Prologo: Llegada a Londres

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Narra Giselle Mendoza:

Llegamos a Londres, estoy muy fascinada puesto que hoy por fin, después de hacerle varias suplicas a mi padre, por fin conocería la ciudad de la que tanto me hablaba cuando era niña (aunque mi visita se deba por trabajo de mi padre). Habíamos llegado a la gran ciudad por barco desde España, el viaje fue muy agotador y tedioso, pero al ver algo mas que no sea agua me sentí muy emocionada, bajamos viendo a una gran multitud de mujeres, niños y hombres, haciendo su día normal (o lo que quedaba de el, puesto que habíamos llegado en la tarde), para salir de esa multitud hasta nuestro carruaje que nos llevaría hacia la casa donde nos quedaríamos.

Giselle: ¿Y adonde vamos a ir? (dije entusiasmada mientras miraba por la ventana a todas las personas que pasaban).

Tom: Hija, me suplicaste miles de veces que te trajera aquí, ya que querías conocer Londres, mientras yo este en negocios con mis socios, tu podrás divertirte todo lo que quieras, siempre y cuando me prometas, que no vas andar tu sola por la noche, ya que las calles de Londres son muy peligrosas.

Giselle: ¡Prometido padre! (dije muy contenta).

Llegamos a una casa de tres pisos muy hermosa de blanco con azul. En el primer piso se encontraba la sala y la cocina, en el segundo se encontraba el comedor, mientras que en el tercero se hallaban nuestros cuartos y el baño.

Tom: Hija... se que hemos llegado y habrá que desempacar, pero tengo que ir con mis socios, por si quieres empezar tu.

Giselle: si padre.

Y así mi padre se fue a hacer sus negocios mientras yo me quedaba desempacando mis vestidos y joyería, para terminar muy cansada, sin darme cuenta de que ya era de noche, por lo que decidí que Edith, la criada de nuestra casa, me preparaba la cena.

Edith: Y bien señorita Giselle ¿Como le pareció Londres?

Giselle: Bueno Edith, Londres es muy hermosa, por lo poco que vi en el carruaje, espero conocer mejor de ella mañana.

Edith: y supongo que su padre ya le conto que no tiene que andar sola en la noche.

Giselle: si y ¿Por que es esa advertencia? (Pregunte con duda).

Edith: Bueno señorita, son por los crímenes y las bandas que los cometen, por lo que se aconsejaría no salir por la noches.

Giselle: Esta bien Edith. 

Después de esa pequeña platica con Edith, esta se fue a su casa, para después esperar hora y media a mi padre para irnos a nuestros cuartos a dormir. 

Giselle: ¿Que sorpresa me esperara en Londres? (me dije a mi misma antes de quedar dormida).

Al cruzar miradas (Cancelada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora