bts 🌌 8th member. one shots

030. Taehyung

Me arrepentí de aceptar justo cuando entré al salón viendo de inmediato el círculo de arena en todo en el centro del lugar.

Dentro de este se encontraban Taehyung y Jungkook arrodillándose uno frente al otro sujetando bien las bandas que tenían atadas alrededor de su pierna, y en muy poco tiempo cundo un sujeto hizo sonar un silbato ambos se echaron contra el otro tratando de derrumbarse. Era como una batalla de titanes.

Me acerqué a los demás chicos que estaban a un lado de ellos animándolos como si vieran una pelea de gladiadores apoyando en su mayoría a uno de los chicos o al otro.

—Tienen que estar bromeando, yo no haré eso —dije viendo como Tae giraba logrando dejar al maknae tirado en la arena riéndose por alguna razón, tal vez por haber perdido.

—Técnicamente ya aceptaste competir con las chicas de Kard —aseguró Jimin palmeando mi hombro.

—No, me refiero a Taehyung. Él me masacrará.

Claro que no me arrepentiría de ayudar a Somin y Jiwoo ya que era la única forma que alguna de las tres participáramos en competencias grupales, y para tiro al blanco nos uniríamos a Chungha. Había sido una muy buena idea del mánager del grupo mixto, pero había un
pequeñísimo problema: soy terrible en el wrestling, razón por la cual los chicos se ofrecieron a ayudarme.

Hubiese sido mucho mejor si no lo ofrecieran.

Se veía venir que sería horrible, al menos para mí, pues en comparación con el increíblemente alto de Taehyung, yo soy como una hormiga, una
hormiga tratando de luchar contra el león.

—Tu turno, JiJi —anunció sonriendo con burlan llamándome al círculo—. ¿O tienes miedo?

Maldije mi orgullo por no dejarme irme sino que demostrarle que no tenía miedo, aunque estaba temblando de pánico. ¿Y si él me lesionaba?
No, no creo que sea capaz de lastimarme. ¿Y si lo hace por accidente?

Uno de los hombres seguramente del evento me entregó una cinta como de karate pero roja indicándome la forma correcta de atarla alrededor de la cadera y la pierna haciendo que, luego del primer intento fallido, Tae se acercó a mí para atarla él mismo.

Ahora ambos nos fuimos a la arena mientras yo escuchaba al hombre explicar con simpleza lo básico de la disciplina, básicamente me daba consejos para intentar tumbarlo. Sí, él mismo dijo “intentar”

—Tranquila, jugaré fácil contigo —susurra para que cuando yo lo mirara para ver como bailaba las cejas de arriba abajo haciendo que se malpensara la frase para que yo lo golpeara con una mano.

Con una rodilla en la tierra sujeté con ambas manos el cinto atado a él gruñendo al no poder golpearlo cuando él, acercándose a sujetar él de igual forma el que ató en a mí, hundió su rostro en mi cuello dejando un beso ahí.

De repente me sentí débil y lo quise patear pues usaba mis puntos débiles en mi contra. Vamos, las chicas de los demás grupos no podrían hacerlo, ¿por qué no jugaba justo?

Ante el primer aviso ambos subimos un tanto sintiendo ahora la fuerza que ejercían contra los míos y escuché a los chicos reír al verme tambalear, incluso Tae rió bajo.

—Espero que recuerdes que si me asesinas, te quedarás sin novia y como fantasma me encargaré de evitar que consigas a alguien más.

Mi amenaza no le afectó tanto, bueno, se echó a reír dos segundos antes de que el silbato sonara y él sin hacer mucho esfuerzo jaló del cinto
girándome para lanzarme casi como un látigo contra el suelo. No tardó ni tres segundos.

Las risas no tardaron en aparecer al igual que la imagen de los chicos apareciendo en mi campo de visión pero no pude levantarme pues el cuerpo de Tae seguía sobre mí riendo mientras se disculpaba una y otra vez.

—Me acostumbré al peso de los chicos, lo siento, eres demasiado liviana —se disculpaba con dificultad debido a que seguía ahogado de la risa.

—Te odio, siento que me rompiste un hueso —me quejé boquiabierta sintiéndome profundamente traicionada—. Miento, siento todos los huesos rotos.

—Te amo, te amo, te amo