Capitulo dos

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Australia era un gran país. Con playas y canguros. Y a ella le gustaban las playas y los canguros. Pero en ese momento, no se encontraba presisamente cerca de ninguno de los dos. Solo había viajado desde ahí por sus misión de evitar a toda costa que Rebecca Smith y Ashton Irwin, lo cual era una lastima por que si pudiera se quedaría defenitivamente en Australia. Suspiro y continuo viendo las flores.

Se encontraba en El Jardín Botanico Comunitario a unas manzanas del restaurante de la mañana.El olor a vegetación fresca le llenaba los pulmones. En el Oυρανό olia fresco, pero suponía que era solo por que era un lugar frío. Las flores apenas estaban creciendo asi que no estaba segura de que tipo de flores eran. No es como si fuera experta en el tema.

Se pego contra la pared que estaba llena de humedas trepaderas que escalaban por la pared. Cerro los ojos y se dejo llevar por el olor natural y el sonido cercano de algunos carros pasar que se mezclaba con las lejanas olas en el mar. Genoveva disfrutaba de pequeños momentos de soledad por que, la realidad era que, estando siempre rodeada de amor y... Amor, las cosas se podían volver tediosas; por lo que valoraba estos momentos.

Entonces unas escandalosas risas lo arruinaron. Eran cuatro voces distintas y, aun que abrío los ojos de golpe, no había nadie cerca. Con suerte, no eran alusinaciones. Y, no lo eran. Cuatro chicos, dos rubios, un pelinegro y otro de pelo azul se encontraban brincando uno sobre otro, empujandose cuando no lo hacían haciendo que tropezaran. La poca gente que se encontraba ahí, los miraban enojados, aun que ellos parecían completamente indiferentes a esto. Finalmente uno, el notablemente mas alto, los paro todavía tratando de calmarse a el mismo. Se calmaron y empezaron ah hablar. Ella los miraba atentamente mientras los veía hablar confusamente. Una dependiente llego ahi con su uniforme que consistía en una mandil rosado, con una gorra de ese color y una camisa verde limón. Tenía una coleta alta que se balanceaba cada que caminaba; cuando llego hasta ellos -los rubios y el de pelo azul- empujaron al pelinegro hacia ella. El empezo a hablar, exagerando los movimientos de sus brazos.

La dependiente asentia con una sonrisa amigable en su rostro. Finalmente, con un gesto de su mano, Genoveva pudo adivinar que ella indico que la siguieran. Primero avanzo el chico de pelo negro, luego el rubio alto y junto a él de pelo azul que se empujaban entre sí como críos de 5 años, pero el otro chico rubio se quedo ahi, girando a los lados como buscando algo, como si supiera que ella los veía. Pero cerro los ojos antes de averiguar si la había descubierto. Abrio los ojos, esperando verle la espalda, pero, por suerte chico ya no estaba.

Tomo todo el aire que pudo y finalmente se paro. Limpiandose con las manos la parte de atras de su jean. Cuando iba a salir por la puerta se giro y se encontro a un par de ojos mirandola.

N/A Pues aqui esta otro capitulo. Yay. Yo se que dije que los subiría cada Viernes y probablemente lo hare, pero hoy me sentía de humor y pues... Era perder el tiempo en esto o estudiar para los examenes. Todos sabemos cual gano. En fin, POR FAVOR voten, no les cuesta nada.

Tic, toc, tac, darling | Ashton Irwin | The Cupid Offices Series num.1 | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora