bts 🌌 8th member. one shots

038. Seokjin

Los ocho jóvenes habían entrado a la cafetería, aprovecharon que era muy temprano por la mañana y que no muchas personas, no muchas fans, estarían en ese lugar. Desde que llegaron a Estados Unidos habían querido tener siquiera un día para ellos solos, sin nadie
siguiéndolos, sin ninguna cámara que los grabara todo el tiempo. En la noche anterior el líder les había sugerido, o más bien pedido, que se arreglaran temprano para poder salir a explorar la ciudad por su cuenta.

Agradeció que el conductor de Uber fuera un hombre lo suficientemente mayor como para no tener ni idea de quienes eran ellos.

—Por favor, no hagan tanto ruido —pidió Namjoon luego de juntar dos mesas para sentarse todos juntos—. Si llamamos mucho la atención, no asesinarán cuando volvamos al hotel.

—Entendido —dijeron la mayoría de los chicos a la vez una vez que llegó a donde ellos estaban un chico con varios menús en sus manos para dejarlos sobre la mesa.

Ayudados del líder cada uno fue decidiendo lo que pedirían ya que el menú estaba lleno de nombres diferentes e ingeniosos de las bebidas y dulces, pero todo escrito en inglés, por supuesto.

En ese momento Jin leyó el nombre algo pero la única palabra que entendió fue “chocolate”, le interesaba pero no tenía ni la menor idea de lo que era, así que giró para preguntarle a Jiyoon, aunque esta también lucía curiosa, el nombre de “explosión achocolatada de chocolate” no le decía mucho, así que luego de una rápida mirada al lugar, llamó al mismo chico que antes.

—What is this? —ella preguntó en un fluido inglés señalando el nombre del plato en el menú.

Con una sonrisa comenzó a explicar que se trataba básicamente de un volcán de chocolate, un trozo de pastel de chocolate del cual salía chocolate líquido cuando lo partías, pero se quedaron hablando más tiempo debido a que este daba sus propias recomendaciones
cuando ella lo preguntó, solo que por la rapidez con la que hablaban solamente Nam era capaz de entender lo que decía.

Esta situación no le gustaba para nada a Jin quien, olvidándose ya del dulce de chocolate, se empezó a preocupar y molestar al no saber de lo que Jiyoon hablaba con ese chico, deseaba y necesitaba saber lo que este le estaba diciendo.

—Entonces, ¿qué es el postre? —Seokjin le preguntó toqueteando su brazo para llamar la atención de la chica.

— ¿Ah? Cierto, cierto, dice que es un volcán de chocolate. ¿Lo recuerdas? Como el video que vimos en Corea.

Y luego de explicarle con una sonrisa, giró de nuevo retomando su conversación con el mesero. La sangre de Jin hervía al no saber qué hacer para mantener su atención sobre él.

Quince minutos luego la gran mesa del grupo se encontraba llena de toda clase de dulces, desde pequeñas galletas con chispas hasta varios trozos de cheesecake, esto sin contar las ocho bebidas diferentes yendo desde batidos achocolatados hasta diversas clases de cafés. Estaban en la esquina del local por lo que muy pocas personas los miraban y era prácticamente imposible que alguien desde afuera pudiera reconocerlos.

Había pasado mucho tiempo desde que sintieron ese tipo de libertad, poder salir como las personas normales que eran.

—Esto está muy bueno~ —exclamó Taehyung echando su cabeza hacia atrás comiendo un bocado de su postre—. Quiero llevarme dos toneladas de esto a casa.

Los chicos rieron leve ante su comentario mientras seguían comiendo, disfrutaban por completo los dulces que estaban disfrutando bebiendo de vez en cuando de sus bebidas. La conversación fluía entre ellos como de costumbre, solo que habían acordado hablar de
cualquier cosa menos de trabajo, era un momento para ellos y solo para ellos, necesitaban al menos unos minutos para relajarse pensando en nada.

Así pasó el tiempo, casi una hora estuvieron en el local degustando de los postres pidiendo incluso algunas porciones para llevar. Al momento de ir a pagar Namjoon le pidió a Jiyoon pagar ella debido a dos cosas; uno, él debía llamar de nuevo al transporte y dos, si enviaba a alguno de los chicos no entenderían nada y acabarían pagando cualquier cosa. A Jin no le gustó nada dejarla sola, y menos lejos de ese chico.

