10.♡

66 16 9
                                    

En esta vida muchas cosas se hacen por amor, pero a mi me tocó hacerlas por odio. Un odio que se fue formando desde esa tarde, un odio que va creciendo en lugar de ir disminuyendo. Aunque no lo crean, tengo momentos de debilidad, pienso que no podré contra esos hombres. Pero... siempre pienso en mi abuela, que murió de manera injusta, en mis padres y en todo lo que me hicieron.

Esperé a que llegarán mis chicos. Y nos fuimos a casa.

- ¿Cómo les fue?- Ellos me miraron con una sonrisa. Eso me gustó, ya sabía la respuesta.

- Demasiado bien diría yo.- Dijo Dante.- ¿Llamaste a Alejandro?

Tony abrió los ojos, y los puso como un dos de oro.

- ¿Llamar a Alejandro? ¿Cómo para qué Megan?- Lo dijo con un tono de voz, estaba molesto.

- Para vernos mañana, tengo que empezar lo más pronto posible.

- Te vi ¿Sabes? Vieras la cara que pones cuando lo ves, es como si fuera un libro que quisieras leer, un misterio que quieres descubrir.- ¿Así lo veía? Pero si sólo lo vi una vez.

- ¿De qué hablas gafo? Deja las tonterías.

- No son tonterías Megan Stephania, sabes que no lo son.

Agh, el sabe que detesto mi segundo nombre.

- No vuelvas a decir mi segundo nombre en tu puta vida ¿Ok?.

- ¡Bueno ya! ¿Qué les pasa? Tony, tu sabes muy bien que todo esto es por el plan.- Dijo Dante defendiendome.

- Ja.- dije y entrecerró los ojos.

- Los dos saben muy bien que terminará mal.

- Deja de ser pesimista coño.

- Ya llegamos, espero que dejen su pelea para después. Hay algo más importante que tengo que decirles, pero pasemos a la casa.-Dante ya se estaba molestando.

¿Por qué reacciona así? ¿Acaso no cree en mí? Odio esos reproches de Tony, le mentí a Susana para que no me sermoneara, y viene este a andar de pesimista y a decir cosas que no son.

Me miro de reojo, lo caché viéndome pero él comenzó a caminar más rápido.

- ¿Y a este que mosco le pico?- Le pregunté a mi compañero.

- ¿De verdad no te das cuenta?-¿Cuenta de qué?

- No, la verdad que no.

- Más adelante él te lo dirá, o algún tercero, pero ese no seré yo.

Entramos, Tony había entrado a la cocina por un vaso de agua y se sentó en el mueble.

- ¿Qué pasa Dante? Cuéntanos lo que tienes.- Pregunté, me estaba volviendo loca por saber, no me gusta que me dejen imaginandome miles de cosas.

- Conseguí el galpón para el momento de las torturas, conseguí el bate, las cuerdas, los fuetes, las correas, los cuchillos,y las tijeras, me faltan algunas cosas pero eso es lo de menos todo está en el galpón, es un lugar fuera de la ciudad está en medio de un bosque, y ya tengo donde enterrar los cuerpos.- Me acerqué y lo abracé.

- ¡Me encanta! Gracias gracias gracias.- Brinque como una niña.- Aguarda ¿y los pepinos?

La cara de Tony fue un poema.

- ¿Para qué son los pepinos?.- Pobre hombre.

- Para que sientan lo que yo sentí cuando me violaron, es una simple broma.- Empecé a reír.

- Megan por favor, no seas psicópata.

- Tu me enseñaste lo de las torturas, así que calla boca.

Mi perdición (Terminada.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora