Un hijo para Rukia (versión Bleach)

Cap 9

. Un hijo para Rukia .

De: Priss

Capítulo IX: Una y otra vez hasta conseguirlo.

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¿Cuántas veces habían hecho el amor?.

Sinceramente había dejado de contarlas después de la sexta. Fueron tantas, al parecer ninguno de los dos soportaba estar lejos del otro.

Se deseaban, se necesitaban y dejaron que todas esas emociones los controlaran en las últimas semanas.

De hecho no hubo noche que no terminaran con los cuerpos entrelazados, enredados en las sábanas.

Y ni que decir de los fines de semana en los que abandonaban la cama ya muy tarde tan solo para terminar con otra entrega en la alfombra de la sala.

Rukia llegó a sentirse plena; decir que su vida sexual era satisfactoria era poco.

Oh sí, esos habían sido días de loca pasión y sexo y quizás de algo un poco más profundo e inevitable.

¿Pero de qué le había servido todo eso?.

"Si no he podido quedar embarazada."

Recostada en la cama, con tristeza pensaba la bella mujer

No podía más, tantas cosas cruzando su pobre y atormentada mente.

El primer mes se sintió decepcionada y solo atinaba a suspirar a cada rato. Le hacía mucha ilusión la idea de ser madre, pero al llegar su periodo la dicha se le vino abajo.

El segundo mes fue peor, estaba enojada, en verdad furiosa y se desquitó con cuantas cosas encontró a su alcance.

Incluso con Ichigo quien la sujetó con fuerza y la besó cómo si quisiera devorarla, calmándola.

Y la forma tan intensa en que le hizo el amor unos cuantos días después.

Pero el tercer mes sí ya no pudo más, creía que esta vez sí quedaría en cinta, incluso su periodo se había retrasado una semana.

La tristeza pudo más que la decepción y el enojo juntos, y terminó en la cama, llorando llena de amargura.

Él la miraba desde el marco de la puerta, se sentía mal, muy mal, no solo por ver a si enana en ese estado, lo que menos quería en la vida era verla llorar, pero también porque llegó a dar gracias a Kami-sama porque Rukia no quedase embarazada, pues así podría seguir haciéndole el amor, era el pretexto perfecto.

Y es que no quería ni pensar en el momento en que la pelinegra por fin quedase preñada.

"No volveré a tenerla entre mis brazos, ni le haré el amor."

Pensaba el muchacho con cierto temor, pues estaba perdidamente enamorado de esa mujer y no soportaba la idea de no tenerla más.

Pero al verla así, Kurosaki no pudo más y se acercó a ella, tratando de consolarla.

~ ¿Estás bien, Rukia?.

~ No.

Respondió ella, su voz entrecortada y su rostro contra la almohada.

Ichigo se recostó a su lado, abrazándola desde atrás mientras hacía algo que adoraba. . . besar sus hombros.

~ Vamos, enana, no te pongas así, solo. . . solo debemos intentarlo un poco más.

~ ¿Más?.

La voz de la chica sonó irónica. ¿No había sido ya suficiente?. Más de tres meses de sexo por dios !!. . . no hubo día en que no tuviesen relaciones y nada.