26.

21 6 1
                                    

Break My Heart Again Finneas.

26.

OMNISCIENTE:

Una semana más tarde...

12 de julio, era el gran día, ¡cumplía 18!

La energía recorría sus venas con velocidad feroz.

Euforia era una descripción corta para las emociones que corrían por su sistema.

Emma a su lado rezongaba por su emoción, quería dormir, era por naturaleza perezosa, aunque siempre pareciera un rayo por la energía que emanaba a cada segundo del día cuando estaba activa, era así, tan efusiva y espontánea, pero cuando deseaba descansar, nada la sacaba de esa necesidad tan humana.

Thalie rio al escucharla protestar de esa manera, ¡era su cumpleaños 18 y ella amanecía de esa forma!

Negó con la cabeza, no tenía remedio, sin embarga, la comprendía, habían estado despiertas hasta las tantas de la noche, pero ella, como naturalmente era madrugadora, el sol salía y ella despertaba, desde pequeña eso la caracterizaba, al contrario que a sus mejores amigos de toda una vida, eran dormilones por placer.

Saltó de la cama, no lograba filtrar tanto agasajo, debía ponerse en movimiento, ¡ya!

Emma protestó por el ruido que hacía y el constante movimiento que mantenía.

Le lanzó una almohada que la pelirroja esquivó y atrapó, lanzándosela a la cara, la rubia gruñó y se dio la vuelta en la cama cubriéndose hasta el cabello con el cobertor, su amiga se carcajeo entrando al baño.

Bajo a la media hora, su padre y Emily estaban en la cocina platicando con Daniela.

Al verla sonrieron y sacaron el pastel de fresas y natilla con avellanas que les preparó la chef a las cumpleañeras de la casa, negaron divertidos al ver que en efecto, Emma ni indicios de levantarse daba.

― ¡Feliz décimo octavo cumpleaños, ángel! –Celebraron dando aplausos al ver que ya se sentaba distraída, emocionada, y lista para empezar el día claro.

Ella sonrió radiante.

― Gracias a todos, por todo. –Se levantó y abrazo besándole la cara a su padre, abrazo a Daniela y a Emily le regaló una sonrisa de agradecimiento y un abrazo leve.

Los miro y negó, tenía una tradición que cumplir así que, subiendo las escaleras a paso veloz, saco de su cómoda el regalo número uno de su amiga y se lo pasó por la nariz.

La rubia frunció la nariz, pero se relajó de inmediato, Thalie rio, despertarla no era sencillo, pero tenía trucos.

Se acercó a su oído y murmuro.

― Si no abres esos bonitos ojitos, me quedó la fragancia de Euphoria de Calvin...–Esas palabras bastaron para que la rubia saltará en la cama y se le lanzará a su amiga.

― ¿¡Euphoria?! –Chilló emocionada. –Lo he buscado, lo sabes. –Sonrió en grande. –Oh, T, eres la mejor amiga de todas. –Sollozó presa de la emoción.

La pelirroja la abrazó con cariño y sonrió mientras pronunciaba.

― Y si no estás lista en diez minutos voy a bajar, soplar las velas de ese delicioso pastel y comerme el trozo más grande, solita. –La rubia la tomó por los hombros, viéndola con seriedad.

― Te atreves y de que me llamo Emma Kauffman que no te hablo más en lo que me resta de vida. –Dijo con voz solemne la mentira peor inventada, a lo que Thalie soltó otra carcajada.

Thalie: Sentimientos Perdidos [Sentimientos #1]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora