Un hijo para Rukia (versión Bleach)

Cap 20

. Un hijo para Rukia .

De: Priss

Primera versión

31-ENE-06

22-AGT-06

Versión Bleach

14-DIC-15

10-SEP-16

Capítulo XX: Un regalo para ella. . . y para él.

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Ichigo extendió los brazos, animando a su hijo a ir con él. El pequeño gateaba lo más rápido que podía, ansioso de que su padre lo cargara.

El pequeño reía divertido cada vez que su padre lo elevaba alto, provocándole cosquillas en el estómago.

Mientras, sentada en las escaleras frente a la puerta, Rukia miraba la escena con una sutil sonrisa adornándole el rostro. Si alguien le hubiese dicho que tendría un hijo con Ichigo. . .

~ Seguramente lo habría golpeado hasta dejarlo inconsciente. –Susurró, bromeando consigo misma. La verdad es que nunca llegó a creer que sería tan feliz al lado de Kurosaki y ahora. . .- ~ No puedo vivir sin él.

Pensó, o al menos creyó hacerlo, pues su esposo se giró a verla, preguntándole si había dicho algo, más al escuchar la negativa de la mujer, el pelinaranja volvió su atención a Ichiro, con quien jugaba sobre el pasto fresco del jardín.

Y Kuchiki volvió a perderse en sus pensamientos.

Ese hombre había hecho tanto por ella. . . Hizo posible su anhelo más grande. . . ser madre; le había dado un hermoso hijo al que amaba con todo su ser, pero Ichigo hizo mucho más que embarazarla.

"Aunque ese era el plan en un principio."

Pensaba la mujer, recordando lo frío que parecía su matrimonio en ese entonces.

Sin embargo, Kurosaki fue más que un donador de esperma, él le había dado amor.

Cada una de las noches que compartió a su lado, cuando yacía entre sus fuertes brazos. . . le había dado amor, le había dado felicidad y paz. . . una paz y tranquilidad que nunca logró sola y que bien sabía que desaparecería si por algún motivo él la dejara. Le dio sonrisas, además Ichigo es un buen padre, muy cariñoso; estaba segura que Ichiro no podría tener mejor padre.

La pelinegra suspiró al tiempo que se ponía de pie y se dirigía donde su familia, la que tanto deseó y que ahora tenía solo gracias a Ichigo Kurosaki.

Rukia fue donde el bebé, que no dejaba de gatear por todo el jardín, y lo tomó entre sus brazos.

~ Es muy cansado cuidarte, ¿sabes?. No quiero ni pensar en el momento en que empieces a caminar.

Le decía su madre, provocando la sonrisa del pequeño que no comprendía muy bien las palabras de la mujer, y estiraba las manitas tratando de alcanzar la cara de su mami para llenarla de besos.

El pelinaranja permaneció estático mirando la escena; sinceramente nunca creyó que Rukia pudiese ser una madre amorosa y dedicada. De hecho, llegó a imaginarla como una mujer fría, que sería estricta con su hijo y que no lo dejaría jugar, ni siquiera salir al jardín para que no ensuciara la ropa.

Pero en cambio, la ojivioleta le sonreía ampliamente al pequeño de cabellos naranja, contagiándolo con su sonrisa.

~ ¡ Eres una mamá maravillosa !.