9

941 131 18
                                    

Ian 9
🍂🍃🍂🍃🍂

Volver a encontrar el rastro de Steve había sido relativamente fácil.

Sin embargo lo que no había sido fácil había sido encontrarle acurrucado en una tienda en ruinas, el rubio parecía dormir y el gesto de Tony se torció al ver el ojo amoratado y el labio roto.

El cabello del rubio ahora estaba más largo y la ropa que traía se vea incluso más desgastada que hacía unos minutos.

-Steve... -

Lo llamo Tony agachándose a su lado para removerlo. El escaneo al rubio indicaba un par de costillas rotas en proceso de curación y un montón de golpes que también estaban en proceso de curación.

Pero que estuviera curándose no significaba que a Tony no le preouparan.

-Cariño...-

Steve finalmente se removió y respingo asustado al verle.

-Tony...-

Y de nuevo el rubio se lanzó a sus brazos con el mismo sentimiento ahogado con el que le había recibido hacía algunos días...

-Volví cariño, solo fueron unos minutos...-

Le rodeo con sus brazos.

Solo que para Steve no habían pasado unos minutos como para el moreno.

Los días allí habían pasado lentos y angustiosos, encontrar a Ian había sido una tarea imposible y aunque Steve aún continuaba luchando cada día con todas su fuerzas para sobrevivir y hacerle frente a ese horrible mundo... la idea de no poder encontrar a Ian le carcomía el alma así como lo hacía también el haber dejado ir a Tony.

Aquel año había sido una tortura, física y emocionalmente, Steve se encontraba en el borde y ver a Tony de nuevo había sido ese alivio que su alma había estado pidiendo a gritos.

-No... no lo he encontrado Tony...-

Lloro roto contra el pecho del moreno.

Había buscado e intentado mil veces la forma de llevar a la fortaleza de Zemo pero entrar no había resultado tan fácil como lo había sido el salir hace años.

Cada vez que lo había intentado había sido un intento inútil y cada vez el rubio se sentía más y más descorazonado.

Ya había pasado un año entero sin saber absolutamente nada de Ian y el sentimiento de pérdida de había anidado en su alma... pero aún así el rubio no se rendía... no dejaba de intentarlo, no dejaba de buscar a su hijo... a su bebé...

-Lo encontraremos... lo encontraremos y entonces podrás volver conmigo-

Susurro Tony con convicción. No conocía a Ian y no sabía lo que pasaría una vez encontraran al Niño pero sólo sabía que haría lo que fuera por no ver a Steve en ese estado.

Entre sus brazos Steve asintió separándose para poder limpiarse el rostro.

Tony suspiro viendo el estado en el que estaba el rubio, realmente parecía un vagabundo...

-Necesitas un baño...-

Se quejó con un puchero intentando quitarle el hierro al asunto y al parecer lo logró cuando el rubio le tagalo una sonrisa en medio de esa tupida barba.

-Lo se... lo siento -

Se disculpó sabiendo que seguramente apestaba y que su apariencia era lejos de ser atractiva para su esposo.

-Tomare un baño en mi refugio... anoche me sentí tan cansado que solo me quede aquí... y realmente no había sido unos buenos meses. Lo siento.-

Y ahora estaban de nuevo esos ojos avergonzados y esas disculpas que comenzaban a poner de nervios a Tony.

Ese lugar le había arrancado muchas más cosas de las que Tony era consciente y ahora que comenzaba a verlo sentía que podría comenzar a gritar de angustia en cualquier momento.

Steve no era ni la sombra del hombre con el que había hecho el amor hacía apenas tres días.

En tres días Tony lo había perdido absolutamente todo y comenzaba a ser consciente de ello.

Y dolía... dolía como brazas ardientes en su pecho.

-Ven aquí... ya deberías saber que a mi no me importa nada de esto... -

Tony acuno con suavidad el rostro de Steve viendo esos ojos azules que tanto amaba ahora apagados.

-Yo se que debajo de todos esto está mi capitán... el hombre al que among amare por toda la vida... yo se que debajo de esta barba, este uniforme y este cabello enredado está mi Steve... -

Le sonrió enternecido al ver esos ojos comenzar a recuperar un poquito de su brillo con un suspiro de acercó para robarle un beso pero Steve se echó para atrás viéndolo con reticencia.

Pero Tony solo dejó escapar una risa divertida al entender porque el rubio no quería besarle, seguro llevaría quien sabe cuantos días sin lavarse.

-Sabes Steve... he puesto mi boca en lugares mucho más sucios-

Le advirtió con una ceja levantada y esa mirada llena de perversion que le dio a entender al rubio exactamente a qué lugares se refería.

Y antes d que el rubio pudiera reaccionar Tony se lanzó hacia el frente para atraparle en un beso y hacerles caer sobre el polvoriento suelo.

Tony ya había replegado su armadura así que los brazos del capitán pudieron abrazar ese cuerpo suave y cálido que le había hecho falta como el mismo aire que respiraba.

Cuando el beso se hubo roto Tony se incorporó hasta quedar sentado a horcajadas sobre el regazo del capitán.

-Mmm... veo que si me extrañaste...-

Susurro divertido y muy orgulloso de si mismo porque en tantos años Steve seguía reaccionando a su cuerpo como si el tiempo no hubiera pasado.

Aún no habían tenido tiempo ni cabeza para estar juntos de nuevo pues los días anteriores habían pasado buscando al Niño y luego Tony había tenido que irse y el tiempo de nuevo había corrido tan rápido como un caballo.

Pero aquí estaban, de nuevo juntos.

-Vamos, encontraremos al Niño y nos largaremos de aquí-

Tony le dio un último beso antes de levantarse y tenderle una mano para ayudarlo.

-Te traje un nuevo uniforme.-

Le sonrió lanzándole un nuevo cinturón que había traído consigo para el rubio.

****

Horas después con el cabello y el rostro limpio Steve se abrazó a la armadura de Tony para volar sobre la fortaleza de Zemo y poder colarse.

Ingresar con ayuda del Moreno había sido ridículamente fácil y una vez dentro entre los dos lograron avanzar con rapidez hacia en lugar en donde el escaner de Tony detectaba la presencia de un menor.

-Steve Rogers!-

Susurro una vocecita demasiado conocida pero a la vez desconocida.

A sus espaldas, al final del largo puente industrial en el que estaban parados, Ian enfundado en un uniforme de Hydra les apuntaba con un arma y Steve sintió escalofríos al ver esa mirada de ojos verdes antes brillantes y llenos de inocencia ahora opaca y carente de emoción.

-¿Ian?-

Susurro Steve intentando caminar hacia él pero el pequeño levantó el arma y su gesto se descompuso en rabia.

Que pesadilla era aquella, Ian era apenas un Niño de seis años y verle así era como un muy mal sueño hecho realidad.

-¿Pero que mierda?...-

Susurro Tony a sus espaldas sin poder creer lo que veía.

🍃🍂🍃🍂🍃🍂

No se si alguna haha leído este cómic pero personalmente pienso que lo que le hicieron al bebé fue horrible... 😫

De verdad estoy intentando terminar esta historia 🥰

Poppy 🌻

Ian RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora