Te protegeré siempre

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— Joven Kim, su padre me ha enviado a informarle que lo espera dentro de una hora junto al joven Minseok en el restaurante, el chofer lo llevará.

Si había formas de matar un momento romántico, ese era. Su conversación con Minseok los había llevado a ambos a distraerse y ahora los dos estaban nerviosos así como también completamente colorados y acalorados. Apenas la empleada doméstica se fue no pudieron evitar mirarse y reír de forma tímida como si fueran dos colegiales enamorados.

No necesitaron decir mucho, tan solo una mirada bastó para que ambos hicieran lo que debían haber hecho desde que entraron a la habitación: cambiar su atuendo. A pesar del miedo también les causaba mucha curiosidad del por qué real de la cena ya que lo que tenían solamente eran conjeturas, tal vez solo era una cena normal donde personas se reunían a comer y a contar anécdotas, nada fuera de lo común.

— U-usaré tu baño, Jongdae — tartamudeó Minseok. El color rosado aún se podía vislumbrar en sus mejillas regordetas, poseía un aspecto realmente adorable y Jongdae volvió a sentir esa necesidad de cubrir sus labios con los propios para robarle así un segundo beso, pero si lo hacía, temía no detenerse ya que los bonitos labios de Minseok podían resultarles lo bastante adictivos.

— Minseok, tenemos una conversación pendiente ¿de acuerdo? — respondió Jongdae mirándolo de forma intensa y dándole pase para que fuese a cambiarse.

Minseok asintió.




En el baño Minseok pudo volver a respirar, no es como si no lo hubiera hecho antes pero ahora se sentía ligeramente más tranquilo. Se miraba en el espejo y solamente podía sonreír mientras revivía en su cabeza una y otra vez aquel beso, incluso aún podía sentir la calidez de los labios de Jongdae contra los suyos.

Su corazón difícilmente logró calmarse después de lo vivido con ese chico. Ni en sus más profundos sueños imaginó que sería tan perfecto. Quizás no fue de las mil formas que imaginó sin embargo, fue aún más perfecto ya que los labios de Jongdae eran suaves y logró sentir las ganas, el deseo y la pasión que se tenían el uno al otro. ¿Podría volver a repetirse?  Se preguntó, realmente quería besarle una vez más pero debía controlarse. Haz lo que viniste a hacer, Minseok, no te ilusiones.

Pronto estuvo frente al espejo del baño completamente vestido con el traje que habían dejado para él, le quedaba perfecto e incluso su piel se veía más pálida de lo que era debido al contraste con el negro de la fina tela. Peinó su cabello y robó un poco de perfume del pelinegro para ponerse en los lugares correctos. Sentir el aroma de Jongdae en él le producía ciertas mariposas, además de que ese perfume le encantaba tanto porque siempre podía sentirlo cada vez que se acercaba a su prometido.

— Jongdae ya estoy lis...

Las palabras no pudieron ser del todo pronunciadas debido a la imagen que tenía delante de él. Su boca formó una pequeña 'o' por el asombro de ver al chico a torso descubierto logrando notar cada uno de sus músculos marcados en su abdomen. Debía admitir que Jongdae tenía un buen cuerpo y que no podía apartar la mirada de él. ¿Qué se sentirá rozar cada uno de sus músculos con la yema de sus dedos? ¿o con su lengua? De solo pensar en ello la sangre fluía por sus mejillas pero ¿por qué no podía apartar su mirada?

— Disculpa p-pensé que ya estabas listo también — dijo Minseok luego de salir del trance mirando hacia otro lado. Solo fue un beso, no deberías tener este tipo de pensamientos, contrólate.

— No te preocupes, tuve un pequeño accidente con la camisa y estaba buscando otra — respondió el pelinegro que seguía paseándose por toda la habitación mostrando su cuerpo y poniendo aún más nervioso a Minseok que difícilmente podía controlar sus pensamientos más pecaminosos.

Portrait of you [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora