Thalie: Sentimientos Perdidos [Sentimientos #1]©

27 | Final

Apologize ―One Republic.

27 | Final

Las lágrimas se agolpaban en sus ojos, pestañeaba para impedirles la salida, no debían, estaba conduciendo y aunque su corazón le clamaba a suplicas esta vez no le escucharía, estaba harta de sufrir.

Su mente comandaba sus acciones por primera vez en toda su vida, y no se arrepentiría de ello, no si podía conseguir tranquilidad al fin.

Llovía.

Era verano y llovía, aquello era inaudito.

Sin importar en realidad, el clima acompañaba lo que dentro de ella ocurría, pese a que, en su interior, la lluvia era una ligera brisa a comparación del huracanado tsunami que derribaba y desmoronaba cada fortaleza hecha con los años.

Estaba rota como nunca pudo pensar estarlo.

Había encendido la radio, para no pensar demás y arrepentirse antes de llevar a cabo su cometido.

La canción que la emisora reproducía no hacía más que recabar en su miseria.

"Me estoy agarrando a tu cuerda, me mantiene a diez pies del suelo.

Y estoy escuchando lo que dices, pero simplemente, no puedo emitir un sonido.

Me dices que me necesitas, luego te vas y me derrumbas.

Pero espera... me dices que lo sientes, no pensaste que me daría la vuelta y diría: "Es demasiado tarde para disculparse, es demasiado tarde".

Dije que "Es demasiado tarde para disculparse". Es demasiado tarde..."

Llegó con la lluvia de mediados de julio empapándola.

Al tocar el interfono Amaly le abrió, ya la tía del chico esperaba por ella, pidiendo clemencia al cielo y que pusieran fin a esa distancia que los destrozaba por igual, y la cual no sabía porque había empezado en primera instancia.

Negó sabiendo que todo se complicaría cuando esa chica parecida a un ángel en la tierra viera quien acompañaba a su sobrino.

Nada bueno vaticinaban sus pensamientos, algo malo ocurriría esa noche y rogaba porque no fuera una tragedia, que equivocada estaba...

En su cabeza se reproducían mil escenarios, pero ninguno dictaba que algo bueno saldría de ahí, más que conseguir su liberación.

''Probaría suerte otra vez.

Asumiría la culpa, me llevaría un disparo por ti.

Y te necesito como un corazón necesita latir, pero no es nada nuevo.

Te quise como un rojo ardiente, ahora se está volviendo azul.

Y tú dices... «Lo siento» como el ángel, que el cielo me hizo creer que eras.

Pero me temo que es demasiado tarde para disculparse.

Es demasiado tarde.

Te dije: «Es demasiado tarde para pedir disculpas.»''

Cerró los ojos dejando salir un par de lágrimas.

― ¿Cuándo todo se arruinó? –Susurró viendo al techo del auto– ¿Cuándo fue que todo dejó de valer y de importarte? –Un sollozo la hizo temblar.

La radio no ayudaba, y en vez de apaciguar las aguas, parecía querer echar más leña en un fuego que ardía naranja a una velocidad desastrosamente rápida.