—Yo te acompaño —dijo casualmente el mayor al ponerse todos de pie pero yendo detrás de ella en lugar de afuera junto al resto.

— ¿Te gustó la bomba achocolatada de chocolate? —pregunta risueña al haberlo visto comiendo como si fuera la primera vez que probaba el chocolate.

Este solo asintió cuando llegaron a la caja puesto que Jiyoon apoyó sus brazos sobre la barra empezando a hablar animadamente con la chica que la atendía. Dejó de prestarle atención al no estar entendiendo nada de lo que hablaban, no le gustaba sentirse tan fuera de
lugar, es decir, a veces podía estar al pendiente si ella y Namjoon hablaban en tal idioma, pero una vez que llegaron a América parecía como que todo el mundo hablaba cuatro veces más rápido.

En ese momento sus ojos chocaron el chico que antes los había atendido, solo que este no lo miraba al estar pendiente de una nueva mesa. Seokjin sabía que si su mirada quemara, el chico ya estaría… ¡él volteó!

Con una rapidez increíble el cantante giró sin ser ni un poco disimulado para apoyar los brazos en la barra algo descuidado, tratando de imitar la naturalidad de Jiyoon. Ella giró a verlo algo extrañada pero sonrió con gracia mientras la chica contaba el dinero para
regresarle el cambio, y esperando que otra persona trajera los envases con el resto de las porciones.

Pero sucedió algo que le extrañó a Jin pues, junto a los billetes y monedas, la cajera le entregó un pequeño papel a Jiyoon que no lucía ni un poco como la cuenta, además del hecho de que al ser entregado le dijo algo un poco susurrado que hizo reír leve a la chica. ¿Qué podía ser eso?

Trató de calmarse una vez que salían del lugar, su mirada estaba fija en los envases en sus manos, pero sus pensamientos volaban en cómo podía preguntarle sin lucir demasiado obvio.

— ¿Qué era eso que te entregó la cajera? —preguntó cuando todos entraron de nuevo a la camioneta. Se felicitó así mismo por la sutileza.

Solo que no se esperaba en lo más mínimo esa respuesta.

—El chico que nos atendió le pidió que me entregara su número —dijo con una minúscula sonrisa de inocencia mientras sus mejillas se sonrojaban leve. ¿¡Qué!? —. Es muy lindo, ¿cierto?

Era algo nuevo, no solo para ella, sino para los chicos que por primera vez en muchísimo tiempo, o tal vez por primera vez la veían actuando de esa forma por un chico, y sobre todo por alguien que acaba de conocer.

—Lo acabas de conocer —el comentario de Jin sonó más tosco de lo que esperaba. Sonaba como un reclamo.

—Oppa, no estoy diciendo que estoy enamorada de él, un número de celular no significa nada.

De repente el ambiente se volvió tenso cuando la chica borró su sonrisa y cruzó los brazos mirando hacia la ventana, la imagen que desprendía tanta ternura ahora solo lucía triste. El ánimo de todos cayó por los suelos.

Sin embargo Jiyoon no es una persona que se queda callada ante cualquier cosa.

— ¿Y cuál sería el problema si me gustara? —Pregunta girando de nuevo para encararlo, en ese momento por primera vez no le importaba que fuera mayor que ella— Estoy lo suficientemente grande como para escribir con quien yo quiera.

—No se lo olvidas, pequeña, pero volveremos a Corea en cinco días —dice haciendo énfasis en el apodo que dicho de esa forma solo la molestaba más haciéndola sentir como una niña.

— ¿Y si estuviéramos en casa, y hubiese conocido algún chico allá? ¿Necesito primero tu permiso para querer salir con alguien? —su tono comenzó a subir por lo que Namjoon tuvo que intervenir acabando la discusión que podría llegar a una intensidad considerable en un
tiempo muy corto.

[Antes de que lo diga, si, seguramente haré una segunda parte de esto pero no todavía. Aunque lo haré solo si les gustó. ¡Hasta la próxima!]