bts 🌌 8th member. one shots

059. Hoseok

Una canción bastante movida sonaba a lo lejos, seguramente se trataba de alguna fiesta nocturna en la playa, inyectaba el ambiente de verano en todo el mundo. Desde donde estaban podían ver al tumulto de gente alrededor de una incandescente luz la cual supieron de inmediato que era una fogata, una verdaderamente grande.

Sin embargo ellos estaban divirtiéndose más que toda esa gente.

— ¡Dejen de correr! —exclamó el mayor de los chicos viendo como Hoseok salía persiguiendo a la pobre chica. Estaba histérico con todos desde que, correteando como locos, Jungkook había tropezado y caído sobre unas rocas haciéndose algunas heridas para nada graves.

Estaba claro que ninguno de los dos dejó de correr.

— ¡Deja de perseguirme! —grita Jiyoon con una pequeña risa sin atreverse a mirar hacia atrás.

Con un brinco saltó el pequeño muro que separaba la plaza con la playa, haciéndola caer y continuar su carrera ahora en la arena con el bailarín siguiéndola bien de cerca.

Estos venían caminando juntos desde hace un rato, todos bromeaban y reían a lo largo del camino, en un momento los maknaes comenzaron a discutir tontamente sobre cuál de los tres era el mejor bailarín del grupo causándole diversión a los demás al escuchar todos sus argumentos en medio de la discusión. Tan solo Hoseok se mantenía callado rodando los ojos a cada rato, hasta que a Jiyoon se le ocurrió comentar: Está claro que Jimin es el mejor.

— ¡Ven aquí! —dice de regreso aumentando la velocidad y aprovechando el pequeño tropiezo que la chica tuvo para casi taclearla haciendo que ambos cayeran a la suave y medio húmeda arena.

Ambos comenzaron a forcejear mientras el mayor trataba de pellizcar cualquier zona de la chica buscando de hacerle cosquillas o causarle dolor, cualquiera de las dos. Jiyoon tan solo podía reír tratando de salir de su agarre y diciéndole que la dejara libre, reía más por desespero que por las cosquillas. Esta pataleaba aunque Hoseok se encontraba con cada rodilla a cada lado de la chica, estando tan estable y contando con más fuerza que ella, prácticamente era misión imposible tratar de escapar.

—Dilo, vamos, di que yo soy mejor bailarín que Jiminie —exigió teniendo sujetas sus manos bien en alto, viendo como su respiración se tranquilizaba al dejar de reír.

—Nunca —dejó salir aún ahogada pero ella misma apretó el agarre de sus manos para impedirle que comenzara a torturarla de nuevo—. ¡Estoy jugando, solo juego! Tú eres el mejor.

Con una sonrisa ladina Hobi se limitó en asentir aún observándola. Con suavidad dejó ir sus manos, sin embargo no se levantó de su cadera y esta, por más que lo intentara, no tenía la fuerza suficiente para empujarlo.

Rindiéndose dirigió su mirada hacia la del chico, estaba completamente preparada para gritarle a uno de los chicos que la ayudaran, hasta que vio aquel brillo en los ojos de Hoseok. Ese brillo tan especial que tenía la suerte de ver a menudo; cuando tenía frente a los fans, cuando lo veía junto a su familia y cuando estaba en un momento sentimental con los chicos. Pero ahora ese brillo lo tenía observándola.

—Hose... —sin embargo fue interrumpida por el propio chico quien sonrió antes de abrir la boca para hablarle.

—Eres muy hermosa —susurró con una sonrisa brillante.

Esta frase, esta pequeña frase no era ni de cerca la primera, no era ni una de las doscientas veces que Hoseok le había recordado su belleza. Sin embargo esta vez era diferente, no solo por la sugerente posición en la que se encontraban, había algo diferente en su tono, no parecía decirlo para hacerla sentir bien. En vez de decírselo a ella este parecía estar hablando para él mismo.

Sin esperar mucho se inclinó hacia abajo, apoyó las manos a los lados de su cabeza para no dejar caer su peso sobre ella. Observó su rostro una vez más viajando su mirada desde sus ojos fuertemente cerrados hasta sus labios entreabiertos, por completo apetecibles.

Ambos sintieron una explosión de fuegos artificiales cuando sus labios se juntaron, se sentía como si estuvieran por completo solos en esa playa, la música ahora se oía a kilómetros de distancia. Eran ellos dos en el mundo.

—No me presten mucha atención, pero una vez leía que tener relaciones en la playa es malo por alguna razón —comenta de repente Namjoon mientras pasa junto a ellos en la arena, haciendo que Jiyoon se apresurara a tratar de empujar a Hoseok.

— ¡Yah! Estaba en algo aquí por si no lo habías notado —se quejó el pobre bailarín luego de dejar ir a Jiyoon—. Aish, ya uno no puede tener privacidad en ningún sitio.