Ya era hora [Editando]

Primera tarea

Manteniendo nuestra hermosa asistencia con Jamie nos habíamos quedo las últimas dos horas restantes encerrados en el mismo salón donde habíamos arreglado las cosa. Conversamos sobre cualquier cosa, y así ambos nos pusimos al día en la vida del otro. Por mi parte descubrí que Mason lo había obligado a asistir a una psicóloga, lo que le daba sentido al comentario de Damon , y que al parecer Drew no era tan idiota como pensaba. En cuanto a mi vida, no había sucedido nada muy interesante, exceptuando mi nuevo noviazgo con Xavier, el cual "olvidé" mencionar por razones obvias.

Como el timbre que indicaba el final de la jornada académica había tocado hacía segundos ambos nos diríamos hacia la maravillosa salida para poder irnos de una vez por todas. Durante el trayecto seguimos conversando, a decir verdad no paramos de hacerlo, ni siquiera una ves junto a su motocicleta. Estaba comenzando a cansarme incluso yo misma de escucharme hablar.

- Una persona normal preguntaría, pero como sabes que yo no soy una de esas voy a decírtelo - comentó - te llevo a casa.

- Si me insistes de esa manera ... - contesté mientras lo rodeaba con mis brazos.

Sabía que conducir despacio era un término que Jamie no conocía, por lo que intentando dejar mis miedos a un lado me aferré más fuertemente a él. No sabía si lo había imaginado o si realmente había ocurrido, pero el rubio pareció relajarse ante mi tacto, como si hubiera estado tenso durante mucho tiempo y recién ahora pudiera dejar de estarlo. Ni siquiera me pude seguir preguntando si en verdad era así, puesto que un rugido de motor se escuchó y a los pocos segundos la motocicleta comenzó a tomar velocidad.

A diferencia de la última vez mi amigos respetó una gran parte de semáforos en rojo, aún que no podría decirse que todos ya que sería una cruel mentira. Dejando ese ligero detalle a un lado, el viaje no había sido tan terrible como lo recordaba. Quizá algún día lograría acostumbrarme a la imprudencia de Jamie, o incluso terminaría gustándome.

De más esta decir que el trayecto nos llevó muchísimo menos que lo habitual, pero a pesar de que el velocímetro no mostró números inferiores a 80 kilómetros, una vez que aparcamos frente a mi casa notamos que no habíamos sido los primeros en llegar.

- No tenemos todo el día - comentó Matt con una sonrisa maliciosa - si van a ser nuestros esclavos lo mínimo que podrían hacer es llegar un poco más rápido.

- Ya lo escuchaste Aixa, no servimos para esto, será mejor que le dejemos el puesto a otras personas - dijo Jamie mientras bajamos de Marcie.

- Triste pero cierto - le seguí el juego - creo que Adam y Brian serían mucho mejores esclavos...

- ... Si, Adam es bueno en todo, eso ya lo sabemos - dijo este mismo - Ahora, Jamie quiero toda mi tarea hecha para mañana.

Dicho esto le arrojó una mochila llena de libros y hojas para que comenzara a realizar su pedido. En un principio llegué a pensar que no lograría atraparla y le pegaría justo en la cara, pero se trataba de Jamie Dixon, el chico nunca quedaba en ridículo por más que se intentara. Utilizando sus reflejos que ya todos conocíamos, detuvo la mochila a unos centímetros de su cara, pareciéndose más a un vampiro de película que a un adolescente del mundo real.

- Imbécil - soltó mientras le devolvía sus pertenencias, las cuales está vez si golpearon a alguien - voy a dejar de atajar sus cosas a ver si se cansen y dejen de arrojarmelas.

Casi en sincronía, como si todo hubiese sido fríamente planificado, en cambio de ser buenos amigos y disculparnos, lo único que se nos ocurrió hacer fue lanzarle con todo lo que encontramos. Y así fue como el rubio esquivó mochilas, zapatillas, libros, piedras e incluso una manzana.