045. Taehyung

2.7K 190 14
                                    

Suspiré de pie ante la puerta, vi como la mano me temblaba al levantarla para dar los toques escuchando el absoluto silencio seguido de los golpes en la madera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Suspiré de pie ante la puerta, vi como la mano me temblaba al levantarla para dar los toques escuchando el absoluto silencio seguido de los golpes en la madera. Pegué mi oreja a la superficie esperando algún sonido desde adentro, pero como de costumbre estos últimos días, no respondió.

-Taehyung, voy a pasar -avisé en un tono de voz lo suficientemente alto para que me escuchara, pero sin gritar para no alertarlo mucho.

Con sigilo abrí la puerta encontrando su habitación completamente oscura, como de costumbre, pero no fui capaz de encender la luz, con la poca que entraba por el borde de la ventana bastaba para ver el bulto bajo las sábanas.

Cerré la puerta con el mismo silencio sintiendo el ánimo caer al no ver reacción alguna del chico, sabía que él no estaba dormido.

-Tae, los chicos y yo compramos pizza, ¿quieres un trozo? -usaba el mismo tono que he usado desde que todo empezó. Si hablaba muy alto terminaría de cerrarse o explotaría en mi cara, no quería verlo de nuevo luego de su discusión con Hoseok cuando este discutía con él por no querer ir a la agencia.

-No tengo hambre -masculla con la voz amortiguada por las capas de tela que lo cubrían.

Bufé terminando de dar los pasos restantes hasta llegar a la cama, sentándome a los pies de esta. Sentí las lágrimas acumularse en mis ojos pero cerré los ojos con fuerza secando las dos únicas que salieron para secar bien mis ojos, aclarando mi visión.

Me dolía verlo así, sentía como mi corazón se estrujaba al verlo así. No quería imaginarme por lo que estaba pasando, yo no sé lo que haría si alguna de mis amigas muriera de repente, no sé cómo llenar ese vacío que debía estar sintiendo. La impotencia me carcomía.

-No almorzaste -susurré metiendo mi mano por la sábana hasta dar con su pie, estaba helado-. Debes comer algo.

-No. Tengo. Hambre -repitió haciendo una pausa con énfasis entre cada palabra pero su voz sonaba más rota que firme.

Cuando lo escuché sorber su nariz no lo soporté más; terminé de subirme a la cama, gateando hasta donde se encontraba, metiéndome a la fuerza bajo su manta. Haciendo totalmente lo opuesto a lo que esperaba, sus brazos me abrazaron con desespero y fuerza, temblando en medio del abrazo. Sus sollozos hacían que su cuerpo temblara al igual que mi corazón, tenía miedo y dolor al mismo tiempo, nunca lo había escuchado llorar de esa manera antes. Nunca.

-Quiero irme con él, quiero irme -sollozaba contra mi clavícula la cual ya se encontraba mojada. Las lágrimastaparecieron de nuevo en mi rostro mientras negaba con la cabeza-. ¿Por qué? No tuvo que haberse ido, no aún.

-No digas eso -mi voz sonó entrecortada mientras mis manos temblaban entre su espeso cabello.

Su llanto solo se intensificó después de eso. Esto era un avance, ni una sola vez lo habíamos visto o escuchado llorar desde que todo sucedió, y se nos hizo extraño debido a que esperábamos una reacción similar a la de la muerte de sus abuelos. Fue duro, pero ambas veces supimos sacarlo adelante, nuestro apoyo y el de Army lo sacaron de ese oscuro lugar.

Pero esta vez era diferente.

-Quiero morir, Yoonie, quiero hacerlo -sus sollozos ahora se escuchaban como pequeños lloriqueos, más dolorosos que antes.

-Claro que no, no lo harás. ¿Acaso quieres que yo muera? -pregunté sorbiendo mi nariz ignorando la humedad en mis mejillas. Recibí una desesperada negación de su parte enterrando más su rostro en la zona de mi clavícula-. ¿O entonces Hoseok? ¿Qué tal Jimin o Jungkook, quisieras que murieran? ¿Quieres que todos muramos?

- ¡No! -exclamó negando con la cabeza apretando el agarre de sus brazos alrededor de mi cintura.

-Eso es lo que sucederá si te vas, Tae, nuestros corazones morirían contigo. No te imaginas lo importante que eres para todos nosotros, no puedes simplemente dejarnos así.

A este punto mi llanto igualaba el suyo, parecía que la estrecha unión entre ambos hacía que nos volviéramos uno solo, su tristeza se volvía la mía. Sentía el dolor de perder un amigo al imaginarlo a él muriendo.

Sollocé cuando la imagen de un pacífico Taehyung dentro de un ataúd apareció en mi mente.

Con fuerza apreté mis brazos en su cuello, manteniéndolo lo más cerca que podía, sintiendo que era real y que estaba allí junto a mí, parecía que si lo soltaba, realmente se iría junto a su amigo. Me sentía egoísta pero lo quería allí conmigo, solo para nosotros.

-Te tienes que quedar aquí con nosotros -lloré junto a su cabeza sintiendo como el llanto de ambos se calmada-. No quiero perderte.

Y así nos quedamos por quien-sabe cuánto tiempo más. La habitación se encontraba en completo silencio, ambos seguíamos en la misma posición de antes, muy abrazados solo que yo había soltado una de mis manos para secarme el rostro
ya que no podía verlo bien, de la misma manera sequé un lado de su rostro con delicadeza, solo la mitad ya que se negaba a separar su rostro de mi pecho.

-Estoy escuchando tu corazón latir, me calma -susurra de repente luego de que en un largo rato no dijera palabra alguna, entonces movió tan solo un poco su cabeza para colocar su oreja justo donde debía estar mi corazón. Me sentí enternecida pensando que hacía lo mismo que un bebé con su madre, llevando inconsciente mi mano a su cabeza acariciando su cabello-. Sigue latiendo, estás viva.

Tragué saliva al escuchar su comentario, mi mano se quedó inmóvil entre las hebras grisáceas. Entonces soltó una de sus manos para llevarla a mi cuello, haciendo que se me pusiera la piel de gallina ya que su mano estaba helada, aunque
esto parecía no importarle.

-Tu cuello está caliente, la sangre está circulando, estás...

-Estoy aquí, bebé -musité sin dejarlo terminar ya que se estancaría y volvería al inicio, comenzaría a llorar de nuevo-. Y no me iré a ningún sitio, ninguno lo hará.

- ¿Lo prometes? -preguntó con un hilo de voz.

Usé mi otra mano sin decirle nada, llevándola hasta su mano en mi cuello entrelazando mi meñique con el suyo para juntar ahora los pulgares y dejar un corto beso sobre este.

En ese instante sentí un alivio que hace semanas no experimentaba, sentía que todo empezaba a tomar su curso natural. Parecía estar bien, aunque sabía que faltaba una cosa; Tae necesitaba ayuda. Si bien los siete podríamos hacer todo lo que estuviera en nuestras manos, necesitaba ayuda profesional, estaba en medio de una depresión y en eso ni yo ni ninguno de los chicos teníamos experiencia.

Pero prometo que lo ayudaré cada día, estaré junto a él en cada paso, nunca me iría de su lado puesto lo había prometido. Prometo que nunca me iré a ningún sitio, Tae.

[Amé este, en serio, quiero hacer una segunda parte solo si ustedes quieren]

bts 🌌 8th member. one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora