12

829 136 15
                                    

Ian 12
🍂🍃🍂🍃🍂🍃🍂🍃

-Deberías ir a descansar...-

Steve se incorporó con sorpresa viendo a Tony en el marco de la puerta. Había pasado ya una semana desde que los rescataran y desde entonces ambos se habían quedado en la base.

Ian hacia un par de días estaba perfectamente bien y aunque aún tenían que hacerle muchas pruebas los doctores decían que Steve podía llevárselo si quería...

Pero la verdad era que Steve no tenía a donde llevarlo, su hogar era en la torre con Tony pero no podía ir ahí y llevar a Ian si Tony no se sentía cómodo.

Había pensado incluso en pedirle a Nick que le asignara uno de los departamentos en los que vivían los agentes mientras intentaba resolver todo esto.

-Tony, hola.-

Le sonrió levantándose de la mecedora donde había estado leyendo. Ian hacía rato había caído rendido después de una muy agitada sesión de juegos con su papá y su tía Natasha quien había ido a visitarles aquella mañana.

Tony le miró avergonzado, llevaba días sin saber muy bien cómo acercarse a ellos. En apenas unos días la vida le había cambiado y ahora no sabía cómo reaccionar.

Steve se había convertido de un día para otro en una especie de desconocido quien ahora tenía un hijo...

-Lamentó no haber venido antes... he tenido mucho trabajo... ya sabes con todo esto que sucedió...-

Intento excusarse aunque en el fondo sabía que ninguna excusa era realmente válida. Pero aún así Steve le sonrió y en su mirada solo había alivio.

Alivio por tenerle finalmente ahí, con ellos.

-No tienes que disculparte Tony, yo se que no es fácil... para ti han sido solo unos días... yo he tenido años para adecuarme a la paternidad-

Tan rápido como dijo aquello Steve se arrepintió pues se había prometido no forzar aquella decisión en Tony.

-Quieres... ¿quieres ir afuera a hablar? Veo que Ian está dormido...-

Le propuso el moreno y Steve asintió.

Ambos salieron de la habitación que de inmediato se cerró dejando al bebé dentro.

-Vamos, hay una máquina de sodas por aquí-

Por unos minutos caminaron en silencio hasta llegar al pasillo donde estaban las máquinas.

-Esto no debería ser tan complicado...-

Susurro Tony con la mirada fija en los botones de la máquina y Steve supo que no hablaba precisamente de la máquina.

-¿Quieres el divorcio?-

Le pregunto sin más rodeos con el corazón apretado.

-¿Que?-

Tony levantó de inmediato la mirada viéndolo con total pasmo, aquello definitivamente no era ni cercano a lo que había esperado sería aquella charla.

-Que si quieres el divorcio... yo se que para ti es complicado todo esto y que tú definitivamente no querías tener hijos... así que en realidad la respuesta no es tan complicada...-

Susurro el rubio con la voz rota y esa mirada de cachorro perdido que siempre lograba despeinarle el alma a Tony.

Además que ahora con esa barba increíblemente poblada le hacía ver aún más como un cachorro gigante y perdido.

Tony solo bufo incrédulo.

-Escucha Rogers y escúchame bien. TÚ prometiste que este lazo sería hasta que la muerte nos separara, los juraste y lo firmaste en un papel. Es un juramento irrompible y no puedes venir a decirme una cosa tan livianamente-

Mientras hablaba Tony se había ido acercando a Steve hasta acorralarlo contra la pared, golpeando entre cada palabra su fuerte pecho con la punta de su dedo índice en un gesto "amenazante".

-Pero Tony... yo pensé que...-

Steve tartamudeó tan sorprendido como avergonzado porque estaban en medio de un corredor de la base y porque no había esperado que Tony reaccionara así, realmente había pensado que aquello era lo que Tony había ido a decirle.

-Pero nada! Yo soy un idiota que no sabe cómo acercarse a ti y al niño porque no se muy bien cómo manejar y expresar mis emociones y definitivamente no quiero lastimarlos... si YO soy ese idiota pero no soy tan idiota como para abandonar al amor de mi vida... se que he estado ausente estos días pero cariño yo solo necesito hacerme a la idea de que ahora somos padres...-

-¿Somos?...-

-Si, SOMOS. Tú y yo, el mejor equipo como siempre...-

Le sonrió con esa sonrisa vivaracha que siempre había cautivado al rubio y entonces Steve solo pudo jalarlo para estamparle ese beso que le había estado deseando dar desde que volvieran.

Le beso una y otra vez y entre cada beso el rubio solo dejaba escapar algunas risitas y suspiros de alegria pues su corazón rebosaba de dicha al saber que Tony aún quería estar a su lado.

Entre besos y suspiros Tony le fue guiando hasta el fondo del pasillo donde sabía estaba una habitación vacía y por las siguientes dos horas ambos se perdieron en ese reencuentro que había tardado quizá demasiado tiempo ya.

🍂🍃🍂🍃🍂🍃🍂

Muchas gracias por leer y por dejarme sus comentarios que me hacen muy feliz! 🥰

Poppy 🌻

Ian RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora