Eres mi todo[ironstrange] [Cancelado]

#1

Tony Stark:

Hoy invite a Strange a la torre, cenaremos a solas, necesito hablar algunos asuntos con el, cosas que me gustaría aclarar, es importante. Por eso y por que deberíamos dejar nuestras diferencias, si seguimos así podríamos hacer un caos....aunque la verdad, no estoy muy seguro, no se si sea alfa u omega, o claro, puede que sea beta, no falta mucho para mi celo, pero también podría adelantarse, siendo un omega, podría terminar horrblemente.

Ya casi llega la hora y yo me siento más tranquilo, todo esta listo, solo falta esperar a que Stephen llegue, la conversación saldrá sola, estoy seguro.

Stephen Strange:

Estoy alistandome para la cena en la torre con Stark, ese hombre me causa dolor de cabeza pero sería muy descortez de mi parte rechazar una invitación de ese estilo. Le deje a cargo el ojo de Agamotto a Wong, mi capa esta comprometida a tratar de comportarse durante la cena. Abro un portal a la entrada de la torre, entraría directamente, pero no se en que parte de esta planea hacerlo Stark, le llamo y le aviso que ya estoy aquí, poco después, me abre y recibe, llevándome a una larga mesa.

-Bueno, no es la primera vez que estas aquí, Strange, y se que no te agrada mucho estar a solas conmigo, así que vamos directo al pun-

Stark se detuvo repentinamente, mientras que yo, empezaba percibir un leve aroma realmente dulce, que raro.

-Demonios....-Dijo Tony murmurando-.

-¿Pasa algo?, y ¿Qué es ese aroma?.

Tony Stark:

Sabía que esto pasaría, mi celo se adelanto, y si Stephen lo percibe quiere decir que ¡Es un Alfa! Maldita sea, será mejor que lo controle rápido, o todo terminara terriblemente.

-No es nada, no te preocupes. Y ahora...si me puedes disculpar, debo hacer algo rápido.

Me levanté de la mesa rápido y me aleje, según recuerdo, había unas pastillas para el celo en el baño, en una repisa, entre sigiloso al baño y busque la caja, y la encontre, si, ¡pero no había ninguna! Ni una sóla misera pastilla, que mal, todo se había salido de control, y tenía que volver a la mesa, si no, Strange sospecharía, regrese con Stephen, el cual, se veía algo relajado.

-Lamento eso, es que-

-No importa -interrumpio- ¿Necesitas algo? Se te ve estresado

-Bueno, yo....no, no es nada

Podía ver como Strange movía la nariz, buscaba el origen de aquel olor que yo producía, ¿¡Qué más podría salir mal!? No había de otra, tenía que  humillarme y pedirle las pastillas, es muy peligroso que un Omega salga a la calle cuando esta en celo, y más si la farmacia esta lejos.

-Bueno, en realidad, si necesito algo -Dije apenado- y es urgente.

Mi pulzo se aceleraba, mi celo me pedía que “liberara” mi cuerpo, y el aroma, el aroma se hacía notar más.

Strange solto un muy leve quejido, creo que el también se sentía igual que yo.

-Bueno, ¿Qué es lo que necesitas?

-Pastillas -Murmure-

-¿Pastillas?

-Si, ¡Mierda! ¡Pastillas para el celo! -Grite, realmente sentía el cuerpo pesado y mi respiración era agitada-

-Claro, ya entiendo

Strange se levantó de la silla y su capa se desprendió de sus hombros, acercandose a mi, yo simplemente me heche en el suelo, odiaba verme así, la capa me arropo. Stephen había hecho un portal y se había ido, sólo me quedaba esperar, sentía cómo mi cuerpo ardía, traté de levantarme, la capa me ayudó, era la primera vez que me ponía así, siempre lo controlo antes de que algo más pase, pero ahora...ahora es diferente. Stephen llegó a través de un portal, traía con el un par de cajetillas con las anheladas pastillas, se acercó a mi y yo me avalanze sobre su pecho, abrazando su cuello. Mi razonamiento se había ido, ahora estaba a merced de mi celo.

-Porfavor, complaceme.

-¿Qué dices?

-Te necesito, se que también lo quieres.

-Stark, tranquilo, solo toma la pastilla.

Una de mis manos se posó en el pecho de Strange, mientras la otra paseaba por su cuello, lo deseaba profundamente.

-No hagas algo de lo que te arrepi- Lo interrumpí besando sus labios, el abrio los ojos como platos, mientras que yo, yo profundizaba el beso, y en una oportunidad aproveche que sus piernas temblaban para derribarlo, me separe del beso, dejando un hilo de saliba en mi boca y me posaba sobre el, juntando nuestros miembros aún con la ropa puesta.

Podía notar como Stephen perdía poco a poco el autocontrol, movía mi cadera, realmente estaba exitado, mordí mi labio mientras me recostaba en su pecho, él estaba paralizado. Me volvía loco, hasta que reacciono y me empujo con fuerza, sólo sentí en choque con el frío suelo, mientras que él se levantaba y tomaba la copa (aún con vino) de la mesa, me levanté y sentí un fuerte agarre, era la capa, Strange tomó una de las pastillas y la introdujo a la fuerza en mi boca, yo me retorcía, pasó la pastilla con el vino, finalmente fui soltado, me deje caer al suelo, de rodillas, poco a poco recobré el sentido. Me sentí como un idiota, levanté la mirada y ahí estaba él, frente a mi con la mirada fría y cruda hacia mi, y yo, realmente me sentía apenado, me levanté, estaba mejor.

-Lo lamento, Stephen. Realmente no medía mis actos.

-Entiendo, a veces el celo es muy complicado, yo debí actuar de inmediato.

-Y yo debí comprobar desde el principio si aún tenía pastillas.

-Dejemos esto como si nunca hubiera pasado, estas de acuerdo, Stark?

-De acuerdo, Strange.

Ambos sonreímos mutuamente, mientras que la capa volvía a los hombros de Stephen, el se despidió, abrió un portal y se fue, dejandome solo, suspire, al final, creo que todo funciono, habíamos descubierto algo que nunca imagine que fuera capaz de hacer, y él, él se había comportado como todo un caballero, no se aprovecho de ese momento a pesar de que yo lo pedía con tanta desesperación, anque, en parte, no funciono, ya que yo quería decirle algo a quel amargado hechicero.

“Te amo, Stephen Strange.”