La siguiente hora transcurrió con normalidad, hasta que...
-¡HORA DEL RECREO!- gritó Miguel, nuestro tutor.
Todos salieron corriendo, empujándose. Lo típico, vamos. Mientras ellos luchaban por se los primeros en salir de la clase, yo recogía con paciencia mis cosas. Entonces fue cuando me fijé en él. Era un chico de pelo corto y negro y de ojos marrones. Ocupaba el pupitre que estaba a mi derecha, y tampoco parecía tener mucha prisa por salir al recreo.
-Hola- me saludo, al sentir mi mirada fija sobre él.
-Hola
-Bienvenida a Castlewor, señorita Lafuente.
-Llamame Carla, por favor.
Arqueó una ceja mientras me miraba, divertido.
-Está bien. Carla. Me gusta.
-A mi también.
Rió y, cuando estaba a punto de abrir la puerta para salir, se paró delante de mí.
-¡Espera! Aún no me he presentado.
Le miré divertida mientras le hacía un gesto para que prosiguiera.
-Pués yo soy Daniel. Llámame Dani, por favor.
-Por supuesto.
Avancé un poco más para llegar a la puerta, pero fue más rápido que yo y se paró, una vez más, delante de mí y, con un gesto educado, abrió la puerta.
-Las damas primero- me dijo, sonriente.
-Gracias. Es usted todo un caballero, Dani.-dije riendo.
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El club de los marginados
Teen FictionMe llamo Carla y soy hija de unos famosos mafiosos. Toda mi familia pertenece a la mafia, y, como es de esperar, esto nunca me ha ayudado mucho a hacer amigos...
