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Perfectly Wrong -Shawn Mendes.

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JOSH:

Que cómodo era estar recostado de la columna de la entrada de la gran casa, mientras Thalie indicaba a Blake como colocar las bufandas de pino en los marcos de las ventanas, además de lanzarle una que otra reñida a Dylan e incluso a los abuelos Falivene y Weinmann; su familia era un desastre divertido.

La única parte no divertida para mí era cuando felicitaba a Dylan por los trabajos que yo solía hacer y ella jamás notaba.

Mi tarea consistía básicamente en subir del sótano las cajas que tenían los muérdagos, velones, bufandas de pino y los cascanueces que tanto adoraba Karoline, esa mujer tenía una fascinación única por esos soldados de madera.

Thalie supervisaba y adiestraba a Blake y el rubio italiano sufría con las tareas que se le encomendaban.

Unas tres o cuatro horas después, ya Thalie, Blake y yo habíamos culminado nuestra labor y descansábamos, al menos el primo Mussi y yo, porque Thalie no paraba de moverse a pesar de haber sido dada de alta hace menos de seis horas.

Nos encontrábamos alejados de todos, en la piscina cuando Blake indagó en el nuevo personaje del guion navideño de este año: Dylan Colleti.

― Ese chico... Dylan, ¿es italiano, ¿verdad? –Cuestionó jugando con las burbujas de gas de su soda.

― Sí, ¿Por qué? –Respondí secamente, adoraba a los trillizos Mussi, pero no a Dylan, y al parecer el chico de 15 notó eso.

― Italia se lleva en la sangre. –Comentó con una sonrisita socarrona–. Y por lo visto, esa sangre italiana hace hervir lo alemán en tus venas, ¿no es así, Josh? –Conocía ese tono, Blake había conseguido mi punto de tensión.

― No es un secreto, que Colleti y yo somos agua y aceite; echamos chispas al juntarnos y no podemos homogeneizar. –Respondí, no valía la pena ocultar lo obvio.

― Escucho un río de celos. –Se burló–. Pero solo comprobaría que es eso si ya no sigues con esa peli naranja... Micaela. –Nombró.

― Sigo con ella, y estamos a pocas semanas de cumplir nuestro segundo aniversario. –Informé orgulloso.

― Es atractiva y todo, Josh. Pero, si te soy honesto, y no es por la mezcla de sangre Falivene que comparto con mi querida y adorada prima, pero entre Micaela y Thalie. Mi prima gana; tu novia tiene aires de banalidad y superficialidad por donde la veas. –Sorbió de la pajita de su vaso y giró a verme.

Nadie en mi familia ni en la de Thalie, apreciaba a Micaela ni un gramo. Suspiré.

― La quiero, Blake. Y eso es todo lo que me importa. –Dije sin ánimos de volver a caer en la misma conversación que tuve con Rick hace seis meses; mi mejor amigo tampoco era fanático de mi relación con Micaela, y realmente estaba absolutamente agotado de que nadie nos aprobara.

― ¿Más que a mi prima? –Preguntó sacándome de mis ensimismamientos.

― ¿Cómo?

― ¿Quieres a Micaela Wolff más que a mi prima? –Repitió con evidente fastidio.

― Siempre querré más a Thalie, es mi mejor amiga. –Respondí casi en automático, no había porque tener dudas.

― Entonces, ¿Por qué no te arriesgas a algo con ella?

Caí en cuenta de la pregunta segundos después de beber un sorbo de soda, que terminé escupiendo en ráfagas al piso.

― ¿Disculpa? –No sé si yo había oído mal o Blake Mussi me estaba pidiendo salir con su prima: mi mejor amiga.

Thalie: Sentimientos Perdidos [Sentimientos #1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora