"Si al final nuestro chaleco antibalas no puede protegerlos, sentiremos las balas junto a ustedes"
Hermosa portada gracias a @EditorialKpopWorld
Hecha por la increíble @COCOB0TTLX
Todos los presentes disfrutaban de la presentación de aquel grupo, pero la mente de cierto rapero no se encontraba ni un poco enfocada en la canción, en su lugar se encontraba paseando su mirada de un lado a otro tratando de encontrar a la chica de la forma más discreta posible. Esta se había ido hacía algunos minutos para ir al baño, pero no había rastro de ella.
¿En donde se podía haber metido?
—¿Qué se te perdió? —la pregunta del mayor logró que Yoongi se sobresaltara al pensar que nadie lo observa, causando la risa de Jin—. Yah, ¿qué buscas?
—A nadie —dijo con simpleza al cruzar sus brazos mientras miraba de nuevo al frente.
—Yo nunca insinué que buscabas a alguien. —Con una sonrisa de victoria se giró dejándolo confundido y aún más pensativo. ¿Qué tan obvio era?
Sacudió su cabeza tratando de concentrarse al menos en el final de la presentación que había prácticamente ignorado hasta ese momento, pero no duró mucho disfrutando de esta. Por alguna razón su mirada cayó en una cabellera púrpura, quería dejar de observarla para que ni ella ni ninguno de los chicos lo viera, no obstante su mente seguía torturándolo haciendo que le fuera imposible dejar de verla.
Viendo como era detenida por un integrante de Got7 para hacerla sentarse junto a ellos.
Aquella no era ni de cerca la primera vez que alguno de ellos trataba de tal forma a Jiyoon, mucho menos tratándose de Jackson, pero esa había sido la primera vez que a Yoongi le afectó verlo. El verla riendo por algo que él le hubiese dicho, cómo golpeaba su hombro bromeando, no sabía la razón pero quería ir hacia ella para llevarla con ellos de nuevo, sentada con SU grupo, a donde pertenecía.
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No se daba cuenta de lo obvio que se veía, ni de las otras seis miradas sobre él.
—Un hyung está celoso —masculló el menor del grupo mirando "disimuladamente" hacia otro lado, haciendo que el rapero girara para ver de lo que hablaban.
Bastó tan solo con ver todos los ojos sobre él.
—Yo no —asegura con simpleza cruzando de nuevo los brazos.
Lo negaría una y mil veces, para él sería una estupidez el siquiera pensar en que la sensación que lo mortificaban eran celos. Pff, era una tontería.
Si no era ellos, ¿quiénes protegerían a Jiyoon? ¿Quiénes cuidarían de que nadie le hiciera daño? Pues la respuesta era simple, nadie más, o al menos así era en su mente. Para él cada uno de los hombres que se acercaran a ella era un potencial patán que rompería su corazón, ¿para qué arriesgarse?
Y ahí volvió la paz a su corazón y mente, justo cuando la chica caminaba hacia ellos con una brillante sonrisa en su rostro, tan brillante que iluminaba todo su mundo.
