llamando Ian? Mi nombre es Leopold!-

Y el grito frustrado que dejó escapar, le dijo a Steve que la barrera que Zola había construido entre ambos era en realidad frágil... su bebé estaba ahí... su Niño seguía ahí...

-No, ese es el nombre que ÉL eligió para ti... pero tú puedes escoger que nombre quieres llevar... no tienes que ser un Zola... tu puedes ser mi hijo-

Steve extendió su mano hacia él y sin importarle que Ian le estuviera apuntando camino hacia él, porque el miedo a que Ian le disparara no era nada comparado con el terror que le daba el perderlo... y Steve no dejaría que esta batalla la ganara Zola, está más que ninguna otra.

Los ojitos de Ian lo miraron confundido y las lágrimas comenzaron a acumularse en ellos cuando la carcasa comenzó a fracturarse.

Aquel año había sido una pesadilla. Las torturas, el miedo, los golpes, los gritos... Ian jamás había vivido algo así y aunque su organismo era increíblemente especial su tierna mente aún frágil había crecido rodeada de amor y toda la inocencia que Steve había podido darle en aquel lugar... romperlo había sido fácil para Zola y más fácil aún había sido implantar esas imágenes contra Steve.