Llevaba mucho tiempo esperando su cumpleaños número 6, lo que más le encantaba de sus cumpleaños es que sin falta su abuelo llegaba, para contarle historias de casos impresionantes junto a su tío abuelo John. Le encantaba escuchar como su abuelo podía atrapar a gente mala sin necesidad de tirar rayos con sus ojos, ni súper fuerza, sólo él y su cerebro.
Un día antes de su cumpleaños, su abuelo llegaba a dormir a su casa para ayudar con los preparativos de la fiesta, así que Sheila ponía una silla pequeña que le habían comprado frente a la ventana que daba hacia la entrada y la dejaba ver cuando la figura esbelta, alta, con rizos canos se bajaba del taxi, o en ocasiones su tío abuelo Mycroft acompañaba en las fiestas y se comía la mayoría del pastel.
Respiró profundo mientras miraba el reloj, las 8:00 de la mañana, había un día por delante para poder esperar.
Llevaba sus juguetes para pasar el rato, su papá le llevaba la comida hacia el lugar y ambos comían el desayuno, hablando sobre lo interesante que podía ser el día siguiente con el abuelo.
- La vez pasada mi abuelo me contó - Dijo mientras comía una galleta - que él atrapó un asesino en serie.
-Esa historia es clásica - Contestó su padre con una voz tan profunda como la de su abuelo - ¿Te ha contado la de "Estudio en Rosa"? - La pequeña negó - Te la recomiendo muchísimo.
Su padre se levantó dejándola ahí, cada vez que escuchaba un auto ella se abalanzaba sobre la ventana para luego poner un rostro de decepción al no verlo llegar.
Así transcurrió el día, hasta que un sonido de auto se escuchó, Sheila se acercó a la ventana, para observar a un cartero que se acercaba al portico de madera, llevaba una caja y dos sobres en la mano. Tocó el timbre, sus ojos curiosos se fijaron en la figura de su padre que se movía con naturalidad hacia la puerta y desde la ventana observó como conversaba con el cartero.
Le entregó los paquetes y luego se fue, su padre parecía extrañado, con el ceño fruncido llegó a la cocina seguido por la chiquita, con sus grandes ojos grises miró expectante a su papá que se sentó viendo uno de los sobres. Su madre se acercó con confianza para leer la carta al mismo tiempo, mientras la chiquilla se ponía cerca de la mesa. Al terminar de leer ambos padres se miraron a los ojos con un toque de tristeza en los de la madre y en los del padre enojo.
-Hamish - Dijo su esposa cuando se levantó bruscamente de la mesa y salió de la cocina - Cariño, la caja y la otra carta es tuya - Ella se quedó con la pequeña mientras está se sentaba en una de las sillas con respaldo de madera para estar más cómoda al leer.
Ella tomo la caja, con facilidad logró abrirla y dentro había una bufanda, no era cualquier bufanda, era la de su abuelo, la de su súperheroe. Pestañeó con extrañeza mientras tomaba el sobre, lo abrió con curiosidad y comenzó a leer.
"Querida Sheila, cree en mí, que algún día voy a regresar, tengo un caso que resolver, y no te veré en muchos cumpleaños. Te quiero, recuerda que no eres normal, tú si observas y no sólo ves
-SH (Súper Abuelo)"Ella tomo la bufanda, dejó el pedazo de papel y subió a su cuarto. Si su abuelo no estaba, no habría nadie que detuviera a los malos... Entonces, tendría ella que atraparlos, a pesar del enojo que sintiera porque su abuelo no había llegado.
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221 Sherlockian's
Random¡Curiosidades, típicos, frases y muchas otras cosas! No suelo hacer libros así, pero desde hace tiempo lo vengo pensando, además pondré notas de mis intentos de historia ;-;. Solo es para que lo pasemos bien, y conozcamos un poco más de Sherlock y...