Minseok se había quedado sin palabras al encontrar a Jongdae junto a su cama y sobre todo por las palabras que este pronunció, se sentía tan confundido en ese preciso instante principalmente porque no tenía ni la menor idea de por qué le había dicho algo como eso. El sonrojo en su rostro no se hizo esperar, solo el imaginarse que Jongdae hubiese podido ver o escuchar algo vergonzoso de su parte hacía que sus mejillas se encendieran, y antes de que el pelinegro pudiera decir algo o burlarse, escondió su rostro con las cobijas que cubrían su cuerpo. Él sabía que no estaba bien desarrollar este tipo de sentimientos hacia Jongdae porque él jamás podría corresponder entonces ¿Por qué le decía cosas como esas? Solo hacía que su corazón latiera rápidamente y creara ideas equivocadas en su cabeza.
La risa del contrario lo hizo sentir más molesto y nervioso, no le gustaba que se burlaran de él, aunque no parecía ser ese tipo de burla como las que solía recibir en su instituto en California, sentía tantas ganas de mirar sus expresiones mas no se atrevía a hacerlo.
— ¿Qué te hace tanta gracia? — preguntó Minseok bastante curioso aún escondiendo su rostro. — seguro te ríes de mí, ¿hice algo mientras dormía?
— Solo me causó gracia tu reacción, pareces un niño pequeño Minseok — Jongdae hizo ademán de quitarle las cobijas pero solo consiguió forcejar con el rubio, no le dejaría tan fácil verle la cara, aunque no lo parecía Minseok tenía bastante fuerza. — Vamos Min, deja que te vea la cara de sueño que tienes — Volvió a reír y continuó tirando de la tela sin resultado alguno.
— ¿Para qué? Ya viste suficiente de mi dormido, seguro querías ver si dormía desnudo, pervertido — Esas palabras bastaron para que Jongdae dejara de forcejear, lo habían llamado pervertido y se avergonzó de sí mismo porque en ese momento lo parecía solo que sus pensamientos no eran precisamente sobre el bonito cuerpo de Minseok bajo su ropa, tampoco había pensado en la posibilidad de que él durmiera desnudo, el solo imaginarlo su cuerpo reaccionó. Mierda.
— Yo solo vine porque me pidieron que te despertara, pero ¿duermes desnudo? — Preguntó, ahora era él quien estaba curioso ante ese hecho, quizás por eso Minseok se aferraba tanto a las cobijas de su cama, para que no lo viera así.
— Quiero seguir durmiendo, Dae - Comenzaba a quedarse sin aire a causa de las cobijas así que dejó que Jongdae lo viera, al menos desde los hombros hacia arriba. Minseok tenía el cabello más despeinado que antes y apenas se dejó ver recibió una sonrisa de parte del pelinegro, una sonrisa felina bastante bonita, era la primera vez que veía alguien poseer una sonrisa como esa.
— Sabes Min, yo también estoy cansado y si no te levantas de la cama ahora mismo me acostaré sobre ti — Lo amenazó Jongdae. ¿Acaso sería capaz de hacerlo? Negó para sus adentros, él no lo haría jamás. Su ángel bueno le ordenaba que se levantase de la cama porque quizás era algo tarde y porque estaba en casa ajena, en cambio su diablillo interior deseaba que Jongdae llevara a cabo su amenaza.
Naturalmente ganó el diablillo.
— No digas cosas que no harías — lo retó Minseok quien alzaba una ceja.
— Tú te lo buscaste — Jamás esperó que lo hiciera pero ahí estaba Jongdae acostado sobre su cuerpo y no precisamente de espaldas sino boca abajo. Se sentía tan extraño sin embargo no era una sensación incómoda, su cuerpo ejercía peso en él y aún así no le molestaba esa gran cercanía del pelinegro para con él, incluso se le veía bastante cómodo estando acostado sobre su pecho.
Jongdae no miró a Minseok, sabía que si lo hacía podría avergonzarse y también cometer alguna locura, aunque sentía muchas granas de hacerlo, olvidarse sobre lo que estaba bien o mal y simplemente dejarse llevar por cada una de las sensaciones que le provocaba el chico de rubios cabellos. No quiero ilusionarlo, se decía a sí mismo ¿Entonces por qué se encontraba sobre su cuerpo? Si tan solo él se diera cuenta de lo nervioso que aquello había puesto a Minseok. Simplemente cerró sus ojos y dejó que su corazón se calmase, si seguía latiendo con esa intensidad seguramente el contrario podría sentirlo latir a través de las telas de la ropa de cama.
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Portrait of you [ChenMin]
RomanceKim Jongdae jamás esperó que su padre tomase una decisión como esa. Siempre supo que su destino no iba a escribirlo precisamente él, que no tendría poder sobre su propia vida desde que el imperio de su padre comenzó a tomar fuerza destacándose entre...