23.

29 9 2
                                    

Tenía sentimientos encontrados,  estaba feliz porque ya tenía la manera correcta para matar a Will, triste por la injusta muerte de Lucía, y enojada pero conmigo misma, por sentir todo eso hacía Alejandro, mi piel se erizaba con un solo toque suyo, mis labios pedían sus besos, y mis ojos necesitaban mirar los suyos, ese azul que me hacía ir a otro mundo, un mundo donde solo eramos nosotros dos, donde no eramos hermanos y donde no era una maldita asesina.

Me había dicho a mi misma que no sentiría nada por él, se lo dije a todos, les dije que el cazador podía pasar a presa en un instante, pero claro con todo a su favor. En caso tal les fui sincera, porque yo podré sentir cosas por él, pero mi mano no temblaria para dispararle.

Hoy sería el entierro de Lucía, me estaba preparando para irme ya. Mañana Dante saldría del hospital, eso me tenía muy feliz.

Tony y yo nos montamos en el auto para ir en busca de Susana.

- ¿Qué pasó anoche Megan?-Preguntó, cuando ya había arrancado el auto.

- Nada importante, creo que Will ya entendió que no me ando con juegos.- Suspire mirando por la ventanilla.

- Ok... Oye, tengo que decirte algo.- Me miró.- Necesitamos acabar con esto rápido.

- Eso lo se Tony, pero necesitamos este poquito tiempo, consigueme el ácido te lo pido.- Junte mis manos, y el rió.

- Todo lo que me pidas te lo daré mi santa.- Le sonreí.

- Gracias Tony. Llegamos, pitale a Susana para que salga.- Le pitó y ella salió.

- Hola mis amores.- Se montó en la parte trasera.- ¿Cómo amanecen?

El clima estaba muy raro, llovía, escampaba, hacía sol y volvía a llover.

- Estoy como el clima.- Ella rió.

- Tienes serios problemas entonces.

- Eso todos lo sabemos Susana.- Dijo Tony para luego arrancar.

- Vamos que llegaremos tarde al cementerio.

Llegamos al lugar y estaba Alejandro solo, nadie más se digno a venir. ¿Por qué lo dejarán solo en esta situación?

- Hola Alejandro.- Me acerqué y lo abracé.

- Megan pensé que no vendrías.- Lo correspondió.

- No podía dejarte solo en este momento.- Lo miré y parecía que no había dormido en toda la noche. Me dio mucha pena por él.

- Te lo agradezco mucho.- Saludo a Tony con un apretón de manos y a Susana con un beso en el cachete.

- No tienes nada que agradecer.

Llegó el sacerdote, y empezó con los rezos, al terminar Alejandro junto con unos trabajadores del cementerio la enterraron.

Empezó a llover, y nos mojamos, Alejandro se acercó.

- Acompañame a mi casa por favor. - Me pidió. Pensé en decirle que no porque recordé lo que había pasado ayer. Pero no podía dejarlo solo.

- Esta bien, me iré contigo esperame aquí. - Me acerqué a Tony y Susana.

- Me iré con él, vayan al hospital con Dante, al terminar me voy para allá, hoy me pienso quedar a dormir con Dante.- Miré a Tony.- Pasa por la casa y buscame ropa por favor, y a Dante también.

- Como digas. - Dijo molesto, se notó en su semblante.

- Cuidate mi niña. - Dijo Susana para luego irse con Tony.

Me fui hacía el auto de Alejandro, ya me esperaba ahí.

- Nos podemos ir. - Entré y cerré la puerta.

- ¿Por qué ellos siempre andan contigo? Te sobreprotegen mucho, a mi parecer. - Me reí internamente por su comentario. Si él supiera.

- Son mi única familia, a de ser por eso. - Arrancó y estabamos en silencio hasta que llegamos.

Entramos a la casa, y nos fuimos a la alberga.

- ¿Qué piensas Alejandro? - Me miró y sonrió.

- Eres mi salvación Megan.- Y tú mi perdición Alejandro. Pensé.

- No me digas esas cosas por favor.- Desvíe la mirada.

- Me transmites paz, una que no había conseguido nunca. - Se acercó y se sentó justo a mi lado.

- Esto es una locura, no sabes lo que dices. Tienes a Jessica.

- Entre ella y yo no hay nada. - Me estaba mintiendo de eso no hay dudas.
 
- Como tu digas. - Tomó mi barbilla y me obligó a mirarlo.

- Dime que no sientes lo mismo que yo.  - ¡Maldición!

- No me pongas en esta situación, todo esto está mal. - Agarré su mano.

- Dame una razón, solo una Megan Greene. - Cuando le iba a responder llegó Will, hecho un diablo.

Esa es una de mis razones.

- ¿Qué haces con ésta mujer Alejandro? ¡NO SABES DE LO QUE ES CAPAZ! - Me miró y casi se me viene encima, si no fuera porque Alejandro se interpuso, me golpea. No podía sacar el arma frente él.

Eso fue lo que bastó para que se armara una gran guerra entre padre e hijo.

Nada acabaría bien después de esto, estoy muy segura de eso.

¡Holaaa mis amores! Espero estén bien.

Adivinen quién se inscribió ya en los premios Wattys2019, ésta chiquilla. Jsjsjsjs

Espero les guste el capítulo.

Pronto una pelea, padre e hijo.
¿Valdrá la pena?

Un beso♡

Mi perdición (Terminada.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora