Un engaño es una traición, una traición es lo peor que le puede ocurrir a una persona.
O eso decían todos los artículos que Liam leía en su tiempo libre.
Liam no entendía por qué un engaño era tan malo, por qué el estar en una relación y besar a alguien más era malo, "Solo es un beso, no tiene sentimientos" pensaba el joven castaño de –en esos momentos- catorce años mientras mordía el borrador en la parte superior de su lápiz.
—Cariño, Liam. —el mencionado alzó la mirada y sonrió ampliamente al ver a su madre con una cálida expresión en su rostro mientras le llamaba—La señora Brown tendrá ésta noche una gran cena empresarial en su casa así que haré horas extra, ¿Bien? Te dejaré dinero por si quieres salir con Jisoo o si la quieres traer a casa para pedir alguna pizza. Cuídate cariño, recuerda...
—No le abriré la puerta a nadie, más que sea mi padre, algunos de mis amigos o Key. —terminó la oración—Y no aceptaré dulces de extraños. —la mujer rió y depositó un beso en la frente de su hijo—Ya no soy un bebé madre, puedo cuidarme solo.
—Claro que sí, mi Li ya es un niño grande. —el moreno rodó los ojos divertido—Me voy, nos vemos en unas horas cariño.
—Suerte mamá. —se despidió borrando su sonrisa al instante al ver que su madre ya había salido y cerrado la puerta principal.
Miró el dinero entre sus manos que su madre le había entregado, no era mucho, sabía que era el dinero que hubieran usado para darse un pequeño lujo y salir a almorzar en aluna choza de comida callejera ya que realmente el estado económico de su familia era tan bajo que a penas y podía comer el ramen acompañado de un pequeño tazón de arroz.
Liam se levantó y sacudió su ropa. Metió el dinero en el bolsillo de sus pantalones y buscó la llave de la puerta principal dentro de uno de los cajones de la gran alacena.
Liam aprovechaba esos momentos libres para salir a caminar por el barrio y ver a sus amigos y luego a casa de su novia.
Si voy con Key y le invito una pizza como dijo mi madre me gastaría todo el dinero, pero si le invito un helado y me abstengo de comer gastaré mucho menos de un cuarto del dinero y aun podría salir con mi madre a comer.
—Genial. —murmuró Liam con una sonrisa victoriosa.
Liam gustaba de ahorrar, ayudaba a su madre con el dinero y escondía gran parte de él por miles de razones en las cuales prefería no recordar.
Liam iba a una escuela privada y de alta calidad gracias a los señores Brown, los jefes de su madre. Su madre era ama de llaves en aquella gran casa, era amada por sus jefes y por el hijo de los señores Brown, Jackson Brown.
Jackson era el mejor amigo de Liam, a pesar de que vivían un tanto lejos, ellos siempre se veían en el colegio y era respetado por todos, al igual que Liam quien tenía un buen lugar social en aquella escuela para millonarios.
En esa escuela había conocido a Key, la primera y actual novia de Liam. Key era una chica popular, una chica de familia con dinero y una chica que amaba a los chicos con tiernos hoyuelos e inteligencia incomparable, ósea, un Liam.
Liam no sabía nada de relaciones, más se había arriesgado al momento de que Key le había preguntado con una carta con sobre color rosa entre sus manos y una gran sonrojo sobre sus mejillas, Liam se había arriesgado porque había aceptado a la chica y le había permitido dar su primer beso con ella. Liam no sentía ninguna atracción física ni sentimental por ella, a penas y se hablaban pera pedirse prestado lápices y borradores, pero Liam pensó que sería una buena idea intentar hacer algo lo cual Jackson hacía, tener novias y besarlas como él lo hacía.

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Prohibido (ZIAM)
AlteleADAPTACIÓN. Enamorarse no estaba en los planes de Liam. Esta historia es de @nattxn yo solo la adapto